domingo, 23 de julio de 2017

Kedi (gatos de Estambul)

Para ser un documental tan particular, había bastante gente en la sala, seguramente se une la atracción de la ciudad y el amor gatuno. En una Estambul bastante occidentalizada sociológicamente, la directora y guionista (y productora) hace un canto a los gatos como animales benéficos, sanadores, inteligentes y de fuerte personalidad . No hace una visita turística, que podría porque en mezquitas, palacios, parques históricos y cementerios famosos también hay gatos, los vemos más en las calles, en los mercados, en las casas, en los talleres, en las tiendas, en los restaurantes y sus terrazas y cerca siempre del Bósforo y del Cuerno de Oro. Los gatos, hay que reconocerlo, saben posar.

sábado, 22 de julio de 2017

La guerra del planeta de los simios. Dir. Matt Reeves

Titula Javier Ocaña su crítica "Gravedad sin imposturas". Pues yo veo bastantes "imposturas" que dan al traste con la coherencia de lo que se cuenta. Empieza bien, en el bosque ecuatorial, territorio y refugio de los simios. Los humanos van de batida contra ellos, la lucha se desata. A partir de lo que allí sucede, la historia cambia de rumbo y de escenario. Los perseguidos se convierten en perseguidores, y ya no hay selva, sólo frío y nieve. En este contexto, un poco forzado, llegan esas "imposturas". La aparición y papel  de la niña, una; la aparición y papel del simio gracioso del zoo, dos; la tonta captura del jefe simio, tres; y, ya por terminar, las conversaciones y el propio hecho de que se produzcan entre un simio capturado y esclavo (César) y el humano que manda las tropas (el Coronel). Estas conversaciones son indescriptibles, rayan lo ridículo, en forma y fondo. Ya después de esto te da igual lo que pase y los significados bíblicos que quiera el director dar a lo narrado.

Baby driver. Dir. Edgar Wright

Comparar esta película a "Drive" es un disparate. Aquella es un peliculón y esta es un entretenimiento. La historia, los protagonistas, la forma de contarla, todo es diferente. El que la música sea en las dos una pieza clave (aquí como referencia de la personalidad del protagonista), y que los coches sean la herramienta de trabajo (delictivo), no significa que estemos hablando del mismo nivel de calidad. En esta película todo está sobreactuado. La otra era más sórdida, más real. Esta va de lo tontorrón al desenfreno de balazos. Los flashback son como pinceladas naïf, y algunas historias son insostenibles (la del negro y el chico). Y para colmo, políticamente correcta. No comparen por favor.

Estados unidos del amor. Dir. Tomasz Wasilewski

La película debería llamarse "Estados unidos de la desgracia". El director quería retratar la represión implícita que conlleva un sistema comunista (él detesta este sistema), incluso cuando ya ha sido derrocado. Por eso sitúa la acción en Polonia, en 1990. Pero le ha salido otra cosa, más interesante creo yo, que es la desgracia que conlleva los anhelos y deseos no realizados. Es verdad que los bloques de hormigón de extrarradio donde viven varios protagonistas son típicos de las ciudades comunistas, aunque podríamos encontrarlos en muchas ciudades no comunistas también. Lo que hace a esta película crecer es cómo el director narra este cruce de historias, cómo uniformiza ese ambiente desolado, donde hasta los momentos de festejo son tristes. La fotografía, sin brillo, sin luz, todo tonos desvaídos, acentúa la desesperanza. Sales del cine tocado, pero según pasa el tiempo te vas dando cuenta de lo bien que ha sabido Wasilewski contar estas vidas imposibles (sea un país postcomunista o no ).
Lo que opina Ana:
Fría, triste, cuatro mujeres, cuatro historias de amor enfermizo, de amores imposibles, de paranoia. El director relata, componiendo cada plano como una composición pictórica, juega con los colores, los vuelve fríos, como su relato. Utiliza planos psicológicos para transmitir la tristeza, una tristeza anidada tan honda que no permite la esperanza. No es apta para todos los públicos, las dos mujeres que estaban sentadas a mi lado, al acabar se fueron de la sala echando pestes, les pareció un quiero y no puedo, un fiasco. Para nada lo es, tiene un buen lenguaje cinematográfico, un buen guión y excelentes interpretaciones.



viernes, 21 de julio de 2017

Su mejor historia. Dir. Lone Scherfig

La vi en preestreno a finales de junio, hace casi un mes. Me pareció entonces una película que progresaba a trompicones. Ambientada en Londres (y luego en la costa de Dover) durante la II Guerra Mundial, mezcla varias historias, sin que ninguna cobre una entidad fuerte y con un encaje entre ellas que chirría. Hay una parte que podríamos llamar feminista, la de la protagonista, que en los duros tiempos de los bombardeos alemanes y del racionamiento se impone sobre su pareja, un pintor en horas bajas, que la considera poco más que una antigua modelo. La historia principal es la elaboración de una película de propaganda que ensalce los valores británicos y escogen algo heroico relacionado con Dunkerke (parece estar de moda). Toques melodramáticos en una historia de amor, eslóganes sobre cómo atraer la atención del público y criterios sobre la fama son los componentes de esta parte. Se ve, pero podría haber sido más.

