sábado, 23 de noviembre de 2013

Sister. Dirª Ursula Meier

Es una película en la estela de los Dardenne. Me recuerda la de otro chico abandonado por su padre que al final lo adopta una peluquera ("El niño de la bicicleta").
Me llama la atención, no los premios que ha conseguido, porque está pensada para festivales, sino que la presente Suiza a los Oscar. Refleja tan poco lo que creemos de Suiza que casi te parece una historia impostada. Cuenta la vida difícil de un chico que se busca la vida en las pistas de esquí, cogiendo por aquí y por allá, al decuido, todo lo que después puede vender. Cuando baja de las pistas se encuentra a una supuesta hermana mayor (Lèa Seydoux) que está más perdida y echada a perder que él.
La historia la cuenta bien, tal vez debería ser más escueta en el uso de la cámara y los planos, dejando de emplear travelling innecesarios (cuando se acerca el chico a la torre de pisos donde vive).
Te deja frío, igual que el que hace en las pistas. El protagonista actúa bien, pero no sientes el dramón que padece.

El Mayordomo. Dir. Lee Daniels

Aproveché los tres días de Yelmo a 3,5 € y fui a ver esta película de la que he tenido opiniones contrapuestas. La mayoría de la crítica no la ha puesto bien, y personas que conozco, que la han visto, sí les ha gustado. Además está el aspecto didáctico.
Empecemos por este último. La sucesión de presidentes de los EE.UU. a los que sirve como mayordomo el protagonista (en la realidad existe este hombre), es difícil que los conozcan los alumnos que no sean un poco mayores y estén interesados y algo especializados en la historia reciente de ese país; sí es mucho más fácil seguir, a grandes trazos, la otra vertiente de la película, la más interesante para mi, la de la lucha por los derechos civiles en EE. UU. hace casi nada, desde 1926.
Estos dos fundamentos : presidentes y lucha por los derechos civiles, corren paralelos y el problema es que no terminan de fundirse y, lo peor, de cobrar fuerza e intensidad, son un poco escenarios y personajes de cartón piedra, por eso algunos críticos, en Metrópoli creo recordar, alababan sobre todo el recurso a imágenes de archivo. Pobre bagaje para una película que dura más de 2 horas. La tendencia a lo melodramático será lo que le haga auparse con varios Oscar. Pero también es discutible. Podría ser mucho más cruda de lo que es. De todas maneras, como dijo Lía "no es una maravilla, pero seguro que has visto cosas peores". Y tiene razón.
Lo que opina Ana:
Muchas caras conocidas para denunciar el racismo en la historia reciente de los EEUU, sin embargo la película se queda muy corta, elige un tono demasiado almibarado que le quita fuerza.

domingo, 17 de noviembre de 2013

Un cerdo en Gaza. Dir. Sylvain Estibal

Lo mejor de esta película son las intenciones: llevar a un punto de encuentro a palestinos e israelíes, aunque sea anatematizando un pobre cerdo (vietnamita para más señas). El tono grotesco es muy didáctico precisamente para mostrar realidades nada cómicas, por eso se puede usar con alumnos; como cine ya es otra cosa. Ningún crítico la ha desestimado completamente, Jordi Costa escribe "Interesante, pero desigual", y en Metrópoli le dan tres estrellas.
El tono caricaturesco del protagonista palestino (Jaffar), un miserable pescador que apenas puede sobrevivir porque no pesca nada (en la realidad Sasson Gabay, un israelí nacido en Irak, que no lo parece físicamente) me recordaba a Roberto Benigni en "La vida es bella". Como allí, aquí también se distorsiona la realidad. Curiosamente el cerdo es el que anima la historia, el que pone las notas de humor más risueñas. 
Lo dicho, cine bienintencionado (nada de sacrificios por razones religiosas), en tono jocoso sobre un tema escabroso, útil para las aulas, en versión light.
Lo que opina Ana:
Al principio parecía que habíamos ido a ver una comedieta de medio pelo cargada de sal gorda y risa fácil, llena de estereotipos. A medida que avanza el metraje, el espectador acepta el  juego y se cree la fábula, es entonces cuando la película empieza a fluir, el absurdo cobra significado, dejas de cuestionarte la veracidad del guión y te dejas arrastrar detrás del protagonista y su cerdo disfrazado de cordero.
Acaba como un cuento en el que triunfa la esperanza, en el que se da cabida a la paz y a la tolerancia, en el que se sueña con un mundo mejor, sin prejuicios, y aunque sepas que no es posible, como tampoco lo es que se pesque un cerdo en el mar de Gaza, quisieras creer en ello.

