Una historia inspirada en casos
reales, nos adentra en la dura lucha contra la drogadicción de un joven bretón
que tras una sobredosis acaba en un centro religioso de la alta montaña alpina
para intentar dejar atrás sus adicciones y tratar de recuperar su vida. El
director nos introduce en los conflictos de este chico para sufrir con él los
rigores de una vida asceta con la que intenta transformarse. No llegas a
encariñarte con él, de su hosquedad e introversión inicial pasas a ver su
inmersión en el grupo, pero sin comprender del todo su infierno. El guión está
bien escrito, aunque deja algunos aspectos poco trabados. Sorprende la
aparición en pantalla de una Hanna Schygulla que sigue reteniendo la fuerza de
su mirada en un cuerpo muy cambiado por el paso del tiempo.
Vista el 19 de junio del 2019
Vista el 19 de junio del 2019