martes, 31 de marzo de 2015

Pride. Dir. Mattew Warchus

Película "buenista", fácil de ver, de esas que levantan aplausos (y así fue). Está bien verla (y que la vean) porque muestra dos luchas paralelas que se juntan, pese a que su ensamblaje no es fácil: el de los mineros galeses en la década de los ochenta, la de la mano de hierro tatcheriana contra los sindicatos, y , sobre todo, la de los homosexuales y lesbianas. Hay que tener las cosas muy claras para que un grupo de gays se meta de lleno en la lucha de clases a favor de los mineros, recaudando dinero para mantener la huelga y haciendo campañas a favor. Hay veces que las escenas de esa convivencia están un poco forzadas, y que para no abandonar el toque de comedia se suavizan conflictos y dramas. Que sea por el bien de la causa.
Lo que opina Ana: 

Dulce aunque no almibarada se presenta esta narración de lo que fue una batalla codo con codo entre los mineros en lucha y la comunidad de gays y lesbianas londindenses en la feroz huelga minera de la época Thatcher. Se ve con gusto, como una comedia ligera con intenciones reivindicativas, que cuenta una historia real que merece no ser olvidada.

Blade Runner. Dir Ridley Scott

A Carmen no le gustó, cree que no está bien desarrollada la historia ni los personajes, y se hace preguntas, la más importante ¿por qué lo salva quien más razones tiene para dejarlo morir? Carmen fue al cine sin tener un molde hecho. Pero puede ocurrir lo contrario, alguien que en la misma situación le parezca algo especial, estar ante algo grande, por ejemplo a Lía.
Yo fui a ver algo que recordaba único, pero muy olvidado. Y confirmé mi encantamiento. Es posible que haya cuestiones y por qués en la narración, pero la ambientación es impresionante ( y ya en 1982). La estética es de un barroquismo al mismo tiempo futurista y antiguo, siempre opresivo, oscuro, intranquilo, amenazador, tanto en interiores como en exteriores. En Los Ángeles, en 2019, la gente vive bajo un manto de lluvia constante, siempre de noche. A mi me parece que el equipo que realizó la película (destacan en la hoja informativa a Syd Mead, el encargado del diseño artístico) estaba en estado de gracia.
Lo que opina Ana:
Recordaba perfectamente la atmósfera de la película, su oscuridad, su humedad, su aire casi irrespirable, después de haberla vista hace ya 33 años en su estreno en Santiago de Compostela. Y esa atmósfera opresiva es la que me ha vuelto a cautivar hoy, la historia se pierde, los personajes están sólo perfilados, no hay profundidad, pero la película tiene un magnetismo que te hipnotiza sin importarte demasiado lo que te están contando. Un clásico.

domingo, 29 de marzo de 2015

Mis hijos. Dir. Eran Riklis

Para Jordi Costa es una película admirable, aunque arranque casi como un "cuéntame cómo pasó palestinoisraelí".
A mi me parece que se sale de madre (nunca mejor dicho) al final. El director toma decisiones narrativas muy drásticas y no fácilmente encajables en el desarrollo de la trama. Piruetas que no puedes dar por válidas. Bien que el protagonista cambie de identidad (por cierto, a su intérprete le falta fuerza para llevar a sus espaldas la película), pero que deje a su familia, se escapa de la lógica. Sirve, eso sí, para ver otro tipo de israelíes, más "majos", podríamos decir, menos fundamentalistas, y para comprobar que los palestinos están a años luz de ser iguales a los judíos en Israel.
Lo que opina Ana:
Esta película te abre una ventana a una realidad desconocida, te hace ver cómo es la vida dentro de Israel para la población árabe, una importante minoría que no tiene acceso a las oportunidades que disfrutan los judíos. No es ya hablar de las atrocidades cometidas con la población palestina de Gaza sino de la convivencia dentro de Israel  entre judíos y árabes. No se presenta como un apartheid porque el tono en que se narra es suave, pero se dejan entrever la marginación y el odio. El director plantea un dilema moral y lleva a su protagonista a decidirse por la traición a los suyos para poder disfrutar de lo que le ha sido negado  por su condición de árabe.

Me ha resultado demasiado blandita, el tema planteado exige “más madera”.