Brillantes actuaciones de Sasson Gabay y su mujer Baya Belal.      

jueves, 14 de noviembre de 2013

Stockholm. Dir. Rodrigo Sorogoyen

Encomiable propósito el de hacer cine a toda costa, llevar adelante un proyecto de forma casi artesanal, sin financiación de televisiones y grandes compañías.
Stockholm empieza de una forma peligrosa y preocupante, con una conversación en una fiesta entre dos machos treintañeros y con el solo tema de follar. Tienes pánico a que siga por esos derroteros y se convierta en una de esas machadas. Pero no, el encuentro del chico con la chica establece un juego que dura toda la noche y que tratándose de ellos solos es muy difícil que el entramado dialéctico, el juego de invitaciones y rechazos, la justa amorosa, no decaiga a veces. Asistimos, pues, al despliegue de las artes del cazador que persigue a su presa hasta atraparla, con la diferencia de que la presa no se conforma con ese papel. El último tramo de la película da un giro. De la noche a la luz del día los papeles han cambiado y todo comienza de nuevo, aunque ya nada vaya a ser igual. La narración se torna amarga y la chica, interpretada por Aura Garrido con intensidad y valentía, pone a prueba al cazador. ¿Quién pierde?
El director parece que pretende mostrar la visión del amor de una generación, una visión pesimista. Yo creo que esta partida de ajedrez amoroso se ha jugado siempre, lo que cambian son los ambientes. Madrid es un buen marco para este encuentro. Esos tejados tan poco franceses, tan pueblerinos, tan nuestros.
Lo que opina Ana:
Mal arranque, con una conversación chirriante entre dos amigos en una fiesta, enseguida se va a desvanecer y nos vamos a encontrar frente a los dos protagonistas, una chica atractiva, misteriosa y esquiva y un don juan que no cejará hasta conquistarla. Habla del amor, del cortejo, de los nuevos modos de relacionarse que tienen los jóvenes, de un código que nos resulta extraño a los que tenemos más edad, pero que es completamente real. Paseamos por un Madrid nocturno cercano a la Gran Vía y a Malasaña, la cámara se desenfoca para alejarnos de lo superfluo y acercarnos a lo que se quiere relatar, el juego dialéctico, la tensión por conseguir al otro, hasta que todo se transforme con la llegada del día en el que se produce un cambio de roles y la llegada de la tragedia.

Magnífica interpretación de Aura Garrido.

miércoles, 13 de noviembre de 2013

Tots volem el millor per a ella. Dirª Mar Coll

El principal problema de "Tots volem..." es la falta de definición en el tono de lo que quiere contar. Ese final desabrido, poco cuidadoso en cuanto a la imagen de un marido buscando en la calle a su mujer, en un medio travelling, entre coches, árboles y gente, te da la sensación de imperfección, de falta de cuidado.
La premisa de partida es buena. Una mujer, después de un accidente de coche, está tratando de situarse dentro del mundo burgués en el que vivía, y no se encuentra. Es como si se hubiera descorrido una cortina que le permite ver todo lo que antes tapaba: los hábitos cansinos y repetitivos de la familia, la insatisfacción de su matrimonio, una vida laboral sin alicientes. Entonces vuelve la mirada al pasado, a la época de estudiante y cree que ahí puede encontrar, entre las amistades de entonces, algo que dé sentido a su vida; pero una amiga de aquella época le dice que ella está tan perdida como la protagonista. Por fin descubre que tiene que caminar hacia el futuro sola, y toma la decisión. Todo esto parece que lo hace como si no fuera consciente, como si el desajuste mental del accidente le hubiera provocado una alteración neuronal, pero es así al principio, luego ya es otra cosa. El problema es que, además de ser un poco repetitiva, lo cuenta sin crear la tensión dramática potente que necesita. De todas formas, dejando aparte ese final, incluido el efecto de cinta familiar quemada, y los rellenos musicales, que destrozan el sentido de lo que se cuenta (Francisco Marinero lo escribe en Metrópolis), la película es interesante.
Y siendo en Barcelona, se combinan el catalán y el español sin ningún problema. Da gusto oír los dos idiomas convivir tan bien.

