Boyero no cabía en sí de gozo. En Metrópolis le daban cuatro estrellas. A mi me pareció mala y perniciosa. Algunos críticos han escrito que refleja el clima de corrupción y degradación de la España del pelotazo. Pero meter al hijo de un ministro corrupto, que es bobo pero listo, con una invidente de Podemos, inocente, aunque no tanto y con ganas de rollo, en el mismo envoltorio crítico y usar a discapacitados dentro de ese vagar tontuno del protagonista, a mi no me hizo ninguna gracia. No me salí del cine porque Ana no me dejó.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Las críticas la ensalzaban por su
frescura, a mí me pareció un bodrio, no me hizo gracia alguna, ni me pareció
que sirviera de retrato social de la España actual, afortunadamente. Los
jóvenes, sean de izquierdas o de derechas no llegan a estar así de
descerebrados, y si lo están lo reflejan de otra manera. El pedazo de pijo que
retrata, nunca podría verse en una situación como la que se describe, aunque tuviera
encefalograma plano. Me pareció que uno de los chicos síndrome down que
aparecen es Fernando, el hijo de mi compañera Mari Paz, él sí que hace dignamente su papel.