La película no se despega ni por un momento
de la novela que representa y hace que
el espectador compare y piense que nunca debiera haber salido del papel
impreso. No dudo que esta dura novela de Blanco Amor pueda disfrutarse
literariamente. Traspasada al cine resulta larga, pesada, yo lo único que
deseaba era que llegaran los títulos de crédito para salir de aquella terrible Galicia
rural,afortunadamente ya muy lejana.
Sí tengo que reconocer que se han
recreado los ambientes magistralmente, la atmósfera podrida de aquellos tiempos del franquismo
apesta. El gallego suena bien, aunque en boca de Karra Elejalde, pierde su sonoridad.