sábado, 6 de septiembre de 2014

Las vidas de Grace. Dir. Destin Daniel Cretton

Las vidas de Grace tiene un mensaje que dar: aun en las situaciones más difíciles, la comprensión y la ayuda permiten salir de la zozobra de lo oscuro. Muestra que sí funcionan los controles sociales del Estado y que hay gente entregada a enderezar vidas torcidas. Buenismo, sí, sin duda, pero sin caer en lo exagerado.
Grace es una chica joven que ha tenido muchos problemas en su adolescencia y que ahora trabaja con entrega total y con una gran profesionalidad como monitora en una casa de acogida para jóvenes de ambos sexos y de todos los colores que están en situaciones muy complicadas. Es como la casa soñada para chicos y chicas que no han tenido hogar y que lo tienen es un infierno. Grace y sus compañeros luchas denodadamente por salvarlos, con humor, sin condicionamientos. Gente maja, diríamos. 
Puede ser utilizada en las clases de aquella asignatura que tanto molestó a algunos poderes llamada "Educación para la Ciudadanía" y que ya no existe. ¿Por qué será?
Lo que opina Ana:
Demasiada edulcorada para una realidad tan dura como la que se narra, la de la vida en un centro de acogida de menores, cada uno de ellos con una historia espeluznante a sus espaldas.

La verdad es que te alegras de ver a gente tan entregada, tan buena, tan inteligente, capaces de llenar de afecto los corazones de unos adolescentes torturados, pero suena un poco empachoso, poco creíble. Es demasiado transparente y predecible, le falta el desgarro, la dureza que la harían más real.