sábado, 30 de septiembre de 2017

Bye Bye Germany. Dir. Sam Garbarski

Javier Ocaña, dejando aparte lo que él llama un par de resbalones, valora positivamente este peculiar modo de ver a los judíos supervivientes del Holocausto. Es un punto de vista curioso, desde luego, el del humor socarrón mezclado con los recuerdos trágicos de su paso por los campos de concentración. Ya solo la forma de sobrevivir del protagonista en esas circunstancias es rara: contando chistes. 
Uno de los rasgos judíos por excelencia, hacer negocios, aparece en la Alemania recién liberada. Negocios sin plantearse los engaños que haya que emplear, aunque sean de dudosa moralidad; los alemanes se lo merecen. Y todo para una sola meta: conseguir el dinero para emigrar a América. ¿Por qué quedarse en Alemania después de lo ocurrido? Pues parece que bastante optaron por quedarse. Película entretenida y recomendable.
Lo que opina Ana:
Buena recreación de estudio de la Alemania de la inmediata postguerra. Se trata con humor, uno de los rasgos definitorios de la cultura judía, la dura realidad de unos supervivientes del Holocausto que continúan  viviendo en Alemania al acabar la guerra. La vida sigue, aunque esté muy damnificada, buena imagen de ello es el comienzo de la película, protagonizado por un perro cojo, obstinado en continuar callejeando como si no estuviera amputado, como si nada hubiera pasado. Se entremezclan los sentimientos, la alegría de estar vivos, los dolorosos recuerdos, la esperanza de abandonar pronto esa tierra de dolor para iniciar una nueva vida en busca del sueño americano.
La película tiene altos y bajos, pero se ve con agrado.

Hotel Cambridge. Dirª Eliane Caffé

¿Película de ficción? ¿Documental? Una mezcla. Dinámica, con una clara determinación estética, socialmente comprometida, mosaico de personalidades de todas las partes del mundo, utopía frágil de convivencia de los desamparados, finalmente abortada por el orden (la policía). Dos preguntas: ¿a dónde irán estos okupas y refugiados después de evacuar a la fuerza el hotel? Y, cuando nosotros la vemos, si vamos más allá de lo cinematográfico, ¿nos sirve para algo más?. Yo creo que no, pero aconsejo verla, claro.
Lo que opina Ana:
Una historia que vuelve a dar protagonismo a los sin techo, dignidad a los que se intenta dejar fuera del sistema, voz y presencia a los que se ignora. En un viejo hotel abandonado en el centro de São Paulo viven, organizados en comuna asamblearia un variopinto grupo de personas que engloba a gentes muy diferentes, con una importante representación de  inmigrantes que huyen de la guerra, de la pobreza, de la persecución política. La cámara va guiándonos por los vericuetos de ese gran edificio ocupado, que ha recobrado la vida y nos muestra  pequeñas y grandes historias, las que esconden sus nuevos moradores. Se abre al exterior gracias a Skype, saltamos a Palestina, viajamos al Congo, a México. Subimos y bajamos escaleras entramos en algunas  habitaciones, asistimos a sus asambleas, admiramos a algunos de sus personajes, Dona Carmen  se convierte en una  Marianne negra liderando la lucha. Salimos con la alegría de haber descubierto una voz desconocida, extraordinaria, la de la colombiana Lucía Pulido.  Disfrutamos de una coreografía maravillosa de mujeres danzantes, nos enternecemos con la historia de la elefanta Baba y deseamos que este movimiento autogestionario que nace del pueblo consiga sus objetivos. Se confunden los actores profesionales con los que sólo son ellos mismos ante la cámara y se produce una simbiosis perfecta. 

A war (una guerra). Dir. Tobias Lindholm

Película danesa de 2015. Plantea un asunto interesante: la intervención de tropas de ese país en Afganistán para, en teoría, luchar contra los talibanes, pacificar el país y proteger a la población. Esto es lo que quiere trasmitir el comandante del destacamento y protagonista. Este mensaje choca con la realidad, una realidad incomprensible para ellos y que acarrea la muerte tanto de los soldados como de civiles inocentes. Aquí se plantea no solo un problema legal-la responsabilidad jurídica, penal, ante esas muertes inocentes-, también está presente la responsabilidad moral.
Este ambicioso propósito no se logra en la película por falta de tensión dramática, de continuidad en la narración y de claridad expositiva. De todas formas se puede ver. El director ha tratado de representar esta problemática realidad con todos los medios a su disposición, otra cosa es conseguir una gran película. Está rodada en Dinamarca, Turquía, Jordania y España.
Lo que opina Ana:
Bien intencionada pero en mi opinión fallida en el sentido de que resulta confusa, me pierdo cuando relata las escaramuzas de los soldados daneses en tierras afganas; tampoco logra atraerme con la presentación de la vida familiar, de una esposa abnegada al cargo de tres hijos. Cuando llega el momento del juicio, el relato no ha conseguido generar tensión, no lo sigo  de manera apasionada, me importa poco lo que pueda pasar, no he entrado en la historia, no me ha conmovido. Mientras que en  “La caza”  Lindholm, como guionista, consiguió  crear una tensión creciente y un clima de desasosiego desde el arranque de la película, manteniendo al espectador expectante con el destino de su protagonista, aquí  no ha sido posible.

