Había varias cosas que llamaban a la contención, por ejemplo que solo los Yelmo la estrenaran en versión original. Luego que fuera una distopía nacida de un libro de orientación claramente juvenil, pero cuando leí la crítica de Javier Ocaña (y lo hice varias veces) no quedaban dudas de que se trataba "de un conjunto admirable". Y lo será para el crítico, para nosotros (me acompañó mi hija Lía) es una película mediocre (no diré mala por prudencia) en todo: en el desarrollo de la historia, en la propia profundidad de lo que se muestra desde un punto de vista filosófico, en la actuación de los actores: hay escenas sentimentales de compañerismo casi infantiles (el público era abrumadoramente juvenil, algunos algo más, solo tres como yo, pero no eran niños de dibujos animados), y en el final, todo ya preparado para la siguiente de la serie, pero no contarán conmigo.