Lo que opina Ana:
Me aburrí soberanamente, iba con ganas de encontrarme con el último Ken Loach, el de "La parte de los ángeles", capaz de introducir un poco de humor en su universo de denuncia infatigable, pero me encontré con un pesado panfleto que desperdiciaba una historia interesante.
Emilio: Invitación cines Renoir.
Yo me esperaba peores críticas, pero ni Jordi Costa ni en la Guía son demasiado severos; eso sí, destacan el maniqueismo: planteamientos en blanco y negro, sin matices, el bueno y el malo. Como lo mejor señalan la fotografía y el rodaje de las escenas colectivas.
A mi me parece esquemática y artificial. No es que me disguste su cine de militancia, incluso es de agradecer en estos tiempo, es la falta de fuerza, de intensidad, de credibilidad lo que lastra la película. Personajes sin atractivo (ni protagonistas ni secundarios) que no dan a sus papeles la complejidad y la entrega necesarias. Al menos nos ha servido para conocer a este personaje, James Gralton, un irlandés que más que comunista parece un librepensador decimonoico.