Es una película en la estela de los Dardenne. Me recuerda la de otro chico abandonado por su padre que al final lo adopta una peluquera ("El niño de la bicicleta").
Me llama la atención, no los premios que ha conseguido, porque está pensada para festivales, sino que la presente Suiza a los Oscar. Refleja tan poco lo que creemos de Suiza que casi te parece una historia impostada. Cuenta la vida difícil de un chico que se busca la vida en las pistas de esquí, cogiendo por aquí y por allá, al decuido, todo lo que después puede vender. Cuando baja de las pistas se encuentra a una supuesta hermana mayor (Lèa Seydoux) que está más perdida y echada a perder que él.
La historia la cuenta bien, tal vez debería ser más escueta en el uso de la cámara y los planos, dejando de emplear travelling innecesarios (cuando se acerca el chico a la torre de pisos donde vive).
Te deja frío, igual que el que hace en las pistas. El protagonista actúa bien, pero no sientes el dramón que padece.