sábado, 8 de noviembre de 2008

Sólo quiero caminar



Lo que opina Ana:
No me ha gustado nada esta película de malotas sin sentido, de mujeres con los peores comportamientos masculinos, de forajidas sin rumbo. Para colmo el director quiere hacerla heredera de su magnífica "Nadie hablará de nosotras cuando hayamos muerto", mejor es que no hubiera hecho ninguna referencia a ella y que no pretendiera recuperar a alguno de sus personajes para convertirlo en humo, despojándolo de toda la hondura que había logrado crear años atrás.
Sólo se salva la música de Camarón cerrando la película, lo demás es detestable. No se componen los personajes, están vacíos, únicamente el de Gabriel parece tener una mínima hondura psicológica; hay una exhibición de violencia gratuita. Quiere ser una película de acción y se convierte en un quiero y no puedo.
Según Emilio:
Tardé en darme cuenta de que no íbamos a llegar a ninguna parte, que esta película acabaría cegada en la trama, a pesar de tener un guión brillante y una buena caracterización individual. El perplejo espectador al principio va de un lado a otro, te recuerda la serie de Bourne, con esa localización espacial y temporal subtitulada. Los personajes aparecen en un registro tan alto (el atraco de las mujeres, la recepción sexual a los mexicanos) que es muy difícil hilvanar lo que sigue y mantener la coherencia del discurso, incluido el abuso del fondo musical (esas palmaditas de acompañamiento al atraco mexicano suenan cañís). Ahora lo que riza lo sublime es todo lo que tiene que ver con el chico, el hijo de Victoria Abril. El anticlimax total, el cliché absoluto. En fin, cine bien hecho, película fracasada en su conjunto. El final es una muestra perfecta: queda muy rompedor, pero no conduce a ninguna parte; hasta la tensión se ha perdido. Y eso sin discutir el prototipo de mujer que sale triunfadora, que a Ana le ha molestado bastante.