viernes, 17 de abril de 2015

National Gallery. Dir. Frederick Wiseman

Dura tres horas, eso hay que tenerlo en cuenta. Es un documental para degustadores de arte, fundamentalmente. Está bien hecho y busca dar a conocer lo que hay en las salas (los cuadros, los guías, los profesionales, los visitantes, los pintores que van a copiar cuadros) y lo que no se ve o no se conoce tanto (restauradores, reuniones y proyectos, cuentas y presupuestos). También nos enseñan otras actividades desconocidas y que no sabía que tenían los museos, por ejemplo en el del Prado: clases de dibujo con modelos masculinos y femeninos desnudos, explicaciones específicas para ciegos.
Las obras comentadas son magníficas y las explicaciones siempre sugerentes. Constituyen un material muy utilizable en las clases, siempre que se puedan aislar, hoy vemos un Holbein, mañana un Leonardo, pasado un Ticiano...
No se me hizo larga, aunque tuve que recolocarme varias veces.
Lo que opina Ana:
Es una película para amantes del arte y de los museos, se hace un retrato y disección de lo que es un gran museo, de su vida interior, el espectador se adentra en la National Gallery para conocer su funcionamiento, todo lo que está por detrás de las salas abiertas al público, su filosofía, su gerencia, su labor didáctica, su inmenso trabajo de taller, su programación.  La película fluye, la cámara nos va llevando, nos hace sentir como invitados excepcionales. La institución cobra vida.  Para quienes no sientan interés por los museos, creo que podría resultar larga y tediosa.