Puro vicio. Dir. Paul Thomas Anderson

Lo mejor es dejarse llevar o irte, como hizo alguna persona. Yo preferí quedarme, perdida toda posibilidad de entenderla. No sé si todos los detectives de California en los años 70 serían como Doc Sportello (Joaquin Phoenix), emporrados todo el día, pacíficos y comprensivos. Y con buen corazón. Serían la versión "peace not war" en materia detectivesca. Un lujo.
Las historias se van sucediendo y llegas a un estado de feliz incomprensión con una buena música de fondo (Harvest). 

sábado, 21 de marzo de 2015

Negociador. Dir. Borja Cobeaga

Una película en clave sarcástica sobre las negociaciones últimas con ETA, las de la etapa Zapatero, con Eriguren, Ternera y Thierry, en una ciudad "del Norte".
Cine lleno, dos espectadores aplauden dos segundos al terminar, gente no habitual (y llegando tarde). A mi me pareció un poco chusca, quizás lo fuera en la realidad. Eriguren, el protagonista, da la sensación de ser un tratante de crecepelos (para Ternera no le vendría mal): desaliñado, despistado e incluso salido. Y los etarras, los dueños del cotarro, y Thierry un chulo. Si fue así, ¡qué nivel!
No sé si se podía esperar otra cosa.
Lo que opina Ana:
Tiene algunos golpes buenos, pero en general el guión no centra el proceso al que está haciendo referencia  y la historia se desvanece como si fuera una parodia más sobre lugares comunes referentes a los vascos y a su mundo. Te quedas con ganas de haber visto algo más solvente y serio, y de haber entendido mejor lo que realmente pasó esos días y sus consecuencias.

domingo, 15 de marzo de 2015

Selma. Dirª Ava DuVernay

A Javier Ocaña le parece mediocre, de gruesa puesta en escena, caricaturesca en el retrato de algunos personajes y cuya mayor virtud son las imágenes reales de la marcha filmadas por documentalistas de la época. A mi me parece una película necesaria que necesitaría más explicaciones, ser más didáctica. Saber más de la bomba del comienzo, de la situación del país, de los personajes que aparecen. Conocer para entender mejor. Pero, aparte de que sea clásica en la puesta en escena "biopic lineal al uso" (Roberto Piorno en la Guía), es un eslabón más en el conocimiento de la lucha contra la segregación racial, que comenzó con las películas sobre la esclavitud y que tuvo su peculiar aproximación en "El Mayordomo" (2013). Esta es mucho más contundente en la denuncia y ahí está su virtud. No cae en el panfleto insustancial y en ella vemos lo que fueron aquellos cercanos años. Conviene recordarlo y darlo a conocer a los que lo ignoran.
Lo que opina Ana:
Otra vez una película necesaria, de obligada visión para todos. Cinematográficamente no  consigue alcanzar un gran vuelo, pero narra con veracidad  las heroicas jornadas vividas en 1965 por la población negra del estado de Alabama en su lucha por acabar con la segregación de una manera real, capitaneados por los principios de la no violencia  de Martin Luter King y sus seguidores. No hay una análisis profundo de la situación, el presidente Johnson queda en un mal lugar, se centra en la figura de Martin Luter King, de quien subraya su capacidad oratoria, sus profundas creencias religiosas y su lucha personal por no apartarse de sus principios, lo vemos como a un hombre, con dudas, con miedos, sabiendo que un destino trágico puede estar acechándolo. 

Calvary. Dir. John Michael Mcdonagh

Otra película de juicios contrapuestos. Metrópoli le da una estrella. A Boyero "le deja tocado". A mi no me gustó. Partimos de una situación ya difícil: la sentencia a muerte a un cura hecha en un confesionario, aplazada una semana. Todo lo que acompaña a este punto de partida es raro a más no poder. Primero, lo anterior: el cura era un hombre casado  y con una hija que cuando muere su mujer se mete a cura de un pueblo en Irlanda. Y luego lo de después: los personajes con los que convive el cura en esa semana son todos de traca: un cirujano ateo, un noble desencantado, una esposa disoluta, un negro anticolonial. Parece que en esa parroquia no hay un católico, incluso se lían a maporrazos con el cura. Eso sí hay frases ingeniosas e irónicas que muestran la brillantez o la tontuna de los personajes.
Lo que opina Ana:
Las críticas habían sido muy dispares, Boyero y Fila Siete hablaban de una gran película, mientras que por ejemplo Metrópoli, la puntuaba con una sola estrella. Esa misma disparidad la experimentamos Emilio y yo, en mi caso salí hipnotizada del cine, atrapada por la fuerza del padre James, al que Brendan Gleeson convierte con su actuación en un titán, mientras que Emilio decía que le parecía un fiasco y que estaba totalmente de acuerdo con la estrella de Metrópoli. A mí no me importó nada el que los personajes alrededor del protagonista fueran estereotipos, me metí de lleno en esa semana de camino al calvario, la viví con la intriga de lo que pudiera suceder, no me importó que no se dieran razones, que no se argumentaran los hechos, la sentí más que otra cosa y me produjo emociones desgarradoras, telúricas, de una lucha entre el bien y el mal marcada por un destino infalible contra el que nada cabe. También me gustó el protagonismo de la naturaleza, esas imágenes de una Irlanda rural  con paisajes poderosos que se unen a la fuerza del destino brutal que acecha al  padre James. En ese sentido volvía a encontrar semejanzas con  la capacidad expresiva de Lars von Trier