domingo, 3 de noviembre de 2013

La vida de Adèle de Abdellatif Kechiche

Lo que opina Ana:
La crítica no ha hecho más que disparar salvas para celebrar la llegada de una gran película, todo son parabienes y bajo ese mantra vamos nosotros al cine. Yo discrepo en cuanto a la calidad de la película, está bien, pero no es nada excepcional.
Para mí tiene dos defectos importantes, es demasiado larga y le sobran escenas de sexo explícito que no aportan nada a la historia. Me conmueve más lo que puedan decir sus miradas o sus bocas, expresando un deseo que no necesito visualizar.
Las dos actrices están soberbias, aguantan los muchísimos planos psicológicos a los que les obliga la cámara, persiguiéndolas con primerísimos planos para desnudarles también sus almas.
Al llegar los títulos de crédito, se nos resume la película como la vida de Adéle capítulos 1 y 2, lo que hace presuponer que la intención del director es seguir contándonos su historia, difícil  parece de creer sabiendo que ha acabado a la gresca con sus actrices.
Pues hablando de capítulos, sin duda el primero, el que nos habla de la Adèle escolar, la chica que se busca y no se encuentra es el que me parece que tiene más garra, el segundo entra de lleno en la relación amorosa de las dos chicas y en su desamor, esta parte se hace más pesada, repetitiva, no sabes ya cómo poner las piernas  y empiezas a desear que le dé la puntilla de una vez a la historia.
Emilio:
La polémica entre el director y las actrices (sobre todo Léa Seydoux) van a alterar la imagen de esta película (y seguramente favorezca su taquilla).
En líneas generales es fácil caracterizarla: es una historia de amor pasional y epidérmica. A partir de ahí, los detalles: entre dos mujeres, una que cumple 18 años en la película, insegura de su sexualidad, sensual y atractiva; y otra, lesbiana sin incertidumbres sobre su elección. A esto añadimos las diferencias culturales y de clase y se conforma una historia que decían duraba ocho años, aunque da la impresión de ser mucho más corta. El director ha escogido un ritmo literario (por eso las referencias a los grandes novelones de los amores cortesanos del Antiguo Régimen francés) y va presentando el transcurso de los sucesos como si fueran episodios, a cada uno le concede su tiempo: el encuentro; el romance y la pasión y el desenlace. En los dos primeros no ahorra las escenas sexuales, que podrían haberse sobreentendido, igual que lo hace en otros romances de Adèle, pero prefiere hacerlos explícitos. Es lo más polémico de la película.
Me gustan las dos actrices, se meten en el papel hasta dejar sangre ,sudor y lágrimas en él. Pero creo que se alarga demasiado, no porque lo necesite la historia principal, sino porque el director quiere que sintamos la importancia de los detalles para llegar a los momentos culminantes.
Interesante la propensión que tiene el cine francés de situar sus historias en el ámbito educativo. Aquí la vida de Adèle comienza en un instituto y parte transcurre en una escuela. Clases modélicas. La enseñanza y el ser. Igual que en España.

