sábado, 31 de enero de 2015

La conspiración del silencio. Dir. Giulio Ricciarelli

Película muy interesante, de esas que deben verse en las aulas. Aunque no es buena, sí lo es el tema que trata, y de él se pueden sacar muchas derivadas.
No es buena porque tal vez necesitaba otro tono, hasta otro color, el blanco y negro. Nos presenta una Alemania casi normalizada a finales de los años cincuenta, donde nadie quiere recordar y menos pagar por cosas que ya pasaron. Cuesta trabajo aceptar que a comienzos de los años sesenta poca gente en Alemania conociera lo que había ocurrido en Auschwitz, y los que lo sabían eran los verdugos o las pocas víctimas que sobrevivieron en un lugar donde, en el 70 aniversario que se acaba de conmemorar de su liberación, dicen que murieron asesinadas más de 1,1 millón de personas. La labor de la fiscalía, de algunos fiscales mejor dicho, destaparon este horror y se pudo llevar a algunos asesinos a juicio, sin que se arrepintieran, como nos dice un texto al final.
Lástima que para hacer algo más atractivo el tema hayan elegido el modelo del telefilm.
Lo que opina Ana:
Una historia estupenda que el director no sabe explotar. La película falla  por todos lados, hace aguas, sin embargo, la sigues con interés por la fuerza de lo que se está contando, no te arrepientes de haber pagado la entrada por haberte podido enterar de lo que estaba pasando en la Alemania federal a finales de los 50, donde los antiguos nazis se habían integrado en la vida social  libres de toda responsabilidad. Pena que esta historia no hubiera caído en unas manos más expertas y no en las de un principiante que no sabe darle vuelo desde el punto de vista cinematográfico.

La teoría del todo. Dir. James Marsh

Está bien conocer esta aproximación a la biografía de Stephen Hawking porque permite situarlo en su ambiente universitario como un estudiante brillante y despistado (lo típico) antes de que la enfermedad aparezca con toda su crudeza y realismo. En ese momento la figura de su futura mujer es crucial. Jane (interpretada por Felicity Jones) es la abnegada mujer que deja su tesis sobre poesía medieval española para cuidar a su marido, empresa gigantesca, además de tener tres hijos con él.
La inteligencia y los conocimientos de Hawking quedan siempre de manifiesto, también su sentido del humor (no superior al de Jane). La ruptura del matrimonio por agotamiento y nuevas expectativas surge casi de forma natural, sin dramatismos.
¿Dónde está el pero? En el tono edulcorado y dulzón del relato, sobre todo al final, el colmo del almíbar. ¿Cómo puede cerrar la película con los tres hijos ya creciditos dando saltos en los jardines de Buckinghan Palace al atardecer, tras ser recibidos por la reina Isabel II?
Lo que opina Ana:
De esta película destacan las interpretaciones de sus dos protagonistas, ambos nominados al oscar, la de Eddie Redmayne encarnando a Hawkings, es realmente extraordinaria. Como caracteriza a las produciones británicas, los aspectos de ambientación y recreación de época están cuidados al detalle. 

Birdman. Dir. González Iñárritu

Película de un superdotado que decide enseñarnos que puede contarnos una historia sin usar el famoso corten, plano, contraplano. El ritmo, casi como el palpitar de un corazón acelerado, de un solo de batería va guiando los pasos inciertos de este actor de cine que tuvo un gran éxito y fue una estrella, y ahora vuelve, después de desaparecer, como actor de teatro. Todo gira entorno a los actores, su vida, frustraciones, miserias familiares y deseos de redención.
El guión, denso como el atormentado interior del protagonista, usa todas las referencias actuales que puede y principalmente el éxito remoto de Batman, con el mismo protagonista que ahora es el de Birdman, de tal forma que difícilmente podría haber Birdman sin su modelo mayor. Esto planteado en clave casi onírica, a veces como pesadilla.
Sería raro que no obtuviera premios en los Oscar, aunque a mi ni la historia ni el personaje me conmovieron. Sí me gustó el papel y la interpretación de la hija, Sam (Emma Stone).
Lo que opina Ana:
Película que sin duda pasará a la historia y servirá para ser diseccionada en las aulas de las escuelas de cine. Es atrevida en su forma, rodada en un único plano secuencia con un ritmo trepidante que se vuelve a veces claustrofóbico, al no poder salir de los estrechos pasillos interiores del espacio en que está rodada. La cámara nos traslada al interior de un teatro y desde allí juega con nosotros con travelling, planos picados y todo tipo de recursos ópticos para contarnos una historia que se debate entre la realidad y la ficción, entre lo que vemos y lo que pensamos, en un plano dual, el actor protagonista actúa mientras oímos las contradicciones de su pensamiento, asistimos a dos mundos paralelos, el de su mente y el de su realidad inmediata. Hay que verla dejándose llevar, sin pretender atar todos los cabos, asistiendo a un ejercicio de estilo que quiere buscar nuevos caminos expresivos consiguiéndolo. Todo ello para filosofar sobre lo efímero de la fama,  lo efímero de nuestra vanidad.  En esa continua dualidad se presenta también la pugna entre el cine y el teatro, Iñárritu sabe hablar con los dos lenguajes, y profundizar en su duelo.

