lunes, 30 de noviembre de 2009

Un lugar donde quedarse


Nos equivocamos, yo quería ir a ver "Yuki y Nina" que sólo la echan en los Verdi, y nos metimos en esta de Sam Mendes, que ha tenido malas críticas (Metrópois, una estrella), y con razón. Yo creo que tener hijos o esperarlos a algunos les sienta como un tiro. Esta pareja está buscando, como los pájaros, un lugar donde poner el huevo, y para eso recorren medio EE. UU., poniéndonos delante personas estrambóticas o acomplejadas, por lo que al final no les queda más que su amor y su niña en ciernes. Muy bonito. Ya digo, los hijos. Muñoz Molina dice que los suyos son magníficos críticos de sus obras. Trueba hace el guión de su nueva película con su hijo, y por lo que cuentan se va por los cerros de Úbeda. En fin, hay otros casos donde el daño no es tan grande, Clint Eastwood tiene a su hijo empleado haciéndole alguna banda original, y no le salen mal.

El imaginario del doctor Parnassus


Es la película más imaginativa y desbordante de la cartelera. Es un cuento dentro de una obra de teatro, que utiliza todos los medios que la imaginación puede encontrar en la técnica. Ese carromato fantástico recorriendo las calles y los suburbios de Londres parece un buque fantástico, dentro del cual hay mundos insospechados y una lucha entre dos fuerzas juguetonas y traviesas, una quiere aparentar ser el diablo, pero no lo es, sólo quiere jugar; y el otro, no es dios, porque no aspira a su grandilocuencia, también quiere apostar y pensar que el mundo se reinventa asímismo con su continuo renacer, y para que eso suceda hay que dar carta blanca a los sueños. Los actores se lanzan dentro de este universo y Heath Ledger se mira al espejo y ve a unos amigos, que traspasado el espejo se convierten nada menos que en Jude Law, Colin Farrel y el soberbio Johnny Depp. Antes de ir a ver la película (o después) no estaría mal ver el vídeo de la canción de Tom Waits "Downtown train".
Lo que opina Ana:
Una joya, un mundo de ensoñación, un cuento que transciende a la película convirtiendo el propio rodaje en algo mágico.
Una nueva versión del Fausto ambientada en el Londres actual y que se aleja de ese escenario para adentrarse por nuevos caminos abiertos por la imaginación y llevarnos hacia mundos de fábula.
El drama de la muerte de Heath Ledger en pleno rodaje pareció que iba a hacer desbaratar todo el proyecto, no fue así, renació de forma casi milagrosa por la actuación desinteresada de tres de sus amigos: Jonny Deep, Judy Law y Colin Farrell, consiguiendo una unidad narrativa que parece haber sido ideada como tal desde el principio; no hay ruptura, todo es creíble, no importa que su personaje tenga cuatro rostros diferentes, se asume como lo más natural.
El diablo encarnado por Tom Waits es magnífico, así como el resto de los extraños componentes de este cuento tan bien contado.

sábado, 14 de noviembre de 2009

Sin nombre


El director norteamericano Cary Fukunaga ha querido hacer una película que sirva de testimonio y, como añadido, que desarrolle varias historias que atraigan y conmuevan al espectador, utilizando medios algo equívocos. Es extraño que una película como esta obtenga el premio de fotografía en Sundance 2009 (además de al mejor director). Embellecer una realidad tan cruda con puestas de sol, escenas nocturnas espectaculares y tomas paisajísticas de postal no casa demasiado.

Me ha gustado la parte que ser refiere a la banda de los Mara (agradecería, eso sí, subtítulos, porque te quedas in albis) y me parece muy inferior la de los inmigrantes (incluso la propia interpretación). Si se juntan y de la manera que lo hacen es una concesión comercial, que no sale muy bien. Decían las críticas que tenía más fuerza y dramatismo el documental "La vida loca" de Christian Poveda, asesinado por uno de esos individuos Mara. Desgraciadamente no lo puedo corroborar, poque ha durado una semana en el único cine donde lo proyectaban, siendo, además, el más valiente de todos, el Pequeño Cine Estudio Magallanes.

Celda 211


Es una película arriesgada, ambiciosa, que busca dejar impronta, por lo tanto un aplauso a su director, Daniel Monzón, y a su equipo por lanzarse a hacer este cine desde aquí.

Se ha alabado mucho la interpretación de Luis Tosar, Carlos Boyero escribe que es para enmarcar, pero a su lado hay otros estupendos registros. Al mismo nivel, para mi, que Luis Tosar está Alberto Amman, este actor argentino que lucha, y lo consigue casi siempre, que no se le note demasiado el acento. En general todo el universo carcelario, incluyendo el mismo edificio, está a un gran nivel, los anónimos y los protagonistas. Fuera de la zona de presos, ya es otra historia, pero no desequilibra la otra parte para hacer peligrar la película (Resines, cómo no, salva su papel con nota). Hay aspectos, episodios y giros del guión que no terminan de encajar, pero ante el riesgo, el aplauso.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Mi vecino Totoro


Sólo la proyectan en Madrid y Barcelona, y en Madrid sólo en dos cines, Yelmo y Renoir Plaza de España. ¿Cuánta gente se quedará sin verla?¿Cuántos de ellos serán niños? Incomparablemente mejor que cualquier película infantil al uso de las televisiones. Todos los que estábamos en la pequeña sala éramos mayores, pero es una película para niños, que tiene valores que sería interesante que retuvieran, además de una gran calidad en la presentación de paisajes y personajes. A mi Mei me recordaba a mi sobrina Inés, pero es difícil que ella la vea. Tiene también una posible finalidad geográfica: ver los paisajes de arrozales tradicionales del este de Asia. Pero esto ya es un defecto profesional.
Lo que opina Ana:
Una joya de la animación, los personajes estereotipados japoneses a los que tengo bastante manía después de Heidi y su cuadrilla, cobran aquí otra dimensión acompañando a unos paisajes maravillosos y desarrollando una historia que es un cuento delicioso para todas las edades.

jueves, 5 de noviembre de 2009

(500) Días juntos



La banda original es estupenda. Conté en los títulos de crédito 27 canciones. Por algo el debutante director, Marc Webb, es un maestro en vídeos musicales. El otro soporte de la película es el guión, y parece que también son dos novatos los guionistas. Y finalmente, el marco. Si Woody Allen tiene Nueva York, Marc Webb tiene Los Ángeles. Un fondo perfecto para una historia de amor, bonita pero desigual. Y esto se cuenta con la argucia de fragmentar el relato, marcando días diferentes de ese cronómetro de los 5oo días, que aparece en pantalla para dar entrada paulatinamente a amor y desamor, a fascinación y desencanto, a luz y sombra (Jordi Costa). Ella se enamora igual que él, pero con una diferencia, y se lo dice al final: al despertarme a tu lado no tenía la necesidad de que fuera así siempre. Lo que pasa es que él sí lo sentía. Menos mal que los amigos le echan una mano, aunque a veces no sirve de mucho.

El número musical del parque, lo mejor. ¿Podrá repetir algo así el director? ¿Habrá dado lo mejor de sí en esta su primera obra? A esperar
Lo que opina Ana:
Correcta comedia que te deja pasar un rato agradable en el cine, pero nada más. No llego a encariñarme con sus personajes, no me hacen reir a mandíbula batiente, ni tampoco me apenan, les sigo la pista mientras los tengo en la pantalla y los olvido al salir.

Let's get lost


Me iba a perder este documental, y si se estrena en España después de 21 años de la muerte del protagonista, cuándo volverá. Sólo hay un cine en Madrid donde se puede ver, en los Verdi. Dicen en la hoja informativa que es el mejor documental musical nunca hecho. A mi me han gustado más otros, por ejemplo, el de aquella banda de viejetes yanquis que se lanzaban al estrellato ("Corazones rebeldes", de Stephen Walker).

Para los amantes del jazz será una gozada, y para los espectadores es una completa reconstrucción de la imagen, llena de sombras, de un tipo único y el mundo que hay a su alrededor. Decía Chet Baker, tal vez refiriéndose a sus hijos, que hay que hacer lo que a uno le gusta, y una vez en ello, ser los mejores. Y los hijos le decían al padre que les hacía falta dinero. Qué mensajes más opuestos.

