sábado, 1 de noviembre de 2014

Relatos Salvajes. Dir. Damian Szifron

Relatos Salvajes es una bomba. Szifron ha reunido seis historias bestiales, llenas de realidad epidérmica y humor. Sucesos que le podían pasar a cualquiera, pero que no llegan en nuestra vida cotidiana a esos extremos, aunque nos gustaría en algún caso. Incidentes que se enredan y explotan, los piques de conducción, por ejemplo. O el hartazgo que produce la burocracia sorda y mecánica (estupendo Ricardo Darín). Todas tienen su toque, su lógica, su explicación, y están estupendamente contadas. Una recomendación segura.
Lo que opina Ana:
Extraordinaria conjunción de historias cargadas con dinamita, capaces de hacernos reventar de risa sin dejar de poner el dedo en la llaga sobre realidades que pueden volverse explosivas.
Szifron engarza con un guión perfecto seis historias que sólo tienen en común el traspasar una raya que convierte algo cotidiano en una bomba de relojería que cuando estalla, destruye la realidad anterior. En algunas el tono trágico se impone, caso del relato sobre el atropello nocturno,  en otras es la acidez de su humor negro la que prevalece, como en el duelo en la carretera, o la parada en la cantina. En unas la crítica social está más marcada, en otras se destapa más la negación a comulgar con la injusticia, sentida como una afrenta personal e intransferible, relato de la boda, el del “Bombita”, o el del vuelo hacia unas vacaciones regaladas.
El ritmo está medido con perfección, unos relatos se cuentan rápidamente, otros se demoran el tiempo necesario, en algunos casi nos hace saltar del asiento, la verdad es que nunca podemos relajarnos, ya lo dice el título, no engaña, se trata de unos relatos verdaderamente salvajes. Humor inteligente, narración perfecta que acaba llegando al desenfreno en el último relato, el de la boda, donde el humor negro, se mezcla con el absurdo mientras la cámara no deja de  girar con un ritmo trepidante y peligroso.
Me gustaría que esta película batiera records de taquilla, demostrando que el humor inteligente también se aprecia, no sólo el facilón de los 8 apellidos vascos.