Lo mejor de la película, la interpretación de Xan Cejudo, borda el difícil papel que le toca interpretar como el jefe del clan Padín, casi minusválido pero con la cabeza en plena forma. Lo demás es excesivo, la música, los giros del guión, la patológica personalidad del protagonista, bien defendida por Luis Tosar. Un poco de freno le habría venido bien y la habría enriquecido.
Vista el 13 de septiembre del 2019