El tema de la película proviene del relato de Camus, "el Invitado" ("el huésped", según Jordi Costa), pero otra cosa es, con los cambios y adaptaciones que se hayan hecho, llevarla al cine. Tienes que contar con actores que den el tono a los personajes, situaciones creíbles, relato bien estructurado y emoción. Aquí lo que predomina es el mensaje (un hombre que quiere permanecer en paz, no puede aislarse de la violencia tribal, civil, descolonizadora), no la forma de contarlo. Tal vez por esa dicotomía las puntuaciones han sido tan opuestas, cuatro estrellas en Metrópolis, dos en la Guía del Ocio. Yo me quedo más con esta última.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Un quiero y no puedo, cargada de
“buenismos” se convierte en una parodia del buen cine, parece el relato de un
principiante que no consigue dar fuerza dramática a unos protagonistas que
deambulan por un mal western en las montañas argelinas. Me pareció un dislate,
no me gustó el tratamiento del paisaje, ni sus continuas cursilerías. Para
remate final, no podía faltar un burdel, cualquier parecido con los de las
cantinas del Oeste ofende al espectador. Los actores no hacen más que poner
caritas, no hay quien la salve. Únicamente me queda acercarme a Camus y
disfrutar de su literatura.