
Repite varias veces Juan de los muertos que él sobrevivió al Mariel, a Ángola, al periodo especial y a eso que vino después. Es un superviviente, como la mayoría de los cubanos. Tiene razón Jordi Costa, esta película es una rareza a celebrar. Me extrañó encontrar la sala casi llena, de gente joven la mayoría, y eso es porque funciona el boca oreja. No es que me atraiga especialmente el mundo zombi, más bien es su traslación a la peculiaridad cubana lo que me llama la atención, asi como la crítica al estado de cosas de la isla, en la que para el régimen, que no entiende nada, los zombis son otro ataque del imperalismo. La banda de Juan de los muertos, en la que su hija con acento español, Andrea Duro, queda un poco como un añadido forzado por la producción, forma un cuadro costumbrista de pícaros, como en la España de Quevedo y Alatriste, pero con la coña zumbona del cubano. Se pasa un buen rato con esta voluntariosa, dinámica y entrañable película, como escribe Yago García.
Lo que opina Ana:
Cuba está muerta, los zombies recorren las calles de La Habana y lo destruyen todo; frente a ellos Juan, el prototipo de cubano vago y vividor, será el único en salir a luchar contra esa plaga, primero entendiéndolo como un negocio, luego como una convicción de defender a su patria. Con mucho tomate y sal gorda esta película, aparentemente pura astracanada, es capaz de criticar el sistema cubano de una manera bastante evidente, por lo que sorprende que la hayan dejado estrenarse.
frente a algunas interpretaciones estupendas, la del protagonista, a manos de Alexis Díaz de Villegas y la de "La China", el travestido que borda Jazz Vila, desdicen otras, especialmente la de la española Andrea Duro, a la que su papel le queda inmensamente grande.
Lo que opina Ana:
Cuba está muerta, los zombies recorren las calles de La Habana y lo destruyen todo; frente a ellos Juan, el prototipo de cubano vago y vividor, será el único en salir a luchar contra esa plaga, primero entendiéndolo como un negocio, luego como una convicción de defender a su patria. Con mucho tomate y sal gorda esta película, aparentemente pura astracanada, es capaz de criticar el sistema cubano de una manera bastante evidente, por lo que sorprende que la hayan dejado estrenarse.
frente a algunas interpretaciones estupendas, la del protagonista, a manos de Alexis Díaz de Villegas y la de "La China", el travestido que borda Jazz Vila, desdicen otras, especialmente la de la española Andrea Duro, a la que su papel le queda inmensamente grande.