
Nos aconsejaron no ver la película si pensábamos leer el libro. Yo no lo pienso leer, aunque si lo hiciera sería por lo que esta película no me ha contado y sé que está: las descripción pormenorizada de ambientes, situaciones, relaciones y geografía.
Estoy de acuerdo con Carlos Boyero, mejor que hayan sido los suecos los protagonistas de esta adaptación, que verla en inglés, con la factura de Hollywood. Pero no quiere decir esto que no tenga vicios de cine de masas: esas explosiones visuales y sonoras al final de una secuencia para acrecentar las pulsaciones, esa música que te pone en situación. Directores más templados y valientes no lo habrían hecho. Ahora bien, la película se ve bien y tiene un personaje arrebatador, que marcará estilo e historia: Lisbeth Salander (Noomi Rapace). Es la mejor creación, estoy seguro, de la novela, y lo es de la película ("heroina tan turbia, insólita, compleja y magnética", Carlos Boyero, Babelia, 20 de junio, 2009).
La resolución de la trama, como suele ocurrir, es mucho más simplona y facilona que la investigación; por eso criticaban en Metrópolis que haya tantos finales seguidos, porque sabe el director que es la parte más endeble.
Lo que opina Ana:
Sin haber leído la exitosa novela en la que se basa fuimos a ver la película. Está bien realizada, los actores, especialmente la protagonista, consiguen recrear con autenticidad sus personajes, de manera que cuando lea las novelas inevitablemente tendrán sus caras.
Es un thriller que te mantiene en vilo y que cuida mucho la caracterización de los personajes. Lo más logrado, la creación de un nuevo tipo de heroína, urbanita, inteligente, experta informática, vengativa, dura, que esconde su fragilidad en una apariencia agresiva, llena de piercings, tatuajes y embutida en cueros como un rockero, así se defiende de un mundo hostil, en lo que a lo que más teme es a sus propios sentimientos.
Lo que opina Ana:
Sin haber leído la exitosa novela en la que se basa fuimos a ver la película. Está bien realizada, los actores, especialmente la protagonista, consiguen recrear con autenticidad sus personajes, de manera que cuando lea las novelas inevitablemente tendrán sus caras.
Es un thriller que te mantiene en vilo y que cuida mucho la caracterización de los personajes. Lo más logrado, la creación de un nuevo tipo de heroína, urbanita, inteligente, experta informática, vengativa, dura, que esconde su fragilidad en una apariencia agresiva, llena de piercings, tatuajes y embutida en cueros como un rockero, así se defiende de un mundo hostil, en lo que a lo que más teme es a sus propios sentimientos.