
El dibujante Hayao Miyazaki es una celebridad, su película "El viaje de Chiriro", de 2001, se llevó grandes premios en Europa, el Oso de Oro de Berlín, y en América, el Oscar a la mejor película de animación.
Lo bueno de esta película es la historia del niño y el pez, una amor a primera vista y a prueba de dificultades. El trasfondo ecológico-filosófico es otra cosa, incluso un poco impostado, pegado con dificultad a la principal. De cualquier forma, la fuerza está en los dibujos y en sus colores y en la maravillosa ingenuidad del niño, tan tozudo como su madre y tan soñador como su padre. Y el mar de compañero inseparable, incluso cuando amenaza con castigar a los humanos. Escribe Jordi Costa (El País, 24-04-09) que esta película es poesía desaforada de principio a fin.
Lo que opina Ana:
Un cuentecito de animación con una historia más propia para el público infantil que para el adulto. Resulta poquita cosa, aunque sus imágenes son poderosas, especialmente todo lo que no son figuras, en las que se impone la técnica Manga y la imagen "Heidi". La recreación del mar, la casa del acantilado, los paisajes te cautivan, así como el niño y su madre, en cambio cuando la historia deambula por terrenos mitológicos resulta un poco burda.