Aprovechen este cuatro estrellas si les interesa este tipo de personajes y les gusta el jazz suave, de lo que Carlos Boyero califica de "estético, profundo y terrible documental".

Katyn


A veces uno guarda una imagen mítica de algún director que no sabes qué la motivó. Así me pasa con Wajda. Esta película me ha decepcionado primero y luego me ha puesto furioso. Decepcionado porque parece, o bien de un principiante: escenarios de cartón piedra, historias entremezcladas efectistas, sin engarzar, buscando conmover y resaltar al buen polaco víctima y mal polaco colaboracionista (es clasista también al presentarnos a la mujer del general desplazada por su sirvienta, a la que el nuevo régimen ha hecho digna). O bien, es de un ego descomunal, y lo demuestra la cámara, o sea el director, a la que no puedes olvidar con esos planos corto y medio sucesivos, travellings que se hacen tan evidentes. Y me puso furioso el final, que desde el punto de vista narrativo es lo mejor, pero que añade el mensaje de la religión unido al sacrificio: el ateismo contra el catolicismo. La cruz de un rosario de la última escena es para hacer aguas menores y mayores. Y quien pierde es la historia de fondo, que es lo importante. La masacre.
Lo que opina Ana:
Resulta confusa, no te explicas muchas de las cosas que pasan; se comprende lo esencial, el terrible crimen de Katyn, pero no se cuenta con garra, no lo sientes cercano, te parece todo un decorado en el que notas demasiado los efectismos de la cámara y de la preparación de las escenas. Es una pena que haya desperdiciado una oportunidad de transmitir el horror de este suceso tan cercano para él mismo, pues el padre de Wajda fue una de las víctimas.

Ágora


Me alegro que semana tras semana, y ojalá dure, esté en el primer puesto de las cintas más vistas, porque es una película arriesgada, difícil. Una gran historia donde la epopeya es intelectual, trasmitiendo además un mensaje de libertad, de tolerancia. Aquí no hay gladiadores, ni héroes, ni guerreros, ni siquiera hay una historia de amor plena, el amor carnal está excluido.

Amenábar no se corta en presentarnos el fanatismo religioso del cristianismo, que usa métodos kaleborrequeros, masacrando al opuesto, eliminando la diferencia.

Nada que decir de la ambientación, de las escenas colectivas, de los momentos de acción. Quizás Amenábar ha sido demasiado fiel al mensaje, demasiado didáctico. Por ejemplo, esas visiones de la Tierra desde el cosmos, estilo Google Earth, son un poco chocantes. La altura de la exposición siempre es exigente. Por eso, tal vez, diga Carlos Boyero "Pero no enamora". Pero es muy recomendable verla, incluso en las aulas. Espero que la Conferencia Episcopal no la prohiba.
Lo que opina Ana:
Me ha gustado su recreación de Alejandría y el espíritu de la película, la denuncia de los fanatismos y la defensa de la libertad. La descripción del fin de un mundo y el comienzo de uno nuevo, intransigente y oscuro, destructivo y despiadado con el saber.
Elige Amenábar una época, la del triunfo del cristianismo, y se atreve a presentar a los cristianos como fanáticos que se acercan al poder y que abusan de él, al tiempo que destruyen un pasado de ciencia y relegan a la mujer a un papel de sirvienta.
No me gustan las salidas que hace al espacio para observar Alejandría, ni que hablen en inglés, eso me pasa con todas las de romanos.
La historia resulta fría pero no la descripción histórica, esa recreación es lo que más me interesa, mucho más que la propia protagonista que no llega a emocionarme.

Yo, también


Película difícil de juzgar, que roza constantemente el costumbrismo, el folklorismo, el sentimentalismo y el buenismo. Lola Dueñas la mantiene en pie y Pablo Pineda nos presenta con naturalidad, que no es poco decir, su historia, su personaje. No sé si tendrá razón Carlos Boyero cuando afirma que la carrera como actor de este individuo excepcional comienza y acaba con esta película.

Por lo tanto, aunque a veces la historia busque demasiados retruécanos, se dramatice para conseguir tensión un poco artificiosamente, la película se ve sin problemas, acompañado varias veces de una sonrisa. Lo que no sé explicarme es qué hacían 20 jóvenes ingleses o yanquis, todos varones, en las filas de atrás, tan ruidosos que hicieron volver la cabeza al mismísimo Agustín García Calvo. Desde luego si era aprender el español no escogieron la más sencilla, porque la dicción de Pablo y de otros chicos y chicas "Down" no es fácil. Eso sí, reían varonilmente en las escenas escabrosas.
Lo que opina Ana:
Tiene buenas intenciones, aprovecha la figura del excepcional síndrome de down Pablo Pineda, para construir con él un personaje de ficción que se hace creíble, precisamente, por su singularidad, ya que no hay muchos que como él puedan codearse de tú a tú con el resto de la sociedad y ser capaces de mantener un discurso plenamente inteligente. Su única barrera es su físico, pues intelectualmente es más hábil que muchos de los que le rodean. La historia tiene altibajos pero se deja ver gracias, en gran medida, a la interpretación de Lola Dueñas.

domingo, 25 de octubre de 2009

París


Seguramente habrá muchas películas más valientes y arriesgadas que no iré a ver (After: el tráiler es horroroso). Desde que están presentados los personajes y las situaciones se encamina a una simple acumulación (facilona y decepcionante) de historias y al final un pegado rápido. Por mucho París que sea el marco y Juliette Binoche esté ahí. Somos unos papanatas (me incluyo).
Lo que opina Ana:
Imposible cuadrar tanta historia paralela, al director se le va la mano, nos presenta una visión de París adentrándose en la vida de algunos de sus habitantes; son demasiados para hacerlo bien, el engranaje tendría que funcionar sin desafinar y no lo consigue. Resulta edulcorada. Las historias pierden su posible interés y llegan a ser a veces esperpénticas. La del inmigrante camerunés es un exceso, no digamos las de las modelos en el mercado de abastos,¡una payasada!, desagradable y desnortada la escena del frutero llevando a su compañera del mercado como si fuera una carretilla. En ese exceso, también abusa de la música, no ha sabido medir nada.

domingo, 18 de octubre de 2009

Los límites del control


No entendí nada, y mejor es no intentar explicarla. La curiosidad de que esté rodada en España, sobre todo ver a estos personajes deambulando por Madrid, y son de renombre, además: Luis Tosar, Tilda Swinton, John Hurt, Gael García Bernal, Bill Murray....Javier Ocaña quedó fascinado: "...una pequeña joya deliberadamente anticomercial".

lunes, 12 de octubre de 2009

Moon


Si hubiera leído antes la crítica de Javier Ocaña no habría ido, y me alegro de no haberlo hecho, porque esta película del hijo de David Bowie, Duncan Jones, es aceptable.

Con referencias a las grandes películas de ciencia-ficción, "2001: una odisea en el espacio" (la computadora, en este caso amiga) y "Blade Runner" (los sentimientos humanos de las que debían de ser sólo máquinas), no tiene la profundidad intelectual de estos referentes, pero está bien narrada. Lástima que al final esa nota aclaratoria eche por tierra y trivialice una posible reflexión sobre la diferencia entre humanos y humanos clonados, y plantearnos si de alguna manera no somos clones, con el tiempo cronometrado y los comportamientos definidos de antemano.
Lo que opina Ana:
Una película de ciencia ficción de ambiente espacial y futurista con pocos medios y mínimos actores, llena de guiños a obras míticas del género como "Odisea 2001 en el espacio". Consigue crear bien el ambiente de opresión y soledad que domina todo el metraje, deja algunos cabos sueltos en el guión, hay aspectos que no se entienden bien, pero en general puede verse. Lo peor es su final, quiere dejarlo todo rematado y lo que consigue es estropear la película.

Si la cosa funciona


Lo inverosímil es cómo al omnipresente protagonista y narrador no le ponen el ojo morado. Hay que tener suerte para pasarte la vida insultando y salir indemne.

