sábado, 8 de julio de 2017

Verano 1993. Dirª Carla Simón

Algunos dicen que es de las mejores películas que se han hecho en España el último año. Cuenta con dos niñas como protagonistas; una, la pequeña, es un encanto, se llama Anna (Paula Robles); la otra, un poco mayor, vive una situación muy compleja, y lo trasmite muy bien. Es Frida (Laia Artigas). La directora de manera indirecta nos cuenta todo lo que debemos saber, y ahí está su gran mérito. Es el espectador el que reconstruye la historia y se sumerge en ella al hacerlo. No era fácil hacer esta película y la directora lo ha conseguido con sabiduría, a pesar de ser su primera obra.
Lo que opina Ana:
Este primer largometraje de Carla Simón es una perla cultivada, consigue dar el tono adecuado a cada una de sus escenas para narrar una historia íntima, delicada, triste y esperanzadora, al mismo tiempo. Elige a Laia Artigas para el papel protagonista y acierta plenamente en su elección, la niña es capaz de transmitir los cambiantes estados de ánimo que afectan a su personaje. Su prima, Anna en la película, Paula Robles en la realidad, es otro prodigio, es el contrapunto alegre, la admiradora fiel, la dulce y bondadosa pequeña que admite al “enemigo” con agrado. Ésta es la segunda película catalana que nos visita, a mí me ha cautivado, sin duda quedará en mi selección entre las mejores películas del año.