domingo, 6 de noviembre de 2011

El Ilusionista de Sylvain Chomet




Lo que opina Ana:
Bellísima y poética película de animación basada en un guión original del gran Jacques Tati. Los dibujos son extraordinarios, podrías estar contemplándolos durante horas y quedarte ensimismada con cada uno de sus prodigiosos fotogramas.
La historia es triste, melancólica, un canto a un mundo que se pierde, el de los magos, funambulistas y demás artistas de la farándula, arrinconados por las nuevas tendencias en el mundo del espectáculo.

Emilio:

Es una película deliciosa, pero triste. El personaje del Iluminista, un alter ego de Jacques Tati, emprende un viaje al Reino Unido en busca de teatros donde representar su magia. Le da igual el lugar, cualquier tarjeta de invitación vale, así llegará a las tierras lejanas de Escocia, actuará en el pub local de un pueblo al que hay que llegar en barco, donde por las estrechas calles deambulan a la par personas y ovejas. La recreación de esos paisajes es estupenda. Allí se encuentra a una chica, casi como si fuera su hija, que lo seguirá en su periplo artístico.

Es, como señala su director, una película de ritmo pausado, que hay que ver sin esperar grandes sucesos, que te va ganando poco a poco y te adentras en la historia, que acaba con la tristeza de la desilusión del propio ilusionista por no ver reconocido su trabajo, y aclararle a la niña, Alice, que la magia es un engaño. Qué agradable encontrar narraciones como esta, tan bien contada.