Woody Allen es siempre interesante (el cine, pese a ser un miércoles laboral y a última sesión, estaba bastante lleno). Este guión, escrito hace 30 años, a mi me parece un poco ladrillo y resuelto al final de un brochazo. Además, que no sea el propio Allen el que nos cuente sus cuitas (es Larry David) me aleja del personaje. Me sonreí de vez en cuando, no a risotadas como un vecino.
Lo que opina Ana:
Llegaba la última de Woody Allen precedida por unas estupendas críticas que decían que el director había regresado a su mejor manera de hacer cine, a Nueva York, recuperando un estilo que se había desvirtuado en su última etapa europea...
Pues bien, la película se deja ver como todas las suyas, pero en absoluto es una de sus obras maestras. Hablaban de un humor desbordante, tampoco es así. Yo la vi con agrado, como un divertimento más, pero sin rendirme a sus pies; es verdad que comparada con "Cristina, Vicky, Barcelona" hay una clara mejoría, algo fácil dada la mediocridad de esta última cinta. La elección de Larry David para el papel protagonista no me convence.

Gigante


Escribe Jordi Costa que esta película triunfa en los festivales (Berlín, San Sebastián...) porque es "un ejemplo de ese modelo de cine oasis que se beneficia de la desertización de carisma". Es decir, es una película de historias simplonas, contadas de manera correcta, sin estridencias, que deja todo lo que narra en la superficie de las cosas.

Es la ópera prima del cineasta argentino afincado en Uruguay Adrián Biniez. Nos quedamos a la espera de lo que venga.

Me pregunto ¿cuánta gente irá a verla, a pesar de los premios, y eso que en los Golem aguantan tiempo?

Post comentario: buscar el significado de "slapstick", sino no entenderemos la crónica de Jordi Costa.
Lo que opina Ana:
No consiguió interesarme en ningún momento. Pretenciosa y vacía, un quiero y no puedo.

sábado, 3 de octubre de 2009

El secreto de sus ojos



Lo que opina Ana:
Una bellísima película de Campanella que nos presenta una historia de amor como leitmotiv de muchas otras intrigas, mezclándose con el género negro.
Es un guión adaptado de una novela de Eduardo Sacheri, quien junto al propio Campanella, firma este impecable guión. Todo está bien medido, la historia va y viene en el tiempo sin perderse, consiguiendo un relato claro y emocionante. De trasfondo una Argentina que deriva hacia el Terror, no se ahonda en ello, es el decorado real en el que se mueven los personajes.
La interpretación es inmejorable, el papel de Guillermo Francella dando vida a "Sandoval" arranca aplausos, Soledad Villamil lo dice todo con sus ojos y Ricardo Darín vuelve a lucirse una vez más.
La única pega que le encuentro es haberse excedido en el metraje, la última media hora debería haber sido más sintética, parece que el ritmo impecable mantenido hasta entonces comienza a peligrar y empiezas a dudar un poco de si sabrá rematar la acción tan bien como lo venía haciendo hasta entonces.

EMILIO. Escribía furioso Carlos Boyero contra el jurado del Festival de San Sebastián, que había escamoteado cualquier galardón a esta película. En esta ocasión coincido con el crítico. Seguramente no le hace falta el premio desde el punto de vista comercial, porque sólo con lo que está recaudando en Argentina (¿ochenta y un cines en Buenos Aires?), tiene bien pagada la producción. Pero no todo es dinero, y un reconocimiento seguramente le hacia bien, más al Festival que a la película.

La historia es de las que salen de un accidente fortuito, en apariencia sin relevancia, pero va adquiriendo fuerza y profundidad. Además, lo bueno es que está perfectamente engarzada con otros sucesos, y de fondo una gran historia de amor, que de respetuosa casi se queman sus protagonistas (bien Darín; bien, bien Soledad Villamil). Quizá sea un poco desmesurada la parte que tiene que ver con el malo, su localización, búsqueda, detención, resurrección y castigo, pero permite mostrar como de pasada los excesos del poder.

En fin, Campanella, el director, no ha actuado de argentino típico, que te mata con el verbo, sino que ha combinado muy bien todos los recursos cinematográficos.

miércoles, 30 de septiembre de 2009

Amazing Grace


El director, por lo que dice la ficha informativa, contaba con que el ilustre elenco de actores británicos que interpretan la película, ayudara a conseguir una respetable rentabilidad. Pues, desde luego, en Madrid no lo va a conseguir: sólo se proyecta en dos cines, en los Cité de Manoteras y en los Verdi. Se corren pocos riesgos en la cartelera madrileña.

Es una película histórica, sobre un personaje que merece todos nuestros respectos (Wilberforce), gran luchador contra la esclavitud, pero que desconocíamos su existencia. Está bien ambientada, regular interpretada por el actor principal, Ioan Gruffudd, y dirigida sin gran genialidad, correctamente. Eso significa que no es una película para mayorías, ni que pasará a la historia del cine. Ni siquiera estoy seguro de que sirva con fines didácticos. Pero me alegro de haberla visto.
Lo que opina Ana:
Una película de correctísima factura pero sin garra narrativa. Tiene una ambientación impecable, rasgo típicamente británico, pone en escena un coro de grandes actores, aunque el papel del protagonista interpretado por Ioan Gruffudd resulta envarado, no contagia la fuerza que debió de tener el personaje histórico al que encarna, William Wilberforce, el parlamentario británico que tras una larga lucha consiguió llevar adelante la ley que abolió la esclavitud en el Imperio británico y a quien esta película rinde un merecido recuerdo.

lunes, 28 de septiembre de 2009

Malditos bastardos


Ya lo decían los críticos, ésta no es una película de historia, es una peculiar visión de Tarantino sobre los nazis; pero es entretenida, excesiva y en algunos momentos de excelente cine (la venganza final de Shosanna en el cine; el travelling aéreo de este mismo personaje en ese mismo lugar, a la llegada de todos los jerifaltes nazis; el inicio, con ese engañosa imagen idílica de la campiña francesa). Ahora bien, es obligatorio verla en versión original, porque ahí está parte de la comicidad y del genio de Tarantino. Lo que más choca es que el bruto teniente Aldo Raine (Brad Pitt) se lleve el gato al agua frente al refinado Coronel Landa (Christoph Waltz). Nosotros nos alegramos de ello, porque aunque sea listo, es nazi.
Lo que opina Ana:
Un excelente guión, una gran puesta en escena, una interpretación coral magnífica, estelar la de Cristoph Waltz en el papel del cínico y cruel coronel Landa.
Arranca con un comienzo impecable y sobrecogedor de los que permanecen imborrables, está cuajada de grandes escenas, un ejemplo la del alegato final antinazi de la bella judía Shosanna Dreyfus sobre la pantalla del teatro en llamas; rebosa humor consiguiendo momentos antológicos, como los de los encuentros en la taberna o el de los "italianos" en el teatro.
Hay que verla inexcusablemente en versión original ya que juega hábilmente con cuatro idiomas, perdérselo sería como mutilar la película.

Frozen River


Película bien intencionada, con un final arreglado y aseado y una gran actriz, Melissa Leo ( de la que algunos críticos piensan que se debería haber llevado por su actuación el Oscar a la mejor actriz y no Kate Winslet). Podría tener una gran fotografía, tampoco (es normal). Se ve y ya está. Te gusta que las personas tengan ese fondo de bondad, pero la película no se sostiene sólo con eso. El verdadero asunto que recorre la historia, el contrabando de personas, es simplemente una herramienta dramática, no un auténtico objeto de análisis; son todos unos pringadillos. De todas formas, tampoco hay tantas buenas películas en la cartelera para dejar de ver ésta.
Lo que opina Ana:
Una historia que toca un tema duro y real, el del tráfico de inmigrantes, de manera frívola; no tiene garra. Lo único realmente impresionante es la interpretación de su protagonista Melissa Leo, que llena la pantalla.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Anticristo


En una pequeña encuesta que hacían en ON Madrid, una chica declaraba que lo había pasado fatal y recomendaba encarecidamente no ir a verla. Si se hace un esfuerzo y en algún momento tragas saliva, merece la pena, aunque Ana no fue.

Titulaba Jordi Costa su crónica "En un principio fue el mal", y ahí está el misterio de esta película. Según Lars von Trier, ¿en un principio el mundo y la naturaleza estaba dominado por el demonio? ¿Poseía a hombre y mujeres, sobre todo a mujeres, y los hacía servidores de su poder? ¿Eran justificadas las hogueras inquisitoriales?

