Película noruega que ensalza la actitud del rey Haakon VII ante la invasión nazi en abril de 1940. Es una defensa a través de este personaje de la monarquía democrática de base parlamentaria y popular (republicanos abstenerse). Además te ilustra sobre el papel del parlamento, del gobierno, de Quisling el golpista y colaboracionista, y del embajador alemán en Oslo, contrario a la invasión y respetuoso de la neutralidad noruega. Peca de un pequeño patriotismo (nada comparado a Dunkerque y mucho menos a Churchill), pero sobre todo es demasiado larga innecesariamente. Está hecha con honestidad,tratando de reflejar lo más fielmente lo que sucedió.