Caníbal de Manuel Martín Cuenca

Lo que opina Ana:
Extraordinario e inquietante comienzo, para continuar después  por una senda menos atractiva de lo que  parecía prometer. Como puntos fuertes están la interpretación de sus dos protagonistas y la atmósfera perturbadora que Manuel Martín Cuenca sabe recrear, como aspecto más débil  está la indefinición del caníbal, un hombre pulcro, metódico, podríamos decir  hasta que vulgar, del que no llegan a encajar sus dos personalidades, la de cazador certero  que se come parsimoniosamente a sus víctimas primorosamente fileteadas, con esa otra de hombre  “meapilas”.

Emilio:
Decidí ir a verla. La disparidad de las críticas (cuatro estrellas en Metrópoli, Boyero mucho más comedido) y el tema, no me inspiraban, pero Ana me aconsejo ir y fui.
El comienzo es tan intrigante, tan cinematográfico, tan abierto a múltiples posibilidades que casi todo lo que viene después va restando, hasta dejarnos con una cara de decepción evidente.
El plano secuencia de la gasolinera y el montaje inmediato, que va desde la visión del asesino al de las víctimas son una obra maestra. Pero, ahí se queda el asunto. Ni la historia de amor la sientes (ni el propio personaje protagonista lo hace) ni los ingredientes de la película van enriqueciéndola. La aparición de las rumanas en una ciudad provinciana y su entrada estrambótica en la película tumba cualquier posterior esperanza.

sábado, 2 de noviembre de 2013

Vivir es fácil con los ojos cerrados. Dir. David Trueba

Aparte de la crítica incomprensible de Jordi Costa, a Boyero le ha parecido muy buena esta película, incluso, y ya es decir, la actuación de Javier Cámara. En eso estoy de acuerdo. Cámara hace un papel entrañable. Él lleva el peso de la historia y es el más coherente en su locura de ver a John Lenon y enseñarle los cuadernos de sus alumnos incompletos porque no pueden entender las letras que oyen y le va a pedir que escriban en los discos las letras de las canciones; y así será desde entonces, 1966. Los que le acompañan en esa España pobretona que ansía romper las cadenas que la tienen sujeta a la Dictadura,ya son otra cosa. El adolescente que huye de su casa y la chica de un centro de monjas para mujeres descarriadas que se han quedado embarazadas, recorren con él este camino hasta Almería, el lugar de rodaje donde esta Lenon. Y a veces sobran. Igual que algunos de los personajes de esa Andalucía atrasada y paupérrima. Ese plantel de secundarios, que en muchas películas de Berlanga son un complemento perfecto, aquí quedan un poco de cartón piedra. A pesar de esto, la película es entretenida, no cae en la cursilería, aunque está a punto, ni en la denuncia tópica, aunque se queda cerca. El guión del propio director sabe contener esos peligros.
Lo que opina Ana:
Lo mejor, la reconstrucción de la atmósfera de esa España pacata de los años 60. El colegio en el que trabaja Antonio, la familia de Juanjo, sentados a la mesa toda la chiquillería bajo el dominio absoluto del pater familias, la residencia cárcel de la que se escapa  la guapa Belén  en sus primeros meses de embarazo, el hotelillo  en la playa almeriense… todo está traído del recuerdo personal de quien nos está contando la historia y lo hace muy bien.
Otro punto fuerte es la actuación de Javier Cámara que consigue matizar el carácter de ese profesor perseguidor de sueños y la de Natalia de Molina, una debutante que pisa fuerte y sabe dar la réplica.
Me gusta menos cómo engrana el papel del chico fugado, resulta un poco forzado, así como el del bar de la playa, especialmente el del hijo retrasado.
Se deja ver, es amable y optimista, algo siempre de agradecer.



