Hay películas en las que importa más el qué que el cómo. Más el significado que su realización y si ese significado, además, está sujeto a muchas interpretaciones, y no es el que ves, sino que es otro, más enrevesado se acentúa ese aspecto; pues bien, "Madre!" es un excelente ejemplo. Dejando aparte lo que es esencial al cine: interpretación, fotografía, tono, ritmo y guión, éste último marca tanto el carácter de la película que a mi a los 15 o 20 minutos ya me había dejado de interesar. Es lo que pasa a veces, que una buena película tiene un mensaje tan abstruso y una forma tan peculiar de trasmitirlo, que no entras en ella.
Lo que opina Ana:
Lo que opina Ana:
Partiendo de una visión bíblica, Aronofsky se atreve a
reinterpretar la historia de la
humanidad desde el punto de vista de la madre tierra, con un marcado carácter
catastrofista. Hace culpable a Adán y
Eva de todos los males que sufre la tierra, son los destructores del paraíso
terrenal, la tierra, indefensa y enamorada de su creador, aguanta todo lo que le
viene encima hasta acabar destrozada.
Para relatar este panorama desolador,
en el que se ven muchos pasajes de la historia, referencias a las guerras, la
esclavitud, el abuso de poder, la sobrepoblación, la conjura de los
desposeídos, la lucha por la igualdad, la falta de respeto, la muerte del
Mesías, el director planifica un paraíso encerrado en el interior de una
vivienda aislada, donde viven sin entenderse el Creador y su universo, su inspiración, su mejor obra,
la Madre Tierra, pura, atractiva, entregada, la que no ceja en desvelos por permitirle
a Él seguir creando la perfección. Nos lleva a un universo de opresión y
absurdo que recuerda al “Ángel Exterminador “de Buñuel y en otros momentos, la
agonía de la madre tierra se transforma
en el terror presentado por Polanski en
“la semilla del diablo”
Es una película para irla digiriendo
en reposo, exige reflexión.