Esta película y su director han conseguido varios de los César más importantes del cine francés (otra vez el cine francés en las salas de versión original).
Es una comedia con un origen teatral, que se adapta desde el escenario a las formas del cine.
Otra película más de esas para pasar el rato, con momentos más acertados (el viaje del protagonista a la Línea de la Concepción para ¡aprender español!), y otros más tópicos y forzados (el mismo personaje, el protagonista, en Baviera).
Al final, el actor, que encarna al hijo y a la madre, hace un homenaje a su madre, desde el reconocimiento que su amor a ella condicionó su propia existencia vital hasta pasados los treinta. Pero sin dramatismos. Comedia ligera, sin la brillantez de una gran historia, aunque Jordi Costa vuelva a referirse otra vez a Woody Allen.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Según confiesa su director, guionista
y protagonista por partida doble, Guillaume Gallienne,se trata de una película autobiográfica que
pretende liquidar cuentas con una madre adorada
y castradora. No sé si lo habrá conseguido, como comedia resulta flojita, como drama tampoco alcanza hondura. Quizá al comienzo
alcance la película, con la llegada de Guillaume a la ciudad más fea de España,
la Línea de la Concepción, su mejor tono humorístico, pero no sabrá mantenerlo
a pesar de sus múltiples intentos. Sólo válida para pasar el rato, y habiendo
tantas cosas que hacer, no merece la pena.