sábado, 28 de enero de 2012

Los descendientes. Dir. Alexander Payne


George Cloony le ha quitado un poco el protagonismo al director, Alexander Payne, y el mérito de mantener el tono y el desarrollo de la película hasta el final es obra del director, que ha colocado las piezas en el lugar adecuado y sabe moverlas con sabiduría.
Aparentemente la película está resumida en su planteamiento fundamental en poco más de 10 o 15 minutos, el tiempo que tarda en reunirse esta familia, forzada por el accidente de la madre. Y aquí empieza a construirse la historia de un matrimonio que estaba abocado a la separación, en el que las hijas no han digerido la situación y cada una se enfrenta al mundo a su manera. pero el accidente lo cambia todo, parece que va a ser el último detonante que certifique la ruptura, y sin embargo Payne se esfuerza en ir peldaño a peldaño reconstruyendo la historia de lo que fue y la deja en una situación diferente a la del comienzo, previa catarsis colectiva. Esto se desarrolla en Hawai, donde se mezcla el urbanismo feroz y los espacios vírgenes, que sobreviven de milagro. La salvación de la familia va unida a la de la naturaleza, parecen formar parte de un mismo proceso. Por supuesto Cloony es pieza clave, pero también la hija mayor, Shailene Woodley, que hace un papel relevante. Puede, a mi me lo parece, que tenga un ligero aroma conservador, por lo que origina y desencadena el adulterio, femenino para más señas.
Lo que opina Ana:
Es una película muy bien contada, va creciendo en matices a medida que se desarrolla, los personajes se van perfilando y ganando su lugar, como le ocurre al descerebrado noviete de la hija mayor. A Emilio le pareció que era un pelín conservadora, yo no diría tanto, lo que sí hace es allanar las dificultades con las que se va encontrando el protagonista que consigue recuperar el pulso de una familia a la deriva enderezando el timón y poniéndose al frente, actuando como padre, afrontando sus responsabilidades, y no sólo eso, sino que además se convertirá en el abanderado del ecologismo, ya se sabe, es una película y en las películas se puede lograr lo que en la realidad resultaría casi imposible.