sábado, 17 de enero de 2015

Corazones de acero (Fury) de David Ayer

Lo que opina Ana:
Película bélica ambientada en el dramático avance aliado hacia Berlín en los últimos meses de la guerra, la dotación de un tanque estadounidense al mando del sargento Wardaddy, encarnado por Brad Pitt, nos llevará al corazón de las tinieblas mientras atraviesa la planicie germánica y se enfrenta al  enemigo sin atisbo de piedad . La película se vertebra a través del grupo, enalteciendo la figura del equipo y el respeto al  buen jefe. Es fundamental en el desarrollo argumental  la figura del novato, jovencísimo recluta, honesto, defensor de valores que la guerra sepulta. Con esas premisas se levanta el guión y se dibuja un escenario desolador donde todo es destrucción, suciedad, penuria, pero donde tiene cabida el heroísmo. Los cinco actores protagonistas bordan su papel .
Emilio:
Se la ha comparado con "Salvar al soldado Ryan", pero no tiene el tono épico y cargado de emociones de la película de Spielberg, ni Brad Pitt es Tom Hanks.
Son difíciles de hacer las películas de guerra, o caes en el panfleto o en la superficialidad, o en un forzado pacifismo o en sentimentalismos personales. Lo más complicado es encontrar el equilibrio y desarrollar una historia con fuerza. "Fury" (título original, aquí "Corazones de Acero") lo intenta, aunque, dejando aparte el final, cae en dos momentos en el tremendismo y lo gratuito: la secuencia de la ejecución del oficial alemán por parte del novato soldado Norman; y la escena "doméstica" con las dos mujeres alemanas (que casi no hay por donde cogerla).
El final (que tanto ha molestado a Boyero) no se corresponde con lo visto hasta ese mometno. Busca un final feliz donde es improbable que lo hubiera, pero esto es cine, no es para tanto. Me molestan más las dos anteriores.
Lo más complicado, y lo consiguen con nota, es rodar las secuencias de los tanques, en su intrincado interior y en sus batallas con los carros alemanes.

The imitation game (Descifrando Enigma) de Morten Tyldum

Lo que opina Ana:
Película con el sello británico, cuidadísima ambientación y recreación de época. Estilo narrativo también clásico, se cuenta en tres tiempos a través de flashbacks que van reconstruyendo la vida y la epopeya del  protagonista, el matemático Alan Turing, encarnado por Benedict Cumberbath de manera memorable. La vi con muchísimo interés, descubriendo la historia de un personaje apasionante y desconocido que se merece un homenaje como el que se le hace.
Emilio:
Ultima sesión del miércoles (22,45 h), cine lleno. Muchos jóvenes (¿universitarios?), grupos de chicos sin chicas. Dentro: risitas, cuchicheos, ruidos de bolsas, gente llegando tarde. Fastidio.
La película se organiza en tres espacios temporales que se van intercalando: presente, pasado y futuro. A veces genera confusión, sobre todo porque el presente es doble, el que corresponde a los últimos años de Turing, años 50, y a comienzos de los 40, en plena guerra.
Las secuencias exteriores (metro lleno de gente refugiada de los bombardeos, calles de Londres en ruinas, campos de batalla) son tan fragmentarias y testimoniales (también se utilizan imágenes de archivo) que parecen impostadas, artificiales.
Benedic Cumberbatch al componer su personaje (el del matemático Turing) extrema los extremos, el de un soberbio genio, el de un débil y solitario hombre. Su actuación ha sido muy valorada, a mi me parece un poco sobreactuado.
De cualquier forma es una película interesante por la historia en sí, por el personaje real y por conocer el papel de la ciencia y de la técnica en el desarrollo de la guerra. No es para dos estrellas (Metrópoli). 

