Película políticamente incorrecta que
pretende parecer lo contrario. Recurso al humor fácil, a la parodia más simple,
al buenismo, cuando lo único que hace es reproducir clichés inaceptables. La
gente se reía con ganas e incluso aplaudió al final de la proyección, ante
nuestra mirada ojiplática. Algo parecido sentí con el éxito de los 8 apellidos
vascos, ahora a la francesa y centrado en el mundo de la benevolencia.
Vista el 10 de diciembre del 2019