domingo, 19 de febrero de 2012

War Horse. Dir. Steve Spielberg


A Spielberg le ha entrado el síndrome Woody Allen, hacer una película al año, pero a lo grande: Tintín en dibujos animados y ahora sigue en la línea del entretenimiento masivo con una historia estilo Disney, dando un salto dramático, introduciendo la historia en la 1ª Guerra Mundial. Hay muchas referencias en esta larga película (2 horas y media): al comienzo, en las campiñas de Devon, John Ford, en las trincheras Stanley Kubrick, y en el final, el reencuentro con la tierra de lo que el "Viento se llevó", incluso en ese atardecer de colores extremos con el que finaliza la película; y todo con un toque Disney, porque el caballo es el hilo conductor de las múltiples historias. Pese a la dureza de la guerra, la forma de narrar no dramatiza, expone y continúa. El chico y su caballo se tienen que encontrar y todo conduce a ello, salvando los obstáculos que se presentan, aunque algunas partes sean perfectamente prescindibles, como la de la granja francesa del abuelo y la nieta. En las escenas bélicas es un virtuoso. El salto fuera de las trincheras y la geografía de la "tierra de nadie", quedan estupendamente descritas. Sin embargo creo que a pesar de ser Spielberg, como no la relance los Oscar, no va a tener un gran éxito.
Lo que opina Ana:
Larquísima y dulzona hasta el empalago, algunas de las secuencias en que puede dividirse la historia de este singular caballo son un verdadero disparate, la del abuelito y su "Heidi" en la campiña francesa, no hay por donde agarrarla.
Parece que Spielberg hubiera querido pasearnos por escenarios de otras películas y se hubiera contagiado de algo de su espíritu, pero sin fuerza propia, como un hábil copista conocedor del oficio; así, comienza acercándonos a "Qué verde era mi valle", quizá estas escenas previas al estallido de la 1ª guerra Mundial ambientadas en la Inglaterra rural, sean las más conseguidas de la película; vienen después referencias a "Malditos bastardos", alemanes avanzando con fuerza demoledora por los bellos campos de Francia, una niña rebelde será capaz de engañarlos momentáneamente; la dureza de las trincheras nos acerca a "Expiación" y a "Senderos de gloria", un popurrí que no alcanza su propio brillo y te hace recordar continuamente lo buenas que eran las otras.