Desde luego, la madre del niño, Charlotte Gaisnbourg, que va al bosque a escribir una tesis sobre estos casos ("Las mujeres de Ratisbonoa podían provocar la lluvia"), no la acaba porque, como ella dice, son solo palabras y palabras. Su escritura al final del libro, ya sin trazos legibles, demuestra que también ella está poseida. ¿Una prueba del sometimiento a satán es el sacrificio de su hijo? Todavía siento un escalofrío al recordar cuando el padre descubre el misterio de los pies deformes de su hijo.

El prólogo, en blanco y negro, con unas imágenes casi detenidas y repetidas, en planos fijos de avance narrativo, es magnífico. Dos historias se cuentan paralelamente, mientras suena la voz de una soprano. ¿Qué fragmento es? En el epílogo vuelve al blanco y negro, pero su interpretación se me escapa, ¿las once mil vírgenes?. En fin, se se aguanta, da mucho de sí esta película, ya lo creo.

sábado, 5 de septiembre de 2009

Mapa de los sonidos de Tokio


Ante las críticas adversas, Isabel Coixet alega que su película le ha gustado a M. V. LLosa, a M. Rivas y a J. Berger, entre otros, y que eso vale mucho más que la opinión de un crítico o de varios. Y por si fuera poco, que Adriá la ha colocado solo después de Ratatouille en lo que se refiere a las referencias culinarias. Javier Ocaña (El País, 28 de agosto) la compara con "El último tango en París", por los encuentros sexuales del hotel "La Bastille".

A mí me parece que salvo la fotografía y la música, lo demás no le va a añadir mucho prestigio a la carrera de Isabel Coixet. Sergi López hace un papel imposible, gordo y forzado. Esos encuentros sexuales carecen de líbido. Ella, Rinko Kikuchi, no puede encarnar una mujer con una doble vida tan opuesta. Los diálogos entre ellos son artificiales, duros de tragar. Las situaciones llegan como movidas por un mecanismo frío, gélido. El montaje corta sin contemplaciones tomas y las opone a otras muy diferentes.

La película se hace más bella cuando no hay palabras, y muchas veces cuando no hay personas, pero cuando aparecen se arruina. Tokio le encantó, pero sólo por eso y por la actitud contundente de una pescadera no se puede montar una película. Creo yo.
Lo que opina Ana:
Puro artificio, la directora buscó una excusa para irse a rodar a Tokio y la excusa le ha salido como el tiro por la culata; la historia no hay por dónde agarrarla, los actores no pueden mantener semejante desaguisado, Sergi López no brilla, como suele ser habitual en sus interpretaciones, bien al contrario, resulta mediocre. Sólo hay efectismo, tienes la sensación de que te han tomado un poco el pelo.

Enemigos públicos


Dese luego las críticas no se han quedado cortas: "Es una de las mejores cosas que le han ocurrido este año al cine norteamericano" (Carlos Boyero). "Una película extraordinaria" (Javier Ocaña, El País, 14 de agosto). Pero el domingo 30 de agosto, Tomás Eloy Martínez (ídem periódico) ponía una nota de desacuerdo. Y así me fui al cine. Y me quedo con Tomás Eloy Martínez. Podría repetir como mías sus opiniones: "Esta obra no es ejemplar...cuenta una epopeya trágica con innecesaria complejidad, con demasiados relámpagos de ametralladoras Trompson(...) la distancia y la falta de emoción con que Mann ha dibujado a sus personajes transforma la película en un mero despliegue narcisista".

Yo creo que le falta algo que la haga especial, que Dillinger (Johnny Deep) sea único, que destaque por algo, que se enganche a tu memoria con fuerza, por bueno, por malo, por tonto o por listo, por lo que sea; pero no es así. La ves y no se queda, no te pide un sitio en el lugar de tus películas preferidas. Pero hay que ir a verla, aunque sea por pasar unos segundos con Clark Gable, con una fuerza que nos hubiera gustado que alcanzase Jhonny Deep.
Lo que opina Ana:
Lo mejor, su cuidadísima ambientación y puesta en escena; lo peor, su larguísimo metraje, llega a aburrir, se hace lenta, la historia no consigue mantenerte en vilo, resulta fría y distante.

Up


¿Qué hubiera pasado, se preguntaba Javier Ocaña, (El País, 31 de julio) si toda la película fuera como la primera parte? Pues no lo sabemos, pero no lo es. Los diez o quince minutos en los que de forma sintética nos presentan la historia de Carl, empezando de niño, hasta que su graciosa compañera y futura esposa lo deja solo en su casa, rodeado de tiburones inmobiliarios, son un prodigio. Pero luego, poco a poco, se pierde el impulso y se cae en la vulgaridad. Es bastante peor que otras películas de animación que he visto ultimamente: Ponyo en la orilla; Los mundos de Coraline; incluso la anterior de Pixar, Wall-E. Técnicamente es perfecta, pero no tiene la chispa, la genialidad de estas otras, tal vez buscando más público. Peor para el cine bueno
Lo que opina Ana:
No puede arrancar mejor, la presentación es magnífica, el resumen de la historia de amor entre el protagonista y su mujer, emotivo y bello; pero a partir de que ella desaparece y entramos en la aventura actual, la película pierde fuerza, se perfila para un público más infantil y no llega ya nunca a la hondura de su prólogo; te deja la impresión de haberse desperdiciado parte del talento que llega a demostrar este equipo de animadores; aún así, se ve con agrado.

Ashes of time


Para mi es la película más interesane que hay en la cartelera, pero, como dice Jordi Costa (El País), no pone las cosas fáciles al espectador. Cuando Wong Kar Wai la hizo en 1994 parece que tuvo problemas, tanto de producción como de distribución, y en 2008 ha completado lo que proyectó entonces; es, de alguna manera, la versión definitiva, la que el director asume como propia.

Como la vi a finales de julio, he perdido un poco el recuerdo inmediato. Aparte de alguna confusión cronológica en la narración de los hechos y algún personaje del que pierdes su trayectoria biográfica, la película es una apuesta arriesgada para llevar a un plano diferente las historias y los personajes de las artes marciales: el honor, el orgullo herido, el amor perdido, la soledad y la muerte. Con una fotografía"quemada", saturando al máximo los colores y buscando tomas siempre diferentes. Todo esto podía conducir a algo manierista y cargante. A mi no me lo pareció.

miércoles, 22 de julio de 2009

Paranoid Park


Por las cosas inexplicables de la distribución llega aquí con dos años de retraso, y gracias a que es Gus Van Sant. Aún así, sólo la proyectan en Madrid en un cine, en los Verdi.

Es una película que ha encontrado el equilibrio casi perfecto en dos aspectos estéticamente muy importantes: la fotografía y el sonido. Dificilmente se puede conseguir una mayor conjunción, además sin caer en lo común. En la fotografía, Christopher Doyle, guiado por el director, mezcla varios formatos y obtiene una narración de gran belleza y originalidad; que se ve acompañada por el sonido y la música, igual de original e interesante. El desarrollo de la historia no es lineal, pero es comprensible y le va bien al universo de los adolescentes protagonistas. Otra cosa es la interpretación y la profundización del tema central (la desorientación de un adolescente, en un ambiente familiar que se va a romper y con un accidente fatal). En cuanto a lo primero, el chico protagonista es bastante inexpresivo, más de lo que el personaje requiere (mucho mejor las chicas). En cuanto a lo segundo, es bastante superficial. Pero en esta película esto no importa, porque el goce y la excelencia vienen del lado de la factura, no de la tesis.
Lo que opina Ana:
Precedida de muy buenas críticas llega a la cartelera en la peor época del año, el verano. La dan sólo en los Cines Verdi, hay gente en la sala para lo que suele ser habitual.
La película es rompedora, busca nuevos caminos expresivos jugando con la música y las imágenes. Utiliza la cámara lenta e introduce filmaciones de vídeo amateur en algunos momentos, para hacer más real lo que está contando.
Nos habla de unos adolescentes muy perdidos a los que les cuesta encontrar el camino hacia la madurez, quieren comportarse como adultos, pero aún están muy lejos de serlo; chicos de familias acomodadas que buscan riesgos, se acercan a la marginalidad tentados por lo diferente y a uno de ellos, el protagonista de la historia, le espera toparse con la fatalidad como en una tragedia clásica; el final queda abierto, la historia está perfectamente planteada recurriendo a continuos saltos narrativos, pero no resuelta, porque eso es lo que han decidido director y guionista.



domingo, 12 de julio de 2009

Pagafantas


Es una lástima que no se haya estrenado al comienzo del curso escolar, allá por septiembre u octubre; habría funcionado el boca a boca y se hubiera convertido, tal vez, en la película de la temporada, sobre todo entre el público estudiantil.

