Primera película del año y hemos elegido el riesgo.
Creo que si el director no fuera J. L. Guerín no se hubiera estrenado en los Renoir, estaría en otras salas alternativas o en Matadero. Está bien realizada, otra cosa es lo que se cuenta. Son las clases que da un profesor para, partiendo de la Divina Comedia, tratar el tema del amor y el papel de las musas. Confieso que muchas elucubraciones se me escapan y llego al final reduciendo la trama a una vulgar realidad: el harén intelectual (y puede que material) de un profesor sobre sus alumnas.
No ha sido un buen comienzo (pese a la admiración de Javier Ocaña, que fue lo que me empujó a verla)
Lo que opina Ana:
Difícil película, en la que se entretejen pedantería, narcisismo, intelectualidad. Los espectadores asistimos a una particular academia en la universidad de Barcelona, donde un profesor napolitano de filología italiana dirige y domina el universo femenino que le rodea. A pesar de la densidad de su discurso, Guerín se las ingenia para mantenernos atentos y para introducir pasiones en una vida académica aparentemente inocua. Los celos, la envidia, el poder, la autoestima, el orgullo herido se irán filtrando y ayudando a poner los pies en la tierra a un discurso demasiado teórico. Lo que yo no puedo entender es cómo ese profesor de aspecto más bien repulsivo, puede ser capaz de levantar tantas pasiones.
Lo que opina Ana:
Difícil película, en la que se entretejen pedantería, narcisismo, intelectualidad. Los espectadores asistimos a una particular academia en la universidad de Barcelona, donde un profesor napolitano de filología italiana dirige y domina el universo femenino que le rodea. A pesar de la densidad de su discurso, Guerín se las ingenia para mantenernos atentos y para introducir pasiones en una vida académica aparentemente inocua. Los celos, la envidia, el poder, la autoestima, el orgullo herido se irán filtrando y ayudando a poner los pies en la tierra a un discurso demasiado teórico. Lo que yo no puedo entender es cómo ese profesor de aspecto más bien repulsivo, puede ser capaz de levantar tantas pasiones.