El título, según el director, procede de un texto que algunos atribuyen a Pitágoras, y la idea de lo invisible que se esconde o trasciende detrás de la imagen, es lo que quiere representar.
A mi no me ha sugerido este pensamiento la visión de la película; me parece que está orientada a personas que ven cine de forma tranquila, sin necesidad de efectos especiales ni grandes aventuras ni con una acción trepidante. Está contando el transcurrir de la vida, tanto de los individuos (el pastor), como de todo un pueblo, de los animales (el perro del pastor es un figura), y de la vegetación, todo formando el ciclo de la vida, unido a las tradiciones y la inexorable relación entre la vida y la muerte. Y para esto no le hacen falta palabras ni música añadida. Solo imágenes y sonido ambiente, pero empleadas con sabiduría dan lugar a una película extrañamente sosegada y enriquecedora.
Lo que opina Ana:
Película para cinéfilos en la que se narra sin palabras ni música y en la que la historia avanza con ritmo y mirada poética. Uno puede oler, sentir el frío o el calor, situarse en un espacio rural anclado en un tiempo casi desaparecido y también reírse a gusto con la escena del perro juguetón y ladrador, un momento digno de los mejores del cine mudo. Los animales y los hombres se tutean como protagonistas del film, las cabras pueden mirar al cielo en busca de evocadoras imágenes surgidas entre las nubes. Es también un buen estudio etnográfico de algunas milenarias tradiciones y creencias calabresas que, milagrosamente, aún perviven.
Lo que opina Ana:
Película para cinéfilos en la que se narra sin palabras ni música y en la que la historia avanza con ritmo y mirada poética. Uno puede oler, sentir el frío o el calor, situarse en un espacio rural anclado en un tiempo casi desaparecido y también reírse a gusto con la escena del perro juguetón y ladrador, un momento digno de los mejores del cine mudo. Los animales y los hombres se tutean como protagonistas del film, las cabras pueden mirar al cielo en busca de evocadoras imágenes surgidas entre las nubes. Es también un buen estudio etnográfico de algunas milenarias tradiciones y creencias calabresas que, milagrosamente, aún perviven.