Dice el director que estuvo a punto de poner "basada en hechos reales", porque lo que vemos, aunque parezca insólito, inverosímil y dolorosamente ridículo, sucedió. Hacer comedia bufa y burda de algo terrible es difícil porque se corre el riesgo de banalizar el terror, el miedo y la muerte. Es lo que puede ocurrir con esta película; desde luego el mejor antídoto contra el régimen estalinista y sus sucesores del Comité Central.
Tal vez sea un poco repetitiva en su sucesión de disparatadas escenas. Hay que dar un ritmo que gradúe y dosifique este retrato inmisericorde de la Unión Soviética a la muerte de Stalin. Cada personaje es el reflejo de la indignidad de los dirigentes y de su cadena de mando. Una lección sobre el poder, la crueldad y la sumisión, pero hay que elevar el nivel cinematográfico para que sea una película duradera.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Parodia de la muerte del dictador y de
la carrera por su sucesión. Había visto el tráiler y quería recordar a las
comedias de Lubitsch, pero ni de lejos se acerca a ellas. Consigue presentar el grado de corrupción de
la cúpula política soviética y en ese
aspecto la parodia funciona muy bien, pero no alcanza el status de gran comedia
corrosiva e inolvidable.