Es una película atrevida. En blanco y negro, con dos enfoques muy contrastados, el de las cartas de amor, del amor ausente, añorado, y constantemente en el pensamiento hacia la amada, y el de las imágenes del protagonista, el mismo que escribe las cartas a su mujer, desde Angola, como médico de las fuerzas coloniales portuguesas en plena guerra. Los dos mundos se entrelazan en un relato donde Lobo Antunes, interpretado por Miguel Nunes, casi no habla, escribe, mira y reflexiona. La receptora de las cartas nos las lee en la voz de la mujer del director de la película. El rodaje fue largo y duro. Recrear ese mundo tan especial no fue fácil. Lobo Antunes condicionó su beneplácito a la película, siempre que se filmara en la propia Angola. Las cartas las guardó su mujer y poco antes de morir, ya divorciada del escritor, se las dio a sus dos hijas para que las hicieran públicas. Cine sugerente, hecho con rigor, atrevido. Cine.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Una visión intimista de la guerra de
Angola, a través de la relación epistolar del joven Lobo Antunes, por entonces
médico de campaña del ejército portugués, y su esposa embarazada que vive en la
metrópoli. El director utiliza estas cartas, para adentrarse en un relato muy
personal, a través de las vivencias y los sentimientos del escritor. Utiliza
una fotografía en blanco y negro, muy efectista, para componer la descripción de
la guerra y la vida de los soldados en medio del horror. No se toma partido, no
hay un relato lineal, no se defiende tesis alguna, son las bellas palabras
acompasadas por las imágenes, las que nos transportan a esa realidad.