domingo, 26 de febrero de 2012

Young Adult. Dir. Jason Reitman


Es una película con un guión cerrado, mecánico, trazado con rigurosa precisión, brillante, pero poco natural. El punto de partida es la insatisfacción de una vida adulta, solitaria, poco definida en sus contornos y sus afectos; llega la revelación, volver al pueblo (grande) y recuperar un sueño que el tiempo ha ido convirtiendo en idílico; no importa el tiempo pasado, ni la situación actual de las personas, se consigue como sea. Y en este intento llega el choque, lo estrambótico, la pieza no encaja aunque la fuerces mucho. El personaje de Charleze Theron (Mavis) es esta loca que salta por encima de convencionalismos y relaciones establecidas. Hace un papel incómodo porque está dibujada de un solo trazo. Tiene el mérito de aparecer en tomas como un bellezón y, sin embargo, hacernos sentir que es fea, desagradable, incómoda. Los personajes secundarios son un poco como marionetas a su servicio, que es al servicio de la historia, tan cerrada que no da aire a los personajes para que se salgan un poco del guión. Método y método.