Te alegra doblemente ver algo así, por pasar un buen rato y porque sea española. En una comedia el grupo de actores es fundamental y aquí los hay en estado de gracia: el protagonista, Chema, Gorka Otxoa; su amada inalcanzable Claudia, Sabrina Garciarena; y los veteranos, Oscar Ladoire en un papel que hace suyo y lo convierte en icono de los tíos que dan consejos y apoyan hasta el final los intentos de conquista de otros. María Asquerino, como una efigie temible: sólo habla una vez y como una sacerdotisa dice la palabra definitiva.

Muy recomendable, aunque al pobre Chema le sea imposible salir del encasillamiento al que la naturaleza le ha sometido, y el director, Borja Cobeaga, como un naturalista, se ensañe un poco con él.
Lo que opina Ana:
Divertida y fresca comedia con la que da el salto al largometraje su director. Jóvenes actores que bordan su papel acompañados por las excelentes interpretaciones de Óscar Ladoire, Kiti Manver y con la presencia testimonial de María Asquerino, quien con esta película se despide de su larga carrera como actriz.
El guión es agilísimo y suena bien, pieza fundamental para que una comedia funcione. Esperemos que Borja Cobeaga siga por este camino.

Despedidas


Lo que más me gustó de esta película fueron los jerseys de Ryoko Hirosue, la mujer del protagonista.

Seguramente si hubiera llevado la historia al lado dramático, duro y real, no habría conseguido ese Oscar tan sorprendente.

La película está bien, pero demasiado edulcorada, gratuitamente además. No hacía falta que Masahiro Tomoki, Daigo Kubayashi en la ficción, ponga esas caras de tonto, ni que toque, sin ton ni son, en planos únicos, como simbólicos, el violonchelo. Ni que el final se alargue tanto, cerrando el bucle de su drama familiar, a través de una piedrecita celosamente guardada hasta la muerte. Bueno, son concesiones del director, Yojiro Takita, que hay que aceptar, porque, en conjunto, se aprende un ceremonial de despedida que resulta antropológicamente interesante.
Lo que opina Ana:
Lo único que me disgustó de esta película es que le arrebatara el óscar a la mejor película extranjera a Vals con Bazir o a Déjame entrar, sin duda de mayor calidad cualquiera de ellas; hecha esa salvedad, es una película curiosa por su tema, un poco sentimentaloide, a la que habría que quitar un poco de azúcar, las almibaradas escenas de solos de violoncelo. Se hace grande cuando entra en el ritual mortuorio, casi un documental sobre una sorprendente manera de encarar la muerte; tiene buenos golpes de humor y desarrolla bien la historia.

viernes, 3 de julio de 2009

tres días con la familia


¡Vaya primera película! Ya recibió sus premios en el Festival de Málaga; si la comparamos con "La vergüenza", que obtuvo el de la mejor película, te parece que los jurados a veces, muchas veces, hacen cosas raras.

Se puede criticar cierto estereotipo en los personajes: la mayoría están definidos desde el principio y ahí se quedan, pero lo que destaca en esta película es el descubrimiento "naturalista" de la situación de una familia burguesa, sus historias pasadas que marcan el presente y la incorporación de las nuevas generaciones al marco familiar. Esto se consigue, y aquí está una de las alabanzas, de una manera gradual, sin estridencias apenas y , sin embargo, con una gran efectividad. Al único personaje que vemos evolucionar es a la protagonista, interpretada de forma contenida y solvente por Nausicaa (sus padres se lucieron con el nombre) Bonnin. Este universo familiar, reunido por causas excepcionales durante unas pocas horas, está retrado con una mirada femenina, no en reivindicaciones sexistas, sino en ese detenerse en detalles y sentimientos que las mujeres saben detectar mejor.

Habra que ver si Mar Coll tiene más cosas que contar. Recuerdo el caso de la directora de "El Cielo gira", Mercedes Álvarez, también de la Escuela de Cine de Cataluña, con aquella ópera prima maravillosa, que, de momento, es su obra final en cine.
Lo que opina Ana:
Excelente debut de esta joven directora catalana. Es una película de sentimientos en la que se van perfilando con maestría cada uno de los personajes.
Una familia burguesa catalana se reúne tras la muerte del abuelo, hace mucho que no se ven, tienen poco en común pero les une esta muerte tan poco sentida por la mayoría. Hablan en catalán y saltan con naturalidad al español, como lo harían en la realidad. Es una película escrita y dirigida por mujeres y se nota en la manera de expresar los sentimientos y de ver la vida y la muerte.

Tetro


Se ha hablado mucho de los 15' iniciales. Desde luego el arranque es poderoso. A mi me recordaba a Orson Wells, con esos contrapicados, tomas imposibles, personajes solitarios, estética de blanco y negro con fuertes contrastes de luz. En alguna otra parte de la película el recuerdo se iba a Fassbinder, sobre todo por la figura del "hermano" pequeño, un personaje perdido en una ciudad lejana.

Tengo dos dudas: ¿cómo sería el guión que le robaron a Coppola de esta película? ¿Por qué huyó Bardem del plató de rodaje? Lo que me sorprende es que haya alguien que no sea de la familia de actores, director y equipo técnico que diga que está bien (Yolanda Flores. R.Nacional, "De Película") ¿Cómo un director como éste no ve? La falta de sentido crítico es total.
Lo que opina Ana:
Emilio me comentaba a la salida del cine que a Coppola le habían robado el guión de la película poco antes del rodaje, no sabemos qué habría resultado con aquel original, desde luego con éste, realizado a toda prisa, lo que ha rodado es un desastre. La historia no tiene peso, los personajes no están bien perfilados, los diálogos resultan altisonantes, resumiendo, un desperdicio de talento ¡Qué listo fue Bardem renunciando a su comprometida actuación! la Maura, que lo sustituyó, se defiende porque ella sabe estar donde la pongan, pero tiene un personaje esperpéntico y ridículo, como tantas otras cosas lo son en este pretencioso disparate.

jueves, 2 de julio de 2009

a contraluz


Buena idea de los cines UGC Cité, aunque tuvimos que ir hasta Méndez Álvaro. A Eduardo Chapero-Jackson (vaya apellido) le precede una gran fama, con varios cortos multipremiados; ahora se reúnen tres y después de verlos tengo contradicciones, dudas.

Hay un corto fabuloso, el del medio ALUMBRAMIENTO. Es un relato sutil, intimista, sensible, excentemente cogido el tono y el ambiente de la agonía de una madre, asistida por sus hijos y su nuera, que de repente toma un papel central. Hay otro que no llega a este nivel, pero se le acerca; el primero, CONTRACUERPO. Relato sintético y brillante de la tragedia de la anorexia. Empieza altísimo, su descripción de los acontecimientos es un prodigio de sugerencias, de lenguaje cinematográfico. No hay palabras, no hacen falta. Sólo gestos y acciones. Pero tiene un defecto, la parte final se hace presumible y eso en los cortos no debe ocurrir. Y el tercero THE END es el que me descoloca. Se plantea otro tema vital, la carestía de agua (le gusta la seriedad a este director), y nos situamos en un mundo futuro, pero con referencais antiguas, de western. Aparentemente es donde ha contado con más medios, y, sin embargo, es un corto normal, incluso fallido. La mezcla de lo moderno y lo antiguo choca, los diálogos forzados. Todo lo ves venir y viene. Me deja descolocado y dudando sobre qué lado, qué vertiente será la que se imponga en su primera película.

