Otra vez paseamos por una China llena
de contrastes y contradicciones, una China que crece a costa de destruirse a sí
misma. Excelentes interpretaciones, Zhao Tao, la protagonista, matiza cada
expresión de su personaje. En cuanto a Liao Fan, me mantuvo todo el tiempo con
la mente viéndolo como un doble chino y más alto de Fernando Ceballos. Está
bien contada, aunque se alarga en exceso, es una pena con media hora menos de
metraje, habría resultado mucho más redonda.