domingo, 9 de julio de 2017

En este rincón del mundo. Dir. Sunao Katabuchi

Bastantes películas de animación japonesa manga tienen pasajes un poco naíf, demasiado infantiles. En este caso los hay, pero prevalece la historia, la de Suzu, que pasa de una infancia a comienzos de los años 30 del siglo XX humilde y placentera, a una adolescencia que a los 18 años termina en matrimonio, casi sin enterarse. La guerra tarda en aparecer en su vida, pero cuando lo hace no está dulcificada, y ahí esta lo más valioso de esta película. Reflejar la forma de vida tradicional japonesa, alterada dramáticamente a consecuencias de la II Guerra Mundial. Al final, el mensaje es que la vida sigue y hay que levantarse y continuar. Siempre habrá un motivo de alegría. Por supuesto, la calidad de los dibujos está descontada, la misma Suzu es o podría haber sido pintora.

sábado, 8 de julio de 2017

Verano 1993. Dirª Carla Simón

Algunos dicen que es de las mejores películas que se han hecho en España el último año. Cuenta con dos niñas como protagonistas; una, la pequeña, es un encanto, se llama Anna (Paula Robles); la otra, un poco mayor, vive una situación muy compleja, y lo trasmite muy bien. Es Frida (Laia Artigas). La directora de manera indirecta nos cuenta todo lo que debemos saber, y ahí está su gran mérito. Es el espectador el que reconstruye la historia y se sumerge en ella al hacerlo. No era fácil hacer esta película y la directora lo ha conseguido con sabiduría, a pesar de ser su primera obra.
Lo que opina Ana:
Este primer largometraje de Carla Simón es una perla cultivada, consigue dar el tono adecuado a cada una de sus escenas para narrar una historia íntima, delicada, triste y esperanzadora, al mismo tiempo. Elige a Laia Artigas para el papel protagonista y acierta plenamente en su elección, la niña es capaz de transmitir los cambiantes estados de ánimo que afectan a su personaje. Su prima, Anna en la película, Paula Robles en la realidad, es otro prodigio, es el contrapunto alegre, la admiradora fiel, la dulce y bondadosa pequeña que admite al “enemigo” con agrado. Ésta es la segunda película catalana que nos visita, a mí me ha cautivado, sin duda quedará en mi selección entre las mejores películas del año. 

Colossal. Dir. Nacho Vigalondo

Cinco estrellas en Metrópolis; "...obra contundente, inapelable y madura"(Jordi Costa). Yo no le tomé el pulso. Ni me pareció tan especial como sus primeras películas ni esa gran producción, con grandes estrellas, me conmovió. No entendí lo principal del argumento y además se me hizo larga y un poco repetitiva.
Lo que opina Ana:
Idea ambiciosa que se queda en un fuego de artificio. Nacho Vigalondo da el salto desde su Cantabria profunda al escenario internacional, se rodea de estrellas, consigue presupuesto y financiación  múltiple y se pone manos a la obra. La parte fantástica de la película no está bien desarrollada, si sólo pretende ser una metáfora, tampoco tiene gran fuelle. Se ve sin más.



Júlia Ist. Dirª Elena Martín

Sólo le pongo una pega, que la protagonista, que también es la directora, chupa demasiada cámara. Por lo demás, no sé si pasará de ser una película generacional que represente a los estudiantes Erasmus, pero al menos esto sí lo consigue. Vemos cómo se van muchas veces sin las ideas claras y vuelven descolocados porque no reconocen la situación que dejaron al irse. Ellos ya son otros, han cambiado. Entre el ir y el volver, momentos malos y buenos, experiencias de todo tipo y, sobre todo, conocer gente. ¿Sirve desde el punto de vista académico? Pues, seguramente no mucho. Pero algo se transforma en la mente de estos estudiantes. Esta película lo refleja bien. A mi me entretuvo.
Lo que opina Ana:
Por las mismas fechas llegaban a Madrid  los estrenos de dos películas catalanas  hechas por mujeres, Júlia ist fue la primera. Es una película generacional que te acerca a las experiencias de los estudiantes Erasmus, sus sentimientos, sus extrañamientos, sus percepciones, vistos a través de los ojos de una burguesa catalana, sin problemas económicos, que se adentra en un área poco confortable hasta llegar a dominarla. A los que ya nos quedan lejos los años universitarios, a los que vamos notando una brecha generacional  cada vez más profunda, esta película sirve para acercarnos a sus realidades y su modo de ver el mundo, especialmente diferente en cuanto a los roles que juegan hoy en día los hombres y las mujeres. No me encariño con ninguno de sus personajes, los veo desde la distancia, nada de lo que me cuentan  me enternece o enfurece. 

