Vamos de películas raras de una sola sesión al día. Esta tiene la contundencia teórica de los alemanes, aunque la puesta en escena es imaginativa, sorprendente y un disfrute para la vista. Se trata de ir encadenando manifiestos filosóficos y artísticos en serie; es decir, una verborrea insufrible e incomprensible muchas veces. Todos son reales. Empieza con el marxismo y acaba con él, y se citan fragmentos de otros muchos: dadaísmo, suprematismo, pop art...Descontextualizados, sin su correspondiente introducción suenan todos bestiales en sus negaciones y afirmaciones. Pero este ladrillo se acompaña en cada caso de una situación, de un escenario, y en todos está Cate Blanchett de protagonista. Pues bien, estas puestas en escena son un lujo. Decía uno, también eran raros los espectadores, que no eran "instalaciones"; claro que no, es cine, otro cine.