Lleva mucho tiempo en cartelera, aunque ahora sólo en una sesión diaria (Renoir Plaza de España). No estaba muy seguro de que me gustara, por eso he ido demorando su visión. Los premios la han favorecido, sobre todo el Oscar a la mejor película extranjera.
Es un tema atrevido: la relación entre un hombre asentado socialmente, casado o separado, con hijos, con una mujer transexual (transgénero se dice ahora). La acción recae en Marina, al fallecer su pareja al poco de iniciarse la película. Es ella, sin apoyo de nadie la que tiene que sobreponerse y hacerse valer, ante la familia de su novio y ante los poderes institucionales (la policía).
Lo mejor es el cuidado encuadre de las escenas. El ritmo es lento y cadencioso, aunque con una tensión creciente. Hay episodios que desdibujan la situación, como la del club nocturno y la relación momentánea que se establece entre la protagonista y un desconocido. El final es como un epitafio. Ella, Marina, cantando un ópera en un teatro. Parece significar el reconocimiento de esa persona y la expiación del sufrimiento.
A mi me gustaron más otras películas que optaban a ese premio, empezando por la rusa "Sin amor", sin duda.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Ha arrasado en los palmarés
internacionales acumulando premios, yo no entiendo tanta fascinación. Me parece
que tiene una narración que no avanza, que se enreda. Sí compone bien al
personaje protagonista, ésa es la fuerza de la película, pero no sale de ahí.