Quédate conmigo (Still mine) de Michael McGowagana

Lo que opina Ana:
La sala de los Princesa en que daban la película estaba llena de ancianos, nunca nos había pasado antes encontrarnos con un perfil de espectador adaptado al  del guión, al menos en una película para adultos, por supuesto sí en otras infantiles o de adolescentes.
Es una bonita historia de amor, bien interpretada por la pareja protagonista, los dos la sostienen con firmeza, tanto James Cromwell, como Geneviève Bujold. Está bien contada, tiene ritmo y un tono optimista que sin duda debe proceder del carácter del  matrimonio real sobre el que se cuenta la historia, dos titanes octogenarios capaces de combatir juntos hasta la muerte, contra la enfermedad, contra la administración, regida por una absurda burocracia y contra lo que se ponga por delante.
Emilio:
Película para la tercera edad. Creo que la media de edad de la sala no era inferior a los 65 años.
Empieza otra vez con el famoso basado en una historia real. 
A los críticos les ha dado por comparar esta película con otras, en el País con "Leviatán" y en Fila 7 con "Amor". Con la primera por lo del poder de la autoridad;con la segunda, por el deterioro que provoca la enfermedad de la mujer protagonista.Bueno, para mi no se pueden comparar en ningún caso.
Es una película amable, donde se impone el sentido común y donde la enfermedad está tratada con benevolencia. El humor además suaviza y civiliza las tensiones. A destacar el tono mesurado, que solo se rompe brevemente al final, cuando el protagonista (James Cromwell) rompe a llorar mientras suena "After the Storm", pero enseguida se recompone el lenguaje de la película.

Big Eyes de Tim Burton

Lo que opina Ana:
En esta ocasión se le ha ido completamente de las manos a Tim Burton una historia que en sí misma resulta interesante, no la ha sabido contar, es pesada, larga, como de cartón piedra, ha creado el decorado, eso siempre sabe hacerlo bien, recreando la atmósfera, pero lo demás se desinfla, se queda en nada. Chistopher Waltz es una caricatura de sí mismo y la excelente Amy Adams tampoco es capaz de llegar a hacer bullir la olla.

domingo, 11 de enero de 2015

Leviatán. Dir. Andrey Zvyagintsev

Me gustan más sus pensamientos que la película en sí; así, cuando al referirse a Hobbes y al Contrato Social que hace el individuo con el Estado dice que, tratándose del ser humano, con todos sus vicios y defectos, ya no se trata de un Contrato Social, sino de un contrato con el diablo.
En imágenes poderosas, evocadoras, bien hilado el discurso (premio al mejor guión en Cannes), nos presenta un variante de ese Contrato Social manipulado: un alcalde acaba con un pobre mecánico, una representación del Estado acaba con un individuo. No es que el relato me parezca "más plano que inquietante" (Carlos Boyero),no; lo que me incomoda es que introduzca en este tema un asunto de adulterio tan fuerte. Es curioso, en sus declaraciones en ningún momento se refiere a esta parte de la película, y para mí, la condiciona, la tuerce y la distorsiona. Eso y un final tan desconcertante. En Metrópoli le dan tres estrellas.
Lo que opina Ana:
Tiene esta película la fuerza de las de Lars Von Trier, yo me sentía impregnada por la fatalidad, el desgarro, creado entre la naturaleza, de una belleza indómita y fría, y los personajes, siempre guardando una pena interior, abocados a un destino trágico. Eso es lo que me cautivó, una plástica fuerte y enigmática, la pena es que consiguiendo ese tono épico, el film acabe mezclando churras con merinas, desbaratando un conjunto que prometía mucho más de lo que alcanza. Sobran historias cruzadas, faltan explicaciones argumentales, sales del cine sin saber muy bien lo que te han querido contar. Si lo que se pretendía era una denuncia de la corrupción del sistema, no hacía falta liar tanto el ovillo. Dentro de la tragedia hay momentos de humor estupendos, como el de la jornada campestre de tiro, cuando sacan todos los retratos de la clase política rusa desde los tiempos de Lenin  para utilizarlos de diana.

