miércoles, 7 de octubre de 2015

B Director David Ilundain

Procede de una obra de teatro y tal vez sea en ese marco donde más ganen las emociones y sensaciones que provoca este documental, película, testimonio, como se quiera llamar.
Actores convincentes en sus papeles. No hace falta presentación alguna, te metes de lleno en el juicio. La declaración de Bárcenas es un terremoto y en España no se ha movido casi nada. La corrupción como médula espinal, el favoritismo, los sobresueldos, las contabilidades no declaradas. Toda una arquitectura podrida, pero todavía en pie, y quizás no caiga. 
La sorpresa fue encontrarnos entre los espectadores al propio juez de la película, al auténtico, al juez Ruz ¿Qué habrá pensado de su papel? No nos atrevimos a preguntarle.
Esta película la deberían pasar por los centros educativos, por las escuelas de negocios y de ejecutivos. Se debería sentar a todos los diputados y senadores en sus butacas y que escribieran una redacción sobre ella.
Lo que opina Ana:
Documental teatralizado sobre la comparecencia de Bárcenas ante el juez Ruz. Lía nos acompañó a verla, su cara se transformó en una inmensa sonrisa al comprobar que entre los pocos asistentes a la proyección estaba el mismísimo juez Ruz, dispuesto a verse representado en la pantalla por Manolo Solo. No fue capaz, por timidez y respeto,  de expresar su alegría a Ruz.

La película continúa a una experiencia teatral en la que ya se había dramatizado la historia, consigue mantenernos interesados durante los 78 minutos de metraje, los cuales transcurren íntegramente entre las cuatro paredes de la sala de la Audiencia en la que comparece Bárcenas, no hay trucos efectistas, seguimos una sesión judicial que nos desvela que siempre la realidad puede superar a la ficción.