Basada en un caso real, el director
decide fabularla con la creación del personaje femenino protagonista, Nora, una
mujer capaz de abandonarlo todo por buscar la defensa de un inocente, algo en lo que
cree con absoluta seguridad. Su personaje hace aguas, es excesivo, poco creíble
y nos aleja de la realidad del proceso. Demasiado griterío que incluso hace
perder fuerza al arrebatado alegato final del abogado defensor
Vista el 15 de septiembre del 2019