lunes, 5 de enero de 2015

Invencible. Dirª Angelina Jolie

La historia real del personaje principal (Louis Zamperini) es tan tremenda que hacer una película de ella tiene muchos riesgos. Angelina Jolie se ha atrevido a llevarla a la pantalla. Ha escogido a cuatro guionistas, dos de ellos los hermanos Coen, para que adapten el libro de Laura Hillenbrand y se ha puesto a rodar. Por cierto, no me gusta que pongan al inicio eso de que se basa en una historia real; condiciona la función del director, que siempre debe ser lo primero.
De las críticas que ha recibido, la mejor que yo he leído es la de Carlos Boyero, que se refiere al talento de Angelina como "más que apreciable". Pero la mayoría critican mucho la realización. Alberto Fijo en Fila 7 opina que es plana, deslabazada (en parte por culpa de tanto guionista), "...un vídeo dramatizado de History Channel". Es cierto que le sobran minutos, que algunos personajes son un poco ridículos de puro simples (el japonés malo Watanabe "El Pájaro"), que peca de un exceso de dramatismo mal empleado y que es patriotera, pero hay escenas buenas. A mi la del bombardero con la que se inicia me parece de las mejores que he visto de ese tipo, y es muy difícil de realizar. 
La película me recuerda en lo malo a otra fallida sobre el mismo asunto: el trato de los japoneses durante la II G. Mundial a los prisioneros occidentales,  "Un largo viaje".

sábado, 3 de enero de 2015

Kaplan. Dir. Álvaro Brechner

El año pasado hubo una obra de teatro de gran éxito titulada "En un lugar del Quijote", pues esta película parece una secuela. Dos personajes uruguayos, uno mayor, judío, tiene que hacer algo que le dignifique al final de su vida, es el Quijote. Cuenta para su aventura con un ex policía gordo, borrachín, abandonado por la familia, Contreras (estupendo Nestor Guzzini), es Sancho. Su objetivo, un supuesto nazi, que huido de Alemania después de la Guerra esconde su identidad en una playa uruguaya.
Los críticos le acusan de ser simplemente una película para agradar, sin más trascendencia. Desde luego no tiene el fuste que la obra anterior de Brechner, "Mal día para pescar"(2009), pero se ve bien, aunque se oye con dificultad, no solo porque a veces no entiendes las palabras por la dicción rioplatense, sino por la música que te tapa los diálogos. ¡Qué mal está utilizado este recurso la mayoría de las veces! En Metrópoli le dan dos estrellas. Será la película que presente Uruguay a los Oscar.
Lo que opina Ana:
Las aventuras de corte quijotesco de una pareja formada por un anciano judío entrado en un declive imparable y su particular escudero, un ex policía sin oficio, ni beneficio, que ahoga la soledad de sus días ante la máquina tragaperras de un bar, resultan a veces entrañables, pero no llegan a  tomar mucha altura. Se ve con agrado, tiene buenos momentos de humor, pero la trama se pierde, se deshilvana y no alcanza la velocidad de crucero.

