¿Qué podemos decir de esta película? Que es demasiado ambiciosa. El director, que también es el guionista y se encarga de la música, quiere levantar un fresco histórico totalizador, que va del rey al pueblo; el rey en su corte con sus fantasmas, sobrepasado ampliamente por los acontecimientos, y el pueblo hambriento que anhela, suspira y al final exige que Francia cambie para que ellos dejen de ser unos siervos, chusma como dice algún diputado de la Asamblea Nacional. Pero, ¿cómo representar esto? El director elige varios personajes y nos cuenta su vida, lavanderas, un vidriero, un ladrón..., y los coloca en la caldera hirviendo de la Revolución. Protagonistas unas veces, testigos otras, pero siempre presentes. Para completar no podían faltar los líderes ideológicos, los grandes oradores, los agitadores, empezando por Marat, que parece un bufón, pero con una lengua afilada como un puñal; el circunspecto pero implacable Robespierre; el exaltado Danton; el juvenil airado Saint-Just, y otros más. Incluso el mismo Lafayette, justificando ante una lavandera detenida las matanzas de septiembre en el Campo de Marte. Lo difícil es saber encajar todo esto, saber llevarlo al cine. Por presupuesto no ha quedado: vestimentas, ambientes, exteriores, extras, todo sin escatimar. El resultado final es el de una mezcla no conseguida, en excesos de guión, en pesadez. No siempre con más medios se consigue lo mejor. Yo disfruté y aprendí, porque estoy seguro de que el director ha sido fiel a los sucesos y a la vida que refleja. Ana se durmió. Y todo el tiempo estuve pensando qué habrían dicho los alumnos. Me hubiera gustado comprobarlo.
CALIFICACIÓN: tres estrellas (en Metrópolis, igual)
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Excesiva, larga y pesada. Los sans
culottes parisinos resultan poco creíbles, el ritmo narrativo tiene muchos
vaivenes. Se pretende reconstruir al detalle lo ocurrido entre el estallido de
la revolución francesa y la ejecución de Luis XVI, vemos a un pueblo
enfervorecido que no para de cantar, sin duda esas canciones están
documentadísimas, pero en la película suenan como si fueran de cartón piedra. Muchas
figuras históricas, muchos acontecimientos y todo confuso, para quien no
conozca el proceso, esta película no sirve para aclarárselo. Para mí lo más
creíble, las escenas que muestran al rey y a su familia, las que pretenden
acercarnos a su pueblo, me dejan fría.