miércoles, 1 de julio de 2009

Mishima. Una vida en cuatro capítulos


Una película de 1985, rodada hace 25 años y sin envejecer. Una mezcla entre literatura, cine y teatro; vida y sueños; pasado y presente. Y lo más curioso e interesante: preservando la filosofía oriental, sin imponer la visión occidental del director (Paul Schrader). Una joya del cine libre, arriesgado, que no piensa en el espectador, sino que va a la búsqueda de la esencia del personaje retratado, haciéndolo con la mayor cercanía y proximidad posible en algo tan difícil de plasmar como la muerte como culminación de la vida.
Lo que opina Ana:
Los cines Verdi reponían este clásico de Paul Schrader (la que para él es su mejor película) y decidimos ir a verla. Con un guión muy sólido va presentando el último día de la vida de Mishima, todo el ritual con el que prepara su muerte, fundiéndolo con fragmentos de su producción literaria y con flash backs que nos explican mínimamente la forja de su personalidad desde una infancia junto a una abuela clasista y anclada en el Japón Tokugawa, hasta su consagración como autor de masas. Se mezclan hábilmente ficción y realidad, lo que más me gustó fueron precisamente los montajes teatralizados de sus fragmentos literarios.

domingo, 28 de junio de 2009

A contraluz

Lo que opina Ana:
Afortunadamente pudimos ver en una sala los aclamadísimos cortos de Chapero-Jackson; "Contracuerpo", "Alumbramiento" y "The End", los dos primeros precedidos por múltiples y merecidos premios en numerosos certámenes nacionales e internacionales.
Domina el director a la perfección el tiempo y el lenguaje propios del corto, narrando grandes historias, todas ellas trágicas.
La primera, un alegato contra la anorexia como resultado de una sociedad consumista y enferma, realizado con una fotografía y unos encuadres bellísimos pero fríos, como ese mundo sin sentido en el que vive la protagonista, abocada a la soledad y a la autodestrucción.
La segunda acercándose al lecho de una moribunda, filma con delicadeza el terrible trance de la muerte y la angustia de los que la rodean. Nuevamente los encuadres, las luces, las tomas son perfectas y expresivas, condensando en ellas una atmósfera angustiosa que acaba haciéndose más dulce cuando finalmente llega la muerte. Por mi experiencia personal, lo que más me impactó es ese regreso al pasado más remoto antes de abandonar este mundo, la llamada desesperada a la madre en busca de consuelo, la evocación de una infancia lejanísima hacia la que quizá siempre se vuelve; recordaba las ensoñaciones de mi abuela Lía, tan alejada ya de nosotros y, sin embargo, recuperando a sus padres, volviéndose niña otra vez antes de dejarnos.
La tercera, un western futurista, emplazado en un mundo escaso de agua, donde impera la ley del más fuerte y el sálvese quien pueda, pero al que no llega el sherif justiciero porque no hay esperanza. Resulta artificiosa, no tiene la fuerza narrativa, ni la belleza de los otros cortos.

El primer día del resto de tu vida


Lo que opina Ana:
Una historia familiar que no coge el tono, llena de tópicos sobre las relaciones padres-hijos; no logra su pretendido tono de comedia y acaba siendo un tanto esperpéntica.¿Habrá algún taxista que pueda verse reflejado en este compulsivo fumador que representa el padre? si fuera así, caerían por tierra todos los tópicos y habría que despedirse del cliché creado por Almodóvar, mil veces más creíble. Esa madre anclada mentalmente en los 25, universitaria progre en la menopausia, al tiempo que ama de casa eficiente de un hogar burgués a la francesa y todo saliendo del sueldo del taxista, ¡me maravillo!
No hay profundidad en la composición de los personajes, aparecen desdibujados,inconsistentes; la única historia que me gustó es la del hijo segundo y su abuelo, unidos por su afición al vino, compartiendo cada sábado su buena nariz para interpretar todos los aromas que pueden esconderse en una botella.

sábado, 27 de junio de 2009

Tres monos


Me pareció una película del neorrealismo italiano, pero en color. Nuri Bilge Cylan, nos dice la hoja informativa de Golem, firmada por "Artyco", fue fotógrafo antes que cineasta y se nota. Cada toma tiene un encuadre meditado, una tonalidad, unas luces. Tanto en espacios abiertos (la terraza de la casa frente al mar, el acantilado de la despedida), como cerrados (las habitaciones de la pequeña casa) hay un cuidado primoroso en lo que se filma. Otra característica es que, pese a la violencia que contiene la historia, casi no hay imágenes físicas de ella: se plantea un hecho relevante y es el espectador quien se tiene que imaginar la escena concreta (el comienzo con ese coche hundiéndose en la oscuridad de una vegetación noctura, dejándolo solo, a la espera del accidente, sin verlo).

Puede que al final el director quiera dar a entender que el perdón es el precio que hay que pagar por la supervivencia, y que la sumisión y la humillación también forman parte de ese contrato.

Recibió en Cannes el premio al mejor director en 2008, el mismo año que "La Clase" ganó el de mejor película. La diferencia entre los dos estrenos ha sido de nueve meses, y menos mal que la hemos podido ver.

martes, 23 de junio de 2009

Millennium 1. Los hombres que no amaban a las mujeres


Nos aconsejaron no ver la película si pensábamos leer el libro. Yo no lo pienso leer, aunque si lo hiciera sería por lo que esta película no me ha contado y sé que está: las descripción pormenorizada de ambientes, situaciones, relaciones y geografía.

Estoy de acuerdo con Carlos Boyero, mejor que hayan sido los suecos los protagonistas de esta adaptación, que verla en inglés, con la factura de Hollywood. Pero no quiere decir esto que no tenga vicios de cine de masas: esas explosiones visuales y sonoras al final de una secuencia para acrecentar las pulsaciones, esa música que te pone en situación. Directores más templados y valientes no lo habrían hecho. Ahora bien, la película se ve bien y tiene un personaje arrebatador, que marcará estilo e historia: Lisbeth Salander (Noomi Rapace). Es la mejor creación, estoy seguro, de la novela, y lo es de la película ("heroina tan turbia, insólita, compleja y magnética", Carlos Boyero, Babelia, 20 de junio, 2009).

La resolución de la trama, como suele ocurrir, es mucho más simplona y facilona que la investigación; por eso criticaban en Metrópolis que haya tantos finales seguidos, porque sabe el director que es la parte más endeble.

Lo que opina Ana:
Sin haber leído la exitosa novela en la que se basa fuimos a ver la película. Está bien realizada, los actores, especialmente la protagonista, consiguen recrear con autenticidad sus personajes, de manera que cuando lea las novelas inevitablemente tendrán sus caras.
Es un thriller que te mantiene en vilo y que cuida mucho la caracterización de los personajes. Lo más logrado, la creación de un nuevo tipo de heroína, urbanita, inteligente, experta informática, vengativa, dura, que esconde su fragilidad en una apariencia agresiva, llena de piercings, tatuajes y embutida en cueros como un rockero, así se defiende de un mundo hostil, en lo que a lo que más teme es a sus propios sentimientos.







los mundos de Coraline


Fuimos al cine el domingo en sesión matinal y no había ningún niño, ni niño mayor tampoco. Me gustaría hacer el experimento, llevar a uno de siete años y a otro de diez o doce y ver sus reacciones, preguntárles qué les había parecido.

¡Qué personaje el de la niña Coraline! Ella es la encargada de llevar adelante hasta las últimas consecuencias el planteamiento filosófico-moral de que el sueño maravilloso del mundo feliz, esconde una trampa mortal, y al final llegar a la conclusión de que hay otros mundos, pero están en éste. Todo con unos dibujos maravillosos, sorprendentes; con unos personajes secundarios, animados e inanimados, fantásticos. En fin, cine con formato para pequeños hecho para grandes. A lo mejor nos animamos y repetimos experiencia, esta vez en 3D.

Lo que opina Ana:
La vimos en sesión matinal y en versión original, pero no en 3D, lo que creo habría sido un auténtico espectáculo.
Es una película para adolescentes y adultos, nunca para niños que podrían no volver a dormir en una buena temporada con esos mundos fantásticos de la protagonista. Me recordaba a veces al "Orfanato", aunque me atrapa mucho más la historia de estos muñecos que los de los personajes de carne y hueso de esa otra película.
Tiene un buen guión, magia, da que pensar y la animación es magnífica.

parque vía


No vive mal el sirviente Beto, muchos querrían ponerse en su lugar. Con una casa para él solo, con unas obligaciones diarias repetidas y fáciles de llevar, con libertad para recibir visitas y cumplir con el deseo sexual semanal. Sin nadie que le mande de cerca y le vigile constantemente. Ya digo, muchos. Por lo tanto, al presentarnos la vida de este hombre, que está interpretado por un actor no profesional, que en su vida cotidiana hace lo mismo que representa en la película, no está reflejando el director mexicano Enrique Rivero una denuncia de opresión, exclusión y miseria. Es otra cosa que podríamos llamar "eremita civil dentro de gran ciudad". Por eso Beto teme que se venda la casa de su señora, porque sabe que no sería capaz de enfrentarse a la vida exterior. Al final, en una pirueta soprendente, prefiere seguir aislado, aunque en unas condiciones muy diferentes.

