domingo, 18 de junio de 2017

Las confesiones. Dir. Roberto Andò

Se marcharon dos personas a media película o antes. Deberíamos haber hecho lo mismo. Es una película grandilocuente, pretenciosa, ampulosa, con una música criminal y con tomas espectaculares (planos cenitales, interiores perlados...), que no esconden lo poco sólido de un guión que quiere hacer una denuncia política global, mundial. Ni siquiera el capuchino que interpreta Toni Servillo puede enderezar esta historia maniquea de malos (los políticos), bueno (el religioso) y tontos (una escritora y un cantante pop).
Lo que opina Ana:
Hay quien cree que sabiendo jugar con las composiciones, buscando imágenes elaboradas, ya puede hacer una buena película, pero la realidad  nos dice que son muchas más las partes en liza y aquí fallan prácticamente todas. Tampoco salva la película el hecho de que se haya rodeado de un coro de actores consagrados, cuando el guión no tiene fuelle, apaga y vámonos...