Detroit. Dirª Kathryn Bigelow

Kathryn Bigelow es una directora valiente, aborda los asuntos espinosos (guerra de Irak, apresamiento de Bin Laden) con rotundidad y sin paños calientes. Aquí todavía están más presentes estas características, porque narra cosas de su propio país, en su propio país: la desigualdad racial, los conflictos que genera y los estallidos de ira y violencia que provoca. En concreto se centra en el verano de 1967, pero, ella lo ha dicho, valdría para ahora mismo, porque la situación no se ha arreglado. No es posible mantener una tensión tan fuerte las dos horas largas que dura, y por eso puede que tenga algún bajón, pero es tan real, con imágenes de la época intercaladas, que a veces tienes la sensación de estar viviendo los hechos, de estar allí mismo, en esas calles, en ese hotel. Película recomendable.
Lo que opina Ana:
Una mínima introducción animada nos recuerda la huida de población negra del sur, a finales del siglo XIX, buscando la libertad en las industriosas ciudades del norte, buscando la ansiada y prometida igualdad;  la directora sienta así las bases del relato, se traslada entonces a 1967, Detroit, disturbios raciales, explosión creciente de violencia, promesas incumplidas, segregación. Va presentando a los personajes, los va perfilando, hasta enfrentarlos en unas horas de terror, en las que estallará un odio sin límites. La tesis argumental está descrita, sólo queda demostrarla con la sesión del juicio. La evidencia está clara, EEUU sigue siendo una democracia blanca que posterga a los que no lo son. Dramáticamente actual, la lucha por la igualdad continúa y los actos de barbarie también. 

Barry Seal: el traficante. Dir. Doug Liman

Bien considerada por los críticos. Si no fuera porque te dicen al principio que está basada en hechos reales, no te lo creerías. La historia de este personaje es todo menos creíble. De piloto de avión a espía y traficante, sirviendo al F.B.I. y a los narcotraficantes. De tanto dinero como ganaba lo tenía que esconder debajo de la hierba del jardín de su casa. Como el negocio prosperaba tuvo su propia flotilla de pilotos, y todo esto sin que la C.I.A. lo supiera detectar hasta muy tarde. Un tipo tan atrevido no podía acabar bien; esto en la película el propio protagonista, Tom Cruise, lo asume con naturalidad.
La estética de la película opta por un tono desenfadado y una presentación pop, música incluida. La CIA, la DEA y el gobierno americano no quedan muy bien parados.
Lo que opina Ana:
En este caso se cumple el dicho que afirma que la realidad supera a la ficción; el personaje de Barry Seal parece sacado de la imaginación de un guionista, o de la mente de un escritor  de novelas  de suspense, pero es un personaje real, eso es lo que da más fuerza a la película. Rodada a modo de documental  para recrear la forja de un personaje sin escrúpulos, un hombre movido por la avidez  y que acabará siendo manejado como una marioneta, sin posibilidad de escapar a su destino. De fondo, los sucios manejos del gobierno estadounidense, las conexiones entre el tráfico de armas, el tráfico de drogas, el movimiento sandinista, la contra… un sinfín de negocios sucios, de política sucia. ¡Qué miedo dan los que están en posición de cortar el bacalao!  


miércoles, 13 de septiembre de 2017

La decisión del rey. Dir. Erik Poppe

Película noruega que ensalza la actitud del rey Haakon VII ante la invasión nazi en abril de 1940. Es una defensa a través de este personaje de la monarquía democrática de base parlamentaria y popular (republicanos abstenerse). Además te ilustra sobre el papel del parlamento, del gobierno, de Quisling el golpista y colaboracionista, y del embajador alemán en Oslo, contrario a la invasión y respetuoso de la neutralidad noruega. Peca de un pequeño patriotismo (nada comparado a Dunkerque y mucho menos a Churchill), pero sobre todo es demasiado larga innecesariamente. Está hecha con honestidad,tratando de reflejar lo más fielmente lo que sucedió.

lunes, 4 de septiembre de 2017

Cézanne y yo. Dir. Daniéle Thompson

No hay que esperar mucho en el plano cinematográfico de esta película, sí sirve para conocer unas relaciones y los rasgos del carácter de dos grandes artistas. Por ejemplo, de Zola yo no sabía nada. De Cézanne un poco más, pero no que fuera tan borde. Para dar agilidad a la historia, el director usa los saltos temporales, vamos del final al principio varias veces, pero tampoco ayuda mucho a levantar el vuelo de esta película, que requería otro tratamiento para convertirla en un referente. Difícil era desde luego.
Lo que opina Ana:
Académica en todos los sentidos, no alcanza el vuelo libre en ningún momento, se queda encorsetada y es una pena porque los  personajes de los que habla tienen fuerza suficiente como para haberlos tratado de otra manera. Se ve, se aprecia el viaje al pasado, pero no emociona. En nada mejora a una buena biografía, aunque sí despierta el interés por leer alguna sobre ellos.