Camino de la cruz. Dir. Dietrich Brüggemann

Lo primero que te viene a la mente es el recuerdo de "Camino" (2008) de Javier Fesser. Pero ésta es más contenida en lo formal y tal vez en el fondo. "Aparentemente cartesiana" escribe Jordi Costa. La forma es determinante. Planos fijos y actuación de los actores. Todo está en sus manos porque la cámara no hace nada por ellos. Y los actores responden, sobre todo la chica que hace de protagonista, Maria (Lea Van Acken). La angustia vital que vive entre los moldes en los que ha sido educada, donde lo satánico acecha por todos los lados, y la evolución normal de su adolescencia, le llevan a un extremo sin salida su concepción del ser. ¿Por qué el director hace que el niño hable al final? ¿Por qué en el cementerio sólo está el chico que se había enamorado de ella? Allí sí, la cámara hace un contrapicado casi de águila y nos deja reflexionando delante de un frío paisaje. Película recomendable (y también en los Institutos). Tiene muchos premios y en Metrópoli le dan cuatro estrellas.
Lo que opina Ana:
No sé si el director de El camino de la cruz conocería la película española “Camino” de Fesser, a los que la hemos visto, nos parecía encontrar muchos paralelismos argumentales, aunque una gran diferencia en el modo de narrarlos. En esta ocasión, se nos cuenta el vía crucis aceptado por una niña de 14 años como vía salvadora de un hermano pequeño enfermo, el director cuenta el camino al calvario a través de 14 secuencias narrativas en las que la cámara permanece estática y deja enmarcados a los personajes en un espacio reducido, opresor, como el ambiente sofocante en que vive la adolescente, privada de cualquier mínima alegría, sacrificándose a diario y dispuesta a inmolarse en santidad. Da miedo, sobrecoge pensar que a día de hoy puedan seguir creciendo religiones opresoras, castradoras y que lo hagan en países como Alemania, una secta ultra católica que recuerda a tiempos que parecían felizmente superados, pero que al parecer no lo están.

Mr. Turner. Dir. Mike Leigh

Lo de siempre en las películas inglesas de época: ambientación, vestimenta, personajes sin mácula. Se supone que Mike Leigh se ha ilustrado con detalle sobre la obra y la vida de Turner. Sorprende, por un lado, la independencia de normas en su comportamiento sexual: una mujer a la que abandona (con hijos), una criada con la que mantiene relaciones sexuales un tanto animalescas, su afición a los prostíbulos (aunque aquí esa parte quede muy matizada) y su convivencia más normal con una posadera viuda de Margate. Lo otro que llama la atención es su aspecto físico y su presencia en sociedad, a veces más parecido a los cerdos que a los humanos. Y a pesar de todo eso, nos lo muestra con una mente abierta y curiosa. Sabe que su mundo está en transformación vertiginosa debido a los avances técnicos y científicos (tren, barco a vapor, fotografía; aunque las primeras muestras del prerrafaelismo le hagan esbozar una sonrisa decepcionada) y toma nota de ello, no se obstina en lo pasado. No es una biografía al uso, vamos viendo escenas como representaciones de los últimos 25 años de su vida. Carlos Boyero cree que es una de las mejores películas sobre pintores (en Metrópoli le dan cuatro estrellas). A mi se me hizo un poco larga.
Lo que opina Ana:
Espléndida ambientación, cuidadísima hasta el mínimo detalle, desde el lenguaje utilizado, a las ropas, las distintas atmósferas, el estudio, las casas, la academia de bellas artes, los paisajes, todo rezuma autenticidad, te transporta a la Inglaterra de la primera revolución industrial. La interpretación de Timothy Spall recrea magistralmente el carácter huraño de Turner, muy bien acompañado por el resto del reparto. Seguimos a Turner a lo largo de sus últimos 25 años de vida, acompañándolo como su sombra en sus viajes, en sus momentos creativos,  observando su carácter y sus pocas dotes  sociales.

Jauja. Dir. Lisandro Alonso

Planos fijos larguísimos y raro desarrollo argumental. Cuenta con Viggo Mortensen ubicado en la Pampa a finales del siglo XIX, unas veces parece un comerciante extraviado, en otras se convierte un militar, capitán de no sabemos qué ejército, El trasunto es que va con su hija, jovencísima, rubísima, muy bella, y ésta huye con un soldado. Su padre va en su búsqueda, encuentra a una maga en una cueva, un perro que le guía, al soldado malherido, pero no a su hija, a la que vemos despertar en una mansión en el campo danés, en el momento actual, como si fuera de un largo sueño. No es un cine para cualquiera, desde luego, aunque Jordi Costa crea que un "acto mágico". En fin...

