No es un documental perfecto, pero se ve con gusto. Descubrir la arrolladora personalidad de Chavela y su música es siempre interesante. Si aparecieran sus memorias y las narrara a fondo, sin tapujos, sería un exitazo completo (y un escándalo). Hay testimonios curiosos e interesantes (qué jóvenes están Almodóvar y Bosé, incluso ya fallecida Chavela, lo que nos indica el tiempo que les ha costado a las directoras hacer este trabajo) y otros de relleno (el de Elena Benarroch, cuya mesa de desayuno, llena de frutas, es hasta lujuriosa).
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
La película se estructura a partir de una entrevista que da Chavela a un grupo de activistas lesbianas en
1991, tras haber pasado 12 años perdida en las tinieblas del alcoholismo. Su
biografía se reconstruye con fotos fijas, grabaciones y las maravillosas
canciones que salen de su boca. Desde su huida de Costa Rica, encontrando en
Méjico un hogar en el que poder vivir infringiendo todas las normas, como la
más “macha” de todos los machos, hasta su desvanecimiento durante 12 años
ahogada en tequila y su resurgir en 1991, para iniciar una última y aún larga
etapa de diva coronada, vamos recorriendo su vida y sus frustraciones,
dejándonos emocionar por su alma de artista desgarrada. Eso es lo que es esta
película, una reivindicación de un alma libre, luchadora y atormentada.