Esta película viene con el marchamo de haber batido todos los récord de taquilla en Francia. En lugar de explotar las diferencias regionales entre los habitantes de un país (como pasaba en "Bienvenidos al Norte", 2008), se moderniza y nos presenta una situación posible en este mundo globalizado "...risas amables para la escalada electoral del lepenismo" (Jordi Costa). Un matrimonio conservador de provincias ve como sus hijas se casan con maridos de otras religiones y otros países de procedencia, aunque todos muy franceses y patriotas. Jordi Costa (19 de diciembre El País) se refiere a Louis de Funes al menciona al actor principal, el padre de las hijas, Christian Clavier, pero para precisar que no es lo mismo. En cualquier caso es una película agradable (en Metrópoli le dan dos estrellas). Correcta, aunque algo forzada en su tramo final, el del último matrimonio.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Comedia ligera que te hace pasar un buen rato, Éxito de taquilla en Francia, algo que entiendo mucho mejor que el que aquí tuvo Ocho apellidos vascos, película llena de tópicos y con un humor muy elemental. Un matrimonio burgués y de provincias, con cuatro hijas guapas y bien preparadas, se encuentra con que ellas van a elegir como maridos a un variado plantel multicultural y multirracial. La historia se centra en la pequeña, la única que queda soltera, la que representa la última esperanza de emparentar con un francés de pura cepa, pero ella ha elegido a un comediante africano. El duelo entre los futuros suegros hará crecer la hilaridad al final de la película.
Algunas críticas le achacaban defender unos valores muy tradicionales, la familia como centro del universo. Desde luego no es una feroz crítica del sistema, pero tampoco engaña a nadie, no pretende nada más allá que hacernos pasar un buen rato, y eso está conseguido.