El personaje y la historia recuerdan un poco al Mark Zuckerber, el creador de Facebook, que vimos en la "Red Social" (2010), y la película por su ritmo y por su apariencia de historia en continuo movimiento a "Batman".
El guión que impone Aaron Sorkin es trepidante, no te deja un respiro, sobre todo al principio. Te coloca directamente en medio de la vorágine de la presentación de un producto, el Macintosh, (1984), que a toda costa tiene que abrirse diciendo "Hola". De ahí en adelante, con algunos flash back, todo es una espiral que gira en torno a los productos informáticos, los consumidores potenciales y el negocio. Es una película cerrada, como el propio sistema operativo que patrocinó Jobs. Todas, casi todas, las escenas suceden en lugares donde van a ocurrir las presentaciones, teatros, pasillos, habitaciones interiores. No hay vida doméstica; la familia también se desplaza allí. El personaje de Jobs es poco atractivo. Ególatra, distante, hiriente, traumatizado en su soledad, y al final parece que humano. A destacar la interpretación de Kate Winslet en el papel de Joanna Hoffman. Advertidos quedan: la película se sigue pero con frecuencia te pierdes.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Lo que me gusta de esta película es su
ritmo, no te da tregua, aunque te pierdas
entre tanto voltaje de palabras y prisas. Yo no sigo lo que pasa, no
reconozco a los personajes, ni su evolución, pero me interesa la descripción
psicológica del protagonista, magníficamente interpretado por Michael
Fassbender, así como el de su inseparable amiga Joanna Hoffman interpretado por
una irreconocible Kate Winslet, quien también borda su papel.