
Esta película tiene varias sorpresas, entre ellas está ver el nombre de Penélope Cruz resaltado en letras más grandes que los demás en los títulos de crédito, cuando ella no actúa. Son las cosas de Lars Von Trier. Otra es que hay dos partes completamente diferentes. La del principio se titula Justine y es reconocible en el cine de este director y de algunos otros del grupo Dogma. Es ver en un acto solemne, en este caso una boda, la descomposición familiar y personal (Celebracion iba de lo mismo, aunque llegaba más lejos). La segunda parte se titula Claire, el mombre de la hermana (por lo visto para el director pueden ser el mismo personaje dividido en dos; yo, ni idea). Aquí el protagonista es el planeta Melancolía y su posible impacto contra la Tierra. Me parece un poco simple y poco transgresor para la complejidad argumental y dialéctica de este director. No lo reconozco en esta segunda parte. Además no soy capaz de encajar los dos capítulos, a no ser porque los personajes principales se repiten. Le sigue gustando captar el movimiento a cámara lenta, así lo hizo en Anticristo y así lo hace al principio de ésta, con imágenes de bella factura, que vienen a ser como la sinópsis, más sugerente que su desarrollo.
Lo que opina Ana:
Espectacular arranque con imágenes que te paralizan clavándote en la butaca, puro cine, espectáculo expresivo que se corta drásticamente para reaparecer al final de la película y dar sentido a esa cascada de poderosas imágenes iniciales; entre medias la película decae, asistimos a una extraña boda que tiene mucho en común con la atmósfera y la tensión de "Celebration", el ambiente se vuelve claustrofóbico y las relaciones surrealistas; llegará luego un segundo tiempo en el que se avecina el trágico y destructor final, ya no hay melancolía, sino fatalidad.
No sé cómo habría resultado con Penélope Cruz, Lars von Trier escribió este guión para ella, no pudo ser y acabó en manos de Karsten Dunst, ya no se puede pensar en otra Justine.