viernes, 6 de abril de 2018

La casa junto al mar. Dir. Robert Guediguian

Siento que esta película tan bien intencionada, que busca rescatar o al menos hacer patentes unos valores humanistas frente a un capitalismo sin rostro humano, tenga un guión tan forzado y resulte al final algo totalmente artificioso. Como rueda con el mismo equipo de actores desde hace treinta años, eso le permite hacer flashback sorprendentes, viendo a esos mismos actores en plena juventud, cuando en teoría la vida era bella y los dramas personales y las frustraciones políticas y sociales, la decadencia en suma, todavía no habían llegado. Bueno, esperemos tiempos mejores.
Lo que opina Ana:

Una historia que se va desarrollando a dos tiempos, invocando el pasado para poder entender el presente, un pasado que se retrata  como la Arcadia feliz, al menos hasta que en un punto la tragedia hizo desaparecer el paraíso. Queda bien perfilada la historia de los tres hermanos protagonistas, los demás personajes no suenan creíbles, o pecan de “buenismo”, como ocurre con el pescador enamorado, cuya sonrisa juglaresca acaba por resultarme insoportable; lo mismo ocurre con el joven vecino de la infancia o la joven amante de uno de los hermanos, actúan con salidas de tono inexplicables. Un elogio de un tiempo pasado que sin duda fue mejor en cuanto a las relaciones, el respeto a la naturaleza, las convicciones e ideales  que en estos tiempos parecen no tener ya cabida, para añadir más motivos a la reflexión, entraran en escena las pateras que dejan en los bellos parajes del Mediterráneo rico un grito que el agua a menudo ahoga.