Los fenómenos. Dir. Alfonso Zarauza

Había leído que una película gallega había tenido un gran éxito en Galicia y pensé que era ésta, pero no, era "A Esmorga"( todavía no estrenada en Madrid, que yo sepa).
En Los Fenómenos la mayor parte transcurre en Ferrol y comarca y se habla en gallego por algunos personajes.
Es bastante regular (Metrópoli le da una estrella). Narra la difícil historia de una mujer que tiene que reinventarse (Lola Dueñas), con un hijo y sin ocupación y de vuelta a casa. Encuentra trabajo en la construcción y desde dentro ve cómo explota (a ella misma también) la burbuja inmobiliaria. Lo peor son los bajones de ritmo y que de los personajes principales ninguno es muy creíble, funciona mucho mejor el grupo de secundarios.
Lo que opina Ana:
Geografías reconocibles, desde Cabo de Gata a mi ría ferrolana, Mugardos, Fene como fondo de lo que va a ser el  drama. Habla la película del pelotazo inmobiliario, desarrolla bien la tesis, sin necesidad de pormenorizadas explicaciones, entendemos perfectamente el relato de la crisis y cómo se cernió sobre los más débiles. Esto es lo mejor de la película, su denuncia, el resto no le llega a la altura.

Dios mío, ¿pero qué te hemos hecho? Dir. Philippe de Chauveron

Esta película viene con el marchamo de haber batido todos los récord de taquilla en Francia. En lugar de explotar las diferencias regionales entre los habitantes de un país (como pasaba en "Bienvenidos al Norte", 2008), se moderniza y nos presenta una situación posible en este mundo globalizado "...risas amables para la escalada electoral del lepenismo" (Jordi Costa). Un matrimonio conservador de provincias ve como sus hijas se casan con maridos de otras religiones y otros países de procedencia, aunque todos muy franceses y patriotas. Jordi Costa (19 de diciembre El País) se refiere a Louis de Funes al menciona al actor principal, el padre de las hijas, Christian Clavier, pero para precisar que no es lo mismo. En cualquier caso es una película agradable (en Metrópoli le dan dos estrellas). Correcta, aunque algo forzada en su tramo final, el del último matrimonio.
Lo que opina Ana:
Comedia ligera que te hace pasar un buen rato, Éxito de taquilla en Francia, algo que entiendo mucho mejor que el que aquí tuvo Ocho apellidos vascos, película llena de tópicos y con un humor muy elemental. Un matrimonio burgués y de provincias, con cuatro hijas guapas y bien preparadas, se encuentra con que ellas van a elegir como maridos a un variado plantel multicultural y multirracial. La historia se centra en la pequeña, la única que queda soltera, la que representa la última esperanza de emparentar con un francés de pura cepa, pero ella ha elegido a un comediante africano. El duelo entre los futuros suegros hará crecer la hilaridad al final de la película.

Algunas críticas le achacaban defender unos valores muy tradicionales, la familia como centro del universo. Desde luego no es una feroz crítica del sistema, pero tampoco engaña a nadie, no pretende nada más allá que hacernos pasar un buen rato, y eso está conseguido.

Mil noches, una boda (Party Girl). Directores Marie Amachoukeli, Claire Burger y Samuel Theis

Esta película (vista el 10 de diciembre) tiene muchas peculiaridades: la actriz principal es la protagonista real de la historia (y actúa bastante bien); uno de sus hijos es uno de los directores, Samuel; y todos los vástagos que aparecen en la película son en realidad de esa madre cabaretera. Dadas estas circunstancias, la película no sale mal. Y no es contemplativa ni da falsos felices finales. Una mujer que ha pasado toda su vida en un cabaret y que puede salir de él, ya mayor y ajada, mediante un matrimonio con alguien que sabe qué ha sido y quién es, no lo tiene fácil. No es sencillo cambiar de vida. Lo más insólito es que esa mujer haya mantenido en torno a ella cuatro hijos, algunos dados en adopción porque no se los dejaban tener. Y de mayores, ahí siguen. Curioso relato.
Lo que opina Ana:
Una historia de una mujer de 60 años que aparenta muchos más, es una adaptación cinematográfica de su biografía, en un mundo que raya la marginalidad. Uno de sus hijos es codirector y coguionista, a mí no me llega a atrapar, me importa muy poco lo que les pase a todos ellos, no me conmueve en ningún momento, ni sus relaciones familiares, ni las que tiene con sus amigos, ni en el trabajo.