Michael H. Dir. Yves Montmayeur

Llegué un segundo tarde y vi como Haneke ve a través del TV la escena de un chica y un chico que discuten, ella le llama cobarde y se dispara en la pierna. ¿El séptimo continente? Después ya entramos en "Amor", su última película.
Observamos en este reportaje como se desenvuelve Haneke en el medio que domina, el rodaje de sus historias. Se niega a interpretar sus películas y, a pesar del sufrimiento que muestran sus personajes, al final nos confiesa que lo que más teme es el dolor físico, del que lo sufre y del que le acompaña.
Es como Bernhard, su compatriota novelista y autor de teatro, un músico profesional fracasado, pero admirador de la armonía, la complejidad y la precisión de la música.
Se deja rodar con naturalidad. El director de este documental es quien ha hecho los making of de sus últimas películas. Haneke muestra un buen trato con los actores, los cuida, pero al mismo tiempo exige hasta la extenuación que se cumpla el plan de rodaje. Llama la atención la escena de "Amor" en la que está revisando la platea de espectadores: el japonés, la pareja mayor..., pero no le gusta su disposición y pide que vuelvan a llamar a los 400 para recolocarlos. Yo no me fijé para nada en cada uno de ellos, y, por supuesto, no vi al japonés. Así en todo y con todos. Perfección y voluntad para conseguirla. Para los actores, a veces, es agotador. Nosotros debemos agradecérselo, a ellos y a su director.

Capitan Phillips. Dir. Paul Greengrass

Decía un crítico en la revista (mucho peor) que ha sustituido a ON Madrid, que te quedas desde el principio pegado a la butaca. Puede que exagere. Greengrass sabe distribuir bien la tensión in crescendo, tal vez, según los cánones, tenga demasiados climax. 
El comienzo tontorrón (a Boyero le invitaba a la huida inmediata) enseguida da paso a la sorpresa de verte en un carguero inmenso, en un país lejano ( modélico el puerto de carga de Omán), que se adentra en una ruta peligrosa, la de los piratas (no se ha vuelto a oír nada sobre ellos, ¿quién pondría en marcha a esos miserables?) somalíes. Resulta curioso que cuatro chalados, con kalesnikoff y excitados por el khat, puedan hacerse con un barco de ese tamaño; y así es. Hace bien el director en reconocer la convincente interpretación de los piratas colocándolos debajo de Tom Hanks en los títulos de crédito.
El todopoderoso EE. UU. , una vez conocido el caso y que está llenando los noticieros y las revistas, no puede dejar morir a este capitán que representa a todo el país. Queda bien mostrada la desproporcionada relación de fuerzas entre unos y otros: portaaviones y acorazados contra un bote salvavidas, que es como una nuez flotante. Al final, ya sobre el fondo negro que precede a los títulos, nos dicen que al año siguiente al suceso (2009), el capitán volvió a navegar. Tom Hanks es un maestro en representar estos papeles de héroe por accidente, de encarnar al americano desconocido, que por amor propio y valentía, encarna los valores de toda una nación. Sobre la situación de los pescadores, ahora piratas, dos conversaciones de circunstancias. ¡Ah! Un niño somalí juega al fútbol en la playa vestido con una camiseta del Barça. Conste.
Lo que opina Ana:
Película sobre los nuevos piratas del siglo XXI en el Océano Índico, frente a aquellos bajeles clásicos llenos de toneles de ron y cofres con tesoros, encontramos pequeños esquifes movidos por la fuerza de la desesperación que dan el hambre y un mundo sin futuro. Pescadores sin nada que pescar al haber sido esquilmados sus bancos por las grandes potencias. Gentes que se alimentan a base de masticar  hojas de droga, lo que les inyecta el valor y la osadía necesarios para enfrentarse a una marina mercante, colosal y moderna, pero que no está preparada para combatir sus violentos ataques. Tenemos a David enfrentándose nuevamente con Goliat.
La película se rueda sin maniqueísmos, no hay buenos y malos absolutos, son seres humanos en situaciones extremas. La actuación es un duelo de titanes entre el veterano Tom Hanks, capitán Richard Phillips y el novel Barkhad Abdi, que lo dice todo con sus inmensos ojos pícaros o sufrientes, pero siempre orgullosos. La desproporción llega al final, en el momento del rescate, cuando fuerzas especiales de los marines invaden las aguas del Índico para dejar muy claro quien tiene el control.
Aventura y reflexión, sales del cine pensando y eso siempre es bueno.