domingo, 3 de noviembre de 2013

Caníbal de Manuel Martín Cuenca

Lo que opina Ana:
Extraordinario e inquietante comienzo, para continuar después  por una senda menos atractiva de lo que  parecía prometer. Como puntos fuertes están la interpretación de sus dos protagonistas y la atmósfera perturbadora que Manuel Martín Cuenca sabe recrear, como aspecto más débil  está la indefinición del caníbal, un hombre pulcro, metódico, podríamos decir  hasta que vulgar, del que no llegan a encajar sus dos personalidades, la de cazador certero  que se come parsimoniosamente a sus víctimas primorosamente fileteadas, con esa otra de hombre  “meapilas”.

Emilio:
Decidí ir a verla. La disparidad de las críticas (cuatro estrellas en Metrópoli, Boyero mucho más comedido) y el tema, no me inspiraban, pero Ana me aconsejo ir y fui.
El comienzo es tan intrigante, tan cinematográfico, tan abierto a múltiples posibilidades que casi todo lo que viene después va restando, hasta dejarnos con una cara de decepción evidente.
El plano secuencia de la gasolinera y el montaje inmediato, que va desde la visión del asesino al de las víctimas son una obra maestra. Pero, ahí se queda el asunto. Ni la historia de amor la sientes (ni el propio personaje protagonista lo hace) ni los ingredientes de la película van enriqueciéndola. La aparición de las rumanas en una ciudad provinciana y su entrada estrambótica en la película tumba cualquier posterior esperanza.