domingo, 28 de junio de 2009

A contraluz

Lo que opina Ana:
Afortunadamente pudimos ver en una sala los aclamadísimos cortos de Chapero-Jackson; "Contracuerpo", "Alumbramiento" y "The End", los dos primeros precedidos por múltiples y merecidos premios en numerosos certámenes nacionales e internacionales.
Domina el director a la perfección el tiempo y el lenguaje propios del corto, narrando grandes historias, todas ellas trágicas.
La primera, un alegato contra la anorexia como resultado de una sociedad consumista y enferma, realizado con una fotografía y unos encuadres bellísimos pero fríos, como ese mundo sin sentido en el que vive la protagonista, abocada a la soledad y a la autodestrucción.
La segunda acercándose al lecho de una moribunda, filma con delicadeza el terrible trance de la muerte y la angustia de los que la rodean. Nuevamente los encuadres, las luces, las tomas son perfectas y expresivas, condensando en ellas una atmósfera angustiosa que acaba haciéndose más dulce cuando finalmente llega la muerte. Por mi experiencia personal, lo que más me impactó es ese regreso al pasado más remoto antes de abandonar este mundo, la llamada desesperada a la madre en busca de consuelo, la evocación de una infancia lejanísima hacia la que quizá siempre se vuelve; recordaba las ensoñaciones de mi abuela Lía, tan alejada ya de nosotros y, sin embargo, recuperando a sus padres, volviéndose niña otra vez antes de dejarnos.
La tercera, un western futurista, emplazado en un mundo escaso de agua, donde impera la ley del más fuerte y el sálvese quien pueda, pero al que no llega el sherif justiciero porque no hay esperanza. Resulta artificiosa, no tiene la fuerza narrativa, ni la belleza de los otros cortos.