domingo, 3 de septiembre de 2017

La seducción de Sofia Coppola

Lo que opina Ana:
Sea o no un remake, Sofía Coppola consigue crear su propio universo para relatarnos esta historia cuidada al detalle. Fotografía unos espacios claustrofóbicos, desde el bosque amenazante, al interior de ese palacete palladiano del sur esclavista, en plena guerra de Secesión.
Cuando no parece haber horizontes, la llegada de un cabo yankee , herido, pero que conserva intacta su atractiva masculinidad , destapará los deseos de las niñas y mujeres confinadas en una recóndita escuela para señoritas. Sofía Coppola  nos dará su versión, su óptica femenina de esa explosión de sentimientos y los retratará con cuidada elegancia. El espectador disfrutará de cada escena, compuesta milimétricamente, de sus luces y vestuario, aunque la historia no llegue a convertirse en el drama que a veces parece anticipar. 
Emilio. Algunos críticos consideran que esta película tiene un rango inferior dentro de la filmografía de la directora, a mi me parece que no, que tiene todos los ingredientes de su cine, que es el cuidado minucioso en reflejar ambientes, épocas y personajes, con una fotografía excelente y una música siempre en su sitio. No he visto la de 1971 de Don Siegel y no puedo comparar. No sé si será como esta, en realidad un cuento de terror, disfrazado de relato de época dentro de la Guerra de Secesión de los EE. UU. No me extraña que la gente esté respondiendo. Y una cosa. En los títulos de crédito, las actrices y los actores van después de todo el equipo de producción, incluida,claro está, la directora, así se marca bien quien es quien en la película.

Abracadabra de Pablo Berger

Lo que opina Ana:
Pablo Berger vuelve a componer un retrato magistral de la España cañí, esta vez usando una paleta encendida que se regodea en la atmósfera kitsch en la que viven sumidos sus protagonistas, habitantes del extrarradio madrileño. Las imágenes son hipnóticas, como el hilo conductor de la película. Como espectadora, me dejé transportar y disfruté hasta que llegó el momento de cerrar la historia y me quedé con la pena de sentir que se desmoronaba, que se esfumaba su brillante estela.  No ha sabido engranar la carga de crítica  social  que contiene con el universo de fantasía  y se rompe recurriendo a una metáfora poco lograda.
Excelentes son todas las interpretaciones, desde las de los tres protagonistas, Maribel Verdú, Antonio de la Torre y José Mota, hasta las de todos los secundarios, Julián Villagrán consigue un momento delirante al contarnos el crimen de Carabanchel y José María Pou enciende la pantalla con cada una de sus apariciones. 
Emilio. Es una comedia negra, conscientemente basta y hortera. Tal vez somos así. Berger ha hecho otro retrato en oscuro, casi costumbrista, de la España cañí, machista y vulgar. Como es un gran director, sabe narrar la historia perfectamente, con cortes precisos y un gran montaje. Otra cosa es la parte onírica, ese sueño final en blanco inmaculado por el que queda liberada la oprimida mujer. Esa parte no termina de encajar bien con todo lo anterior. Es un poco un salto al vacío y queda regular. Los actores, todos, estupendos.

Sieranevada de Christi Puiu

Lo que opina Ana:
Prodigiosos encuadres de cámara para meternos en el interior de una vivienda que por momentos se asemeja al camarote de los hermanos Marx. Es una película muy difícil de realizar, prácticamente rodada en un minúsculo interior superpoblado, con diálogos incesantes durante tres horas. Cristi Puiu lo consigue, nos mantiene atentos al respirar de esa familia rumana que recuerda y conmemora a quien fue marido, cuñado, padre o tío de los que por allí  desfilan. Hay que verla en versión original, pero en este caso resulta a veces difícil seguir todos los pormenores y pensamientos de cada uno de los protagonistas, a veces te pierdes entre sus cuitas. Mezcla sentimientos personales con una descripción crítica de la Rumanía actual, combina humor  y acritud, te deja un sabor amargo. Yo le comentaba a Emilio que siempre salgo de las películas rumanas con la sensación de que Rumanía no es un buen lugar para vivir.
Emilio. Fue la última película que vimos antes de irnos de vacaciones. Estaba recién estrenada casi, y ahora, ya en septiembre, está colocada la segunda en la calificación de los críticos. Hace días se la ponía de ejemplo de cómo incluir asuntos de actualidad (el atentado contra Charlie Hebdo en París a comienzos de 2015) dentro del guión de una película. Da la sensación de ser un plano secuencia, aunque no lo es, porque la acción se desarrolla en el tiempo real que dura la ceremonia, un acto religioso en recuerdo del padre fallecido, celebrado en la casa familiar, al que acuden, además del pope y su séquito, familiares y conocidos. En ese ambiente bastante angosto entran y salen de las habitaciones los personajes, con sus historias antiguas y de ese momento, en un ir y venir continuo, en el que la cámara de Puiu se maneja de forma increíble. ¿Qué quiere trasmitir el director? No lo sé, sí sé que que es una película difícil y que está hecha con maestría, pese a sus 173 minutos de duración.