Vamos a ver las películas de Woody Allen por fidelidad, porque forma parte de nuestra identidad cinematográfica. Vamos porque las ha hecho él. Pero no siempre obtienes la recompensa deseada; así es en este caso. Una película ligera sobre cosas trascendentes, tratadas de forma superficial, con un final que castiga la mala conducta y todo aderezado de filosofía de curso de verano.
¡Qué diferente es el papel encorsetado de Joaquín Phoenix comparado con el libérrimo de "Puro Vicio".
Otra vez será. Te esperamos Woody.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Vuelve Woody con su entrega anual y
esta vez no toca una buena película. Las críticas ya lo anunciaban, pero yo
siempre le he sido fiel, así que compro mi entrada. Espero que en la próxima
vuelva a brillar su genio, habrá que
esperar otro año.