
El motivo de la película es enfrentar a dos personajes que viven en ese edificio, uno de ellos quiere ( y abre) tener una ventana donde le entren algunos rayos de sol de los que le sobran a su vecino. La dialéctica está establecida, por un lado la familia del diseñador (no ventana), por otro lado la de un vendedor de coches usados (sí ventana). Las críticas han alabado esta comedia negra, su guión y su interpretación. Quizás el problema sea el ritmo, muy lento, y el avance de la historia, que va paso a paso, sin acelerarse, y a veces tiene remansos donde se estanca.
Lo que opina Ana:
Hay en esta película un sinfín de metáforas que eluden hablar directamente del problema, de la soterrada lucha de clases que esconde el muro que acaba de abrirse entre una vivienda vulgar y la única casa diseñada por Le Corbusier en América; con este lenguaje indirecto se irán explorando esas contradicciones, se irán definiendo los personajes, se mostrarán de forma cada vez más explicita las interioridades y ruindades de una familia aparentemente perfecta. La interpretación de Víctor, el vecino macarra, a manos de Daniel Aráoz es fabulosa. Lo cierto es que hasta el día de hoy, en la lucha de clases capitalista siempre gana el poderoso y ésta no es una excepción.
Lo que opina Ana:
Hay en esta película un sinfín de metáforas que eluden hablar directamente del problema, de la soterrada lucha de clases que esconde el muro que acaba de abrirse entre una vivienda vulgar y la única casa diseñada por Le Corbusier en América; con este lenguaje indirecto se irán explorando esas contradicciones, se irán definiendo los personajes, se mostrarán de forma cada vez más explicita las interioridades y ruindades de una familia aparentemente perfecta. La interpretación de Víctor, el vecino macarra, a manos de Daniel Aráoz es fabulosa. Lo cierto es que hasta el día de hoy, en la lucha de clases capitalista siempre gana el poderoso y ésta no es una excepción.