¿Dónde está el mérito de esta película? En saberlo contar sin grandes medios, con elegancia de estilo y buen criterio narrativo.

miércoles, 17 de junio de 2009

Secret sunshine


Antes de entrar a ver esta película yo ya sabía algo de lo que iba a ocurrirle a la protagonista (no era el final), y eso me condicionó su visión hasta que llegó ese momento.

Lo que caracteriza esta historia es su lenta cocción, su aparente no pasar nada hasta que llega el acontecimiento que produce la fractura total. Sin la actriz, Jean Do-yeon en el papel de Shin-ae, el director Lee Chang-dong lo hubiera tenido muy crudo. Su transformación es paulatina: de alguien que parece insignificante, insipido, vulgar, a encarnar el dolor, el alma arrasada, la felicidad autoimpuesta y el desengaño.

Lo que más me atrae de lo que cuenta esta película es la vía religiosa como consuelo. El director escoge el cristianismo, que suena raro en Corea. Pero lo terrible es darse cuenta de que están dirigiendo tus sentimientos. Y esta pianista no está dispuesta a convertirse en una simple y ferviente creyente.

Escribía con acierto Jordi Costa en El País que la tragedia acaba diseccionando la problemática naturaleza del concepto religioso del perdón. Pero eso sólo es una parte de una revisión completa de las creencias y prácticas religiosas. Tal vez porque no quiere dejar nada sin revisar, esta parte se alarga demasiado.

¿Qué querrá decir la última imagen? Una esquina sucia del patio de una casa, bañada por el sol

Lo que opina Ana:
Es ésta la historia de un dolor que te lleva a enloquecer.
La pega, alargar demasiado el metraje, hay momentos que se hace demasiado lenta, pesada, especialmente en la fase de conversión. Ya se sabe que los rituales de tipo evangélico, tan propios del fanatismo converso estadounidense, son glorificantes para sus adeptos pero ,tener que soportarlos los demás, resulta un peñazo. Sin embargo, en el contexto de la película, por lo atípico,el activo proselitismo que desarrolla la enardecida comunidad cristiana de una remota ciudad surcoreana resulta realmente sorprendente.
Lo mejor, la extraordinaria interpretación de su protagonista, va cambiando increíblemente sus registros y metiéndose de lleno en la piel de un personaje realmente difícil de interpretar.
Drama psicológico muy conseguido.

sábado, 13 de junio de 2009

la caja de pandora


Escribía el siempre imprevisible Carlos Boyero que la "Caja de Pandora", de la directora Yesim Ustaoglu, era la única película, junto a "Frozen river" (todavía no estrenada en España), de la sección oficial del Festival de S. Sebastián 2008, que hasta ese momento le había hecho sentir y pensar (El País, 23 de septiembre). Lo que no sabía yo es que a ese mismo festival se había presentado "Still Walking", de Kore-eda (ahora en cartelera), y, claro, sabiendo esto me hago la misma pregunta que Jordi Costa (El País, 12 de junio de 2009), ¿qué llevó a los miembros de ese jurado a decantarse por dar la Concha de Oro a la mejor película a "La Caja de Pandora" y no concedérsela a "Still Walking"?

La historia de la abuela, interpretada con fuerza por la francesa Tsilla Chelton, está bien, aunque tal vez sea un poco excesiva, lo que ya resulta abusivo es presentarnos a sus tres hijos más perdidos que la propia abuela, y que sea ella, con un alzhéimer evidente, la que tenga que centrar a sus tres desorientados vástagos. En fin, las ramas laterales de esta historia pesan demasiado. Me llamó la atención la escenografía de Estambul, nada turística. Parecía una ciudad nórdica (tapando los minaretes), con esa luz fría y húmeda. Además la vida de los turcos, nada islamizada. También me sorprendió el paisaje atlántico de las montañas de la abuela, cerca del Mar de Mármara.
Lo que opina Ana:
Es una película fallida en su argumento, ¿qué es eso de que una abuela demenciada se convierta en la redentora de una familia que hace aguas por todos sus flancos?No se sostiene lo que debería ser el pilar y así no puede funcionar.
Me resultó sorprendente encontrar una Turquía muy occidentalizada, sin ningún peso religioso, esta historia podría haberse rodado en cualquier país europeo contrastando la estresante y despersonalizada vida de una gran ciudad, con la fuerza y soledad de una aldea perdida en las montañas. No se oían los cánticos del muecín, uno de los recuerdos más arraigados que tengo de Estambul, las mezquitas aparecían como parte de un paisaje muy lejano, componiendo el skyline urbano. Tampoco era la Estambul turística, era la ciudad moderna, con sus torres de apartamentos, igual a cualquier otra, sin personalidad; alguna estampa del puerto, los viejos barrios junto a la Torre Galata, un paseo matutino (demasiado vacío y silencioso para ser real) en el barco que comunica las dos orillas, fueron los únicos momento en que pude reconocer algo el pulso de esta caótica y bella ciudad. También me sorprendió el marcado paisaje alpino en las cercanías del Mar Negro, volvías a creerte en Europa.
Pero, volviendo a la película, se le va de las manos a su directora, no es capaz de darle consistencia a un proyecto tan ambicioso que se le escapa por falta de credibilidad, empezando por una abuela demasiado vieja para ser la madre de los protagonistas, los perfiles de los personajes tienen poca hondura, sólo consigue transmitir bien su ritmo nostálgico, en lo demás fracasa, pero se deja ver. Lo que no puedo comprender es cómo desbancó del palmarés en San Sebastián a la magnífica "Still walking"; los jurados pierden muchas veces el norte, o están directamente descerebrados.

martes, 9 de junio de 2009

Still walking


Podríamos hacer un ejercicio de memoria, ¿cómo empieza esta película de Hirokazu Kore-eda? No es fácil responder porque se van sucediendo imágenes intrascendentes, cotidianas, de vez en cuando sube un momento la tensión, pero nunca se desborda, se vuelve enseguida a la normalidad del paso del tiempo. El gran protagonista es el hogar, la casa como centro y motor de nuestra memoria, de lo que somos y de lo que quisimos ser, de lo pasado que marca el presente. Dentro de la casa la mujer es el núcleo, la madre (Kore-eda quería recordar a la suya, muerta hacía tres años) es la persona principal de las relaciones familiares, y esas relaciones se establecen en torno a la comida (para un japonés, y para nosotros, debe ser una delicia jugosa ver todo ese afán culinario).

La familia, una vez crecen los hijos, con las desgracias que puedan llegar, se va separando. Aunque se propongan estrechar lazos, los caminos se alejan inexorablemente y terminas ofreciendo flores ante la tumba de los padres. Película sencilla en apariencia, pero no lo es.

Lo que opina Ana:
24 horas en la vida de una familia japonesa, en las que se reúnen para conmemorar, como cada año desde hace quince, la muerte del primogénito, ahogado de forma altruista por salvar a uno en la playa.
El tiempo transcurre con un ritmo real, sin que pase nada sobresaliente, pero poco a poco se van destapando los rasgos de cada uno de los componentes de la familia, sus defectos y sus virtudes, sus afectos y sus desamores. Consigue el director Hirokazu Kore-eda, crear un espacio evocador y universal; a pesar de las diferencias culturales, todos podemos encontrarnos reflejados y sentir lo que él añora y entristecernos y alegrarnos con las tristezas y las alegrías de sus personajes y disfrutar con sus planos, algunos auténticas fotografías artísticas, como las que componen las manos de los niños entre las flores del cerezo del jardín, o la del bodegón nocturno de la mesa silenciosa y en penumbra del comedor.

lunes, 8 de junio de 2009

Good


Viggo Mortensen declaraba que para preparar la película se había perdido por los pueblos de Alemania, viendo a la gente, estudiándola. Creo recordar que también había ido a algún campo de concentración. No sé para qué. Primero, porque los alemanes de ahora no son, afortunadamente, los de entonces y, segundo, porque la construcción de su personaje necesita otra cosa, más verdad, mejor guión y menos artificio. Él hace lo que puede, pero el director, Vicente Amorim, se lo pone tan difícil que ni siquiera se atreve a presentarlo como un cobarde acomodaticio, sino que al final le hace ir a un campo de concentración, vestido con el uniforme de las SS, a buscar a su amigo judio. Esa sería la pequeña redención, tardía y artificial. Fingida. En realidad, toda la película tiene ese tono de lejanía. Además, a estas alturas, otra de nazis, o es muy buena o mejor dejarlo.