El país de las maravillas. Dirª Alice Rohrwacher

El País de las Maravillas parte de un guión de la propia directora con rasgos autobiográficos. Es una película surrealista. Una familia vive en la Umbría italiana de recolectar miel, tiene un huerto y ovejas (y un camello), los padres hablan entre ellos en francés y con sus hijos en italiano, el padre lo hace en alemán con los amigos que pasan por allí y con otro personaje, duermen al raso todos juntos, cuatro hijas y los padres, y para más animación, participan en un programa televisivo que ensalza la genuina esencia etrusca de la zona, con Mónica Belluci como diosa etrusca vintage. Sin olvidar que reciben en acogida a un chico con problemas de marginación. Lo extraño es que todo encaje más o menos y que termine en película con una cierta coherencia (en Cannes recibió el Gran Premio del Jurado).
No sé lo que quiere mostrar: un modo de vida a punto de extinguirse, el fracaso de la utopía...O tal vez sea un relato, sin más.
Lo que opina Ana:
Es una película extraña que nos habla de una familia extraña, en la que no se definen  totalmente los personajes pero en la que sí se suscitan sentimientos. Las imágenes y la atmósfera, las miradas, los silencios expresivos me llevaban hacia el universo de Víctor Erice, Alice Rohrwacher está lejos de alcanzar su maestría, pero es capaz a veces de recrear su nostalgia y sus ensoñaciones sobre paraísos perdidos. Esa atmósfera melancólica e íntima es lo que me cautivó de la película, aunque saliera de ella sin saber definir muy bien lo que acababa de ver.

El francotirador. Dir. Clint Eastwood

Hay veces que las opiniones sobre una película son muy diferentes porque se ven de forma peculiar. A Boyero no le interesaba; en Metrópoli le daban tres estrellas. Vista con precaución (por lo que sabes de ella antes) te parece una película difícil de hacer y más para una persona que tiene ya más de 80 años. Las secuencias de guerra, de asalto, de tensión, de drama bélico están a la altura de las mejores películas sobre el tema de Irak. Otra cosa es el personaje y su idiosincracia. Como la película solo tiene un punto de vista, el del protagonista, pues es plana ideológicamente: todos los irakíes son malos, niños, mayores, mujeres y hombres. Sobre el origen de la guerra no hay ninguna reflexión, alguna más sobre sus secuelas psíquicas. Y es patriotera. Toda la secuencia final con banderas americanas ondeando en carreteras, autopistas, calles y en la fusilería final en el cementerio no es es más que un canto a la nación. Pero está bien hecha y está a la altura de las dos de la II Guerra Mundial; es mejor, más convincente y con más nervio que Invictus, aunque no tiene la doblez y la maestría de Gran Torino.
Lo que opina Ana:
Clint Eastwood  presenta en su última película la biografía del hombre que llegó a convertirse en una leyenda viva durante la guerra de Irak, Chris Kyle. Lo hace sin cargar las tintas, nos hace sentir siempre como observadores, no quiere infundirle calidez, no quiere acercarnos sentimentalmente al personaje, no se trata de tocar las fibras, sino de contar su historia, presentándolo como un hombre muy corriente, sin grandes atractivos, uno más de esos americanitos educados en los valores de amor a la patria que tanto abundan en EEUU. No tiene madera de héroe, pero se irá fraguando como tal  a los ojos de sus compañeros a quienes infunde seguridad cada vez que tienen que entrar en acción. No me conmueve en ningún momento, pero la sigo con interés porque tiene ritmo, está bien rodada y no manipula mis sentimientos. Sin duda Clint Eastwood le rinde homenaje, sin adentrarse a analizar la realidad de la guerra, no entra en ello, no nos explica nada porque no quiere hacerlo, no es ésa su intención al rodar la película, aunque claramente se posiciona junto a los estadounidenses, a quienes nunca presenta como malos y sí lo hace con los iraquíes . De forma colateral también nos habla de las heridas que la guerra infringe a los excombatientes, incapaces de volver a vivir en paz tras haber conocido el horror.