lunes, 3 de julio de 2017

Selfie. Dir. Víctor García León

Boyero no cabía en sí de gozo. En Metrópolis le daban cuatro estrellas. A mi me pareció mala y perniciosa. Algunos críticos han escrito que refleja el clima de corrupción y degradación de la España del pelotazo. Pero meter al hijo de un ministro corrupto, que es bobo pero listo, con una invidente de Podemos, inocente, aunque no tanto y con ganas de rollo, en el mismo envoltorio crítico y usar a discapacitados dentro de ese vagar tontuno del protagonista, a mi no me hizo ninguna gracia. No me salí del cine porque Ana no me dejó.
Lo que opina Ana:
Las críticas la ensalzaban por su frescura, a mí me pareció un bodrio, no me hizo gracia alguna, ni me pareció que sirviera de retrato social de la España actual, afortunadamente. Los jóvenes, sean de izquierdas o de derechas no llegan a estar así de descerebrados, y si lo están lo reflejan de otra manera. El pedazo de pijo que retrata, nunca podría verse en una situación como la que se describe, aunque tuviera encefalograma plano. Me pareció que uno de los chicos síndrome down que aparecen es Fernando, el hijo de mi compañera Mari Paz, él sí  que hace dignamente su papel.


Chavela. Directoras Catherine Gund y Darsesha Kye

No es un documental perfecto, pero se ve con gusto. Descubrir la arrolladora personalidad de Chavela y su música es siempre interesante. Si aparecieran sus memorias y las narrara a fondo, sin tapujos, sería un exitazo completo (y un escándalo). Hay testimonios curiosos e interesantes (qué jóvenes están Almodóvar y Bosé, incluso ya fallecida Chavela, lo que nos indica el tiempo que les ha costado a las directoras hacer este trabajo) y otros de relleno (el de Elena Benarroch, cuya mesa de desayuno, llena de frutas, es hasta lujuriosa).
Lo que opina Ana:
La película se estructura a partir  de una entrevista que da  Chavela a un grupo de activistas lesbianas en 1991, tras haber pasado 12 años perdida en las tinieblas del alcoholismo. Su biografía se reconstruye con fotos fijas, grabaciones y las maravillosas canciones que salen de su boca. Desde su huida de Costa Rica, encontrando en Méjico un hogar en el que poder vivir infringiendo todas las normas, como la más “macha” de todos los machos, hasta su desvanecimiento durante 12 años ahogada en tequila y su resurgir en 1991, para iniciar una última y aún larga etapa de diva coronada, vamos recorriendo su vida y sus frustraciones, dejándonos emocionar por su alma de artista desgarrada. Eso es lo que es esta película, una reivindicación de un alma libre, luchadora y atormentada.

Cartas de la guerra. Dir. Ivo M. Ferreira

Es una película atrevida. En blanco y negro, con dos enfoques muy contrastados, el de las cartas de amor, del amor ausente, añorado, y constantemente en el pensamiento hacia la amada, y el de las imágenes del protagonista, el mismo que escribe las cartas a su mujer, desde Angola, como médico de las fuerzas coloniales portuguesas en plena guerra. Los dos mundos se entrelazan en un relato donde Lobo Antunes, interpretado por Miguel Nunes, casi no habla, escribe, mira y reflexiona. La receptora de las cartas nos las lee en la voz de la mujer del director de la película. El rodaje fue largo y duro. Recrear ese mundo tan especial no fue fácil. Lobo Antunes condicionó su beneplácito a la película, siempre que se filmara en la propia Angola. Las cartas las guardó su mujer  y poco antes de morir, ya divorciada del escritor, se las dio a sus dos hijas para que las hicieran públicas. Cine sugerente, hecho con rigor, atrevido. Cine.
Lo que opina Ana:
Una visión intimista de la guerra de Angola, a través de la relación epistolar del joven Lobo Antunes, por entonces médico de campaña del ejército portugués, y su esposa embarazada que vive en la metrópoli. El director utiliza estas cartas, para adentrarse en un relato muy personal, a través de las vivencias y los sentimientos del escritor. Utiliza una fotografía en blanco y negro, muy efectista, para componer la descripción de la guerra y la vida de los soldados en medio del horror. No se toma partido, no hay un relato lineal, no se defiende tesis alguna, son las bellas palabras acompasadas por las imágenes, las que nos transportan a esa realidad.