Lo que opina Ana:
La película es mala de principio a fin, nada más comenzar piensas que has metido la pata, todo chirría en un guión y unas tomas sin consistencia y el metraje, desgraciadamente, confirma que lo que mal empieza, mal acaba. Si tan siquiera, en vez de Good, se hubiera titulado Bad...

El caballo de dos piernas

Me contaba Ana que había leído a Elvira Lindo o a Muñoz Molina comentar que cuando veía en la cartelera una película iraní o de las proximidades, desistía de ir. A pesar de la reconocida maestría de algún cineasta iraní, sus películas son prototipo de cine de festival, recibe premios, pero en salas vacías.
Sin embargo, cuántos directores son capaces de decir que quieren cambiar el mundo con su cine, un mundo hostil y temerario, cruel e inhumano, precisamente por culpa del ser humano. Hay tanta voluntad de usar el cine como arma, que te parece hasta ingenuo. Pues así se presenta esta directora iraní, Samira Makhmalbaf.
Hacer cine es muy complicado; ahora bien, la experiencia del rodaje de esta película es especial. No la puede filmar en Irán, se va a Afganistán, les ponen una bomba, que termina matando a un extra, y ella se salva porque la resguarda un caballo, que muere. Se cambian de pueblo para acabarla. ¡Vaya experiencia!
Y la película ¿qué? Pues que no es para cualquiera. Tiene un lenguje visual diferente al que estamos acostumbrados. Los actores, niño y joven, estan bien, son veraces. La directora consigue lo que se propone: visualizar cómo un jinete humilla más y más a su víctima hasta reducirla a la condición de animal. Queda a gusto de cada cual seguir o no el comportamiento de ese matrimonio.
Lo que opina Ana:
Cuanto más tiempo pasa de la visión de la película, le encuentro más sentido y la valoro más. En un primer momento se me hizo larga y pesada, era un cuento cruel que me molestaba y del que se me escapaban importantes claves culturales. Distanciándome de esa primera impresión, la película guarda toda su dureza y la encuentro cada vez más completa, su mensaje más claro y aplaudo su estética parda, dominada por unos colores que cubren la gama del beige al marrón, los de una tierra árida, inhóspita, que cría hombres salvajes, sin corazón. Los dos protagonistas, niños que en sus vidas reales sufren todas las carencias de una sociedad injusta, consiguen meterse de lleno en el cuento y hacerlo real.

sábado, 30 de mayo de 2009

radio encubierta



Es difícil hacer una película de un barco que no se mueve, varado en el mar inmóvil. Por eso todo depende de lo que ocurre en el interior, pero la vida de los pinchadiscos entonces, era, dentro de lo que cabe, bastante mística, la música era, casi, su única pasión, vida, lucha y razón de existir. Para contrarrestar este aislamiento, la cámara muestra los efectos saludables que los discos causan en toda la sociedad inglesa, salvo en el gobierno y en ese ministro "Dormandy" (Kenneth Branagh), que considera esos sonídos maléficos e infernales. Por lo tanto, nos quedamos con la música, con esa reconocida banda sonora, y las historias que nos cuenta Richard Curtis, unas más redondas que otras, las tomamos como anécdotas. Claro que hay películas musicales mejores (me sigo acordando de Robert Altaman "El último Show"), pero con esta radio pasamos un buen rato, aire juvenil de los sesenta.
Lo que opina Ana:
La música lo puede todo y hace soportable una mala película, junto a un estupendo plantel de actores, lo demás no vale nada.

la belle personne


El Pequeño Cine Estudio Magallanes es un caso único por muchas razones: proyecta en V.O.; en una sola sala se pasan tres, cuatro y hasta cinco películas al día, alguna sólo se puede ver una sola vez a la semana y así lleva meses; a veces, durante la proyección entran los responsables de la sala como si estuvieran en su casa, abren la puerta, descorren la cortina, encienden una linterna. Cosas raras, y esta última molesta, que espero que no se convierta en costumbre. La Belle Personne, de Chirstophe Honoré, sólo la podemos ver en este cine en todo Madrid.

La traslación del ambiente cortesano del siglo XVII a un institutuo de París, aunque sea el muy distinguido y muy viejo Enri IV, con estudiantes atomentados de amor, en lugar de bellas damas y pícaros nobles, se hace difícil. Pero eso no es lo peor (aparte de los problemas de sonido y de ver las imágenes permanentemente sombrías), la confusión argumental y el desarrollo atropellado son defectos que se hacen muy presentes al principio. Al final queda una sola trama amorosa, pero, en este caso, le sobra enredo y le falta fuerza. No es una buena película, aunque el chico, Louis Garrel, sea un nuevo David de Miguel Ángel, y, además, enseñe italiano.
Lo que opina Ana:
Una adaptación de una novela del XVIII "La princesa de Clèves" de Mme La Fayette, llevada a los escenarios de un París de finales del XX, concretamente a un instituto poblado por estudiantes que merecerían pasar su tiempo sobre las pasarelas, acompañados por sus profesores, especialmente por el bellísimo profesor de italiano. No tiene hondura, sus disquisiciones sobre el amor resultan frías y cansinas, lo único que alegra el ojo es la contemplación de esos bellos figurantes.

domingo, 24 de mayo de 2009

vacaciones de ferragosto


Esta película de Gianni di Gregorio (director, guionista y actor principal) se te hace realmente corta. Sólo dura 75 minutos, pero se pasan en 30. Yo creo que los espectadores nos quedamos con la expresión congelada del ¡yá acabó! Es una buena señal.

Son cosas de esta Italia increible (por lo bueno y lo malo). Estos italianos son capaces de organizar formas de convivencia insólitas; en este caso en forma de residencia de ancianos, pero muy particular. Más bien parece un grupo de colegialas rebeldes y marchosas. Queda en segundo plano, pero visible, esa decadencia y soledad que trae consigo la vejez, pero sin dramatismos. Sales del cine con la sonrisa puesta y todavía perdura un buen rato.
Lo que opina Ana:
Amable y divertida comedia romana sin grandes pretensiones, que sólo busca contar una historia costumbrista con un tono pícaro y a la vez tierno. Se ve en un suspiro, cuando llega el final tienes la sensación de haber saboreado un dulce durante el tiempo justo para no hacerse empalagoso. Muy bien elegidas estas debutantes octogenarias que se crecen ante la cámara.

séraphine


De las tres películas que he visto con opciones a los premios CESAR, La Clase, Un cuento de Navidad y Séraphine, esta última es la que me parece más tradicional, más clásica, y desde luego por detrás de La Clase; sin embargo, se llevó siete premios, los mejores, además.

Es interesante, está excelentemente interpretada por Yolande Moreau y no tan bien dirigida por Martin Provost. La ambientación es impecable, pero su desarrollo es un poco acartonado.

En fin, se ve bien, descubres una pintora y una obra que no conocías, situado todo en ese periodo de las vanguardias artísticas, que prácticamente queda soslayado.
Lo que opina Ana:
Biografía de una desconocida pintora francesa del periodo de entreguerras, una mujer alejada de la realidad, inmersa en su mundo interior, en sus universos de locura que la acabarán arrebatando y conduciendo al manicomio. La casualidad hace que esta ingenua provinciana sea conocida por uno de los más famosos críticos de la época, Wilhelm Uhde, quien sabe valorar su genialidad artística y quien tratará de hacerla famosa. La película recrea muy bien el ambiente en que se mueve Séraphine, su vida y sus obsesiones, lo hace con un ritmo lento y lo asienta en el magnífico trabajo de su protagonista Yolande